Día Internacional de la Mujer
8 de marzo de 2014
3 de marzo de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
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La estructura de la opresión de la mujer ha sido tallada profundamente en las manos callosas de las trabajadoras de las maquiladoras y fábricas de superexplotación de China y Honduras. Ha cubierto los rostros de las jóvenes de Arabia Saudita e Indonesia. Ha desnudado a las jóvenes de Moldova y Bangkok vendidas en burdeles por todo el mundo y la asumen como premio las preadolescentes estadounidenses y europeas a quienes les enseñan a vestirse y contonearse como objetos sexuales mucho antes de entender ni siquiera de qué se trata el sexo. Esta estructura entrelaza todas las épocas de la historia, sigue un sendero sinuoso alrededor del mundo, forra todas las religiones dominantes y "códigos morales" y está entretejida en cada aspecto de la sociedad humana. Es un velo pesado que arroja las tinieblas de las primeras divisiones opresivas de la humanidad sobre la vida, los sueños y los proyectos de los seres humanos en cada rincón del globo en el siglo 21.
No se justifica vivir así en este planeta en el siglo 21 y no se debe aceptar. No se debe tolerar ni permitir nada de eso con el consejo de la paciencia.
NOSOTROS DECLARAMOS: ¡NUNCA MÁS!
"¿Sabías que…?"
- La criminalización o estigmatización del aborto obliga a las mujeres a hacerse abortos en condiciones peligrosas, lo que genera una situación en que 47.000 mujeres mueren al año de abortos poco seguros.
- Es más probable que una muchacha nacida en Sudáfrica sea violada que aprenda a leer en su vida.
- Más de la tercera parte de las mujeres presas en el mundo están en las prisiones de Estados Unidos.
- Solamente en los últimos tres años en Estados Unidos, varios estados han adoptado 203 restricciones nuevas contra el aborto, y no hay ninguna clínica de abortos en el 97% de los condados rurales.
- Una de cada tres mujeres en el planeta será violada o golpeada durante su vida; es decir, mil millones de mujeres.
- En las últimas décadas, la pornografía se ha vuelto cada vez más violenta y denigrante para la mujer, al mismo tiempo que se ha vuelto más establecida y aceptada.
- La edad promedio de entrar en la prostitución o pornografía para una muchacha o mujer en Estados Unidos es de 12 años.
La liberación de la mujer, y la lucha por un mundo completamente nuevo
Las primeras sociedades socialistas (la fugaz Comuna de París de 1871, y las transformaciones radicales y de gran envergadura que se llevaron a cabo bajo el socialismo en Rusia de 1917 a 1956 y en China de 1949 a 1976) tuvieron por objeto la liberación de la humanidad y la eliminación de toda opresión. Un elemento sobresaliente de este cambio trascendental fue la transformación sin precedentes del estatus y rol de la mujer. Por primera vez en la historia humana contemporánea, empezaron a romperse las cadenas del patriarcado y se desencadenaba a las mujeres como una tremenda fuerza por el cambio radical en toda la sociedad. (Lea un análisis a fondo de estas revoluciones en el número especial de revcom.us/Revolución: "No sabes lo que crees que 'sabes' sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro").
El primer estado socialista del mundo
La Rusia previa a la revolución era un lugar cruelmente opresivo de tinieblas para la mujer, azotada por la familia patriarcal, la iglesia, las leyes y las tradiciones. Después del derrocamiento de los antiguos gobernantes en Rusia en 1917, el poder estatal revolucionario llevó a cabo de inmediato cambios radicales que rompieron el peso milenario de la opresión de la mujer. En el matrimonio se practicaron la laicidad y la igualdad. Se abolió el sistema de matrimonio autorizado por la iglesia, que había codificado la autoridad del hombre sobre la mujer y los hijos en la familia. Se volvió muy accesible el divorcio. Se promulgó la igualdad de salario en el trabajo. La Unión Soviética llegó a ser el primer país de la Europa moderna que despenalizara el aborto y las relaciones entre las personas del mismo género. Por las nuevas instituciones colectivas y comunales revolucionarias, las mujeres contaron con la libertad de actuar como plenos seres humanos, aun cuando eso implicaba ir en contra de las tradiciones profundamente afianzadas. Se capacitó y alentó a que las mujeres participaran activamente en todos los ámbitos de la sociedad, inclusive en el gobierno y los organismos de dirección.
En las repúblicas centroasiáticas, se dieron luchas contra la ley sharia islámica brutal y opresiva, en las que el gobierno del poder estatal revolucionario respaldó las heroicas luchas contra la práctica de obligar a la mujer a ponerse prendas parecidas a la burka. En las escuelas y en la sociedad, se debatía abierta y animadamente acerca de los papeles de cada género, el matrimonio y la familia.
La revolución en China
En la China previa a la revolución, el estatus de la mayoría de las mujeres era poco mejor que el de los esclavos. Las desesperadas y hambrientas familias vendían a sus muy pequeñas hijas como "esposas" a los hombres de privilegio. A millones de mujeres, de las clases altas a las prostitutas, les aplastaron los huesos de los pies ("el vendaje de los pies") para crear una apariencia supuestamente sexualmente atractiva y más "refinada". Las mujeres gozaron de pocos o ningún derecho. Con el ascenso al poder de la revolución en China en 1949, se dio la movilización de las masas populares para cambiar todo eso.
Las nuevas leyes prohibieron los matrimonios infantiles y concertados. Se despenalizó el divorcio y se dispuso para todos. Se puso fin al vendaje de los pies. Se eliminó la humillación de aquellos que anteriormente fueron obligados a prostituirse y se les ofreció una nueva vida productiva. En poco tiempo, desapareció la prostitución como fenómeno social.
Echaron abajo las barreras económicas y sociales que impedían la plena participación de la mujer en la transformación del mundo. Mao Tsetung, el presidente del Partido Comunista de china que dirigió la revolución, popularizó la consigna, "las mujeres sostienen la mitad del cielo", un llamamiento a luchar por la liberación de la mujer como un elemento crucial de emancipar a toda la humanidad.
Si bien de inmediato se dieron grandes cambios en el rol de la mujer a la toma revolucionaria del poder en China, hacían faltan cambios aún más radicales. La lucha contra la opresión de la mujer constituía una gran parte de la Revolución Cultural de 1966 a 1976: una lucha política de masas sin precedentes dirigida por Mao Tsetung y otros revolucionarios, para hacer retroceder las actividades de los "seguidores del camino capitalista" empecinados en restaurar el capitalismo, y para llevar a cabo mayores transformaciones de la sociedad en su conjunto. Al detectar los rezagos de las ideas opresivas tradicionales y la necesidad de desarraigarlas, Mao dijo que "si el Ministerio de Cultura rehúsa transformarse, tiene que cambiar su nombre por el de ministerio de emperadores y reyes, generales y cortesanos, de letrados y beldades, o de extranjeros de museo". En marcado contraste con la forma en que la cultura actual exhibe a las mujeres en el mundo (subordinadas a los hombres en la sociedad y en las relaciones), las nuevas obras de arte y teatro presentaron a unas mujeres fuertes, audaces y en las líneas del frente del cambio revolucionario. Millones de mujeres y hombres participaron en amplias campañas de crítica a las ideas feudales y capitalistas que defendían las divisiones explotadoras de opresión y desigualdad en la sociedad y las formas de relaciones entre las personas. Una participante en la Revolución Cultural describió que, de joven, libró una revolución cultural en su familia contra los valores y reglas patriarcales.
La lucha por un mundo completamente nuevo
Esta experiencia fue el primer paso en el rompimiento de todas las cadenas de la opresión por la humanidad. Incluía algunos mal pasos y hasta errores serios, pero demostró que el mundo no tiene que ser así, que no existe nada inherente a la naturaleza humana que nos condene a esta situación ni son todopoderosas las fuerzas del actual orden mundial opresor. Pero la primera etapa de la revolución comunista llegó a su fin con la derrota del socialismo en Rusia en 1956 y en China en 1976.
El mundo actual se caracteriza profundamente por la brutal degradación y opresión de la mujer. Es un mundo dominado por el imperialismo: de guerras injustas, una cruel pobreza y desigualdad, la creciente crisis ambiental la que amenaza toda la vida sobre el planeta y muchos otros ultrajes. Éste es un mundo el que clama por un cambio radical y urgente, por la revolución comunista.
Y por Bob Avakian y el trabajo que ha hecho durante varias décadas, de sintetizar las experiencias positivas y negativas de la revolución comunista hasta hoy y de aprender de una amplia gama de experiencias de la humanidad, se ha desarrollado una nueva síntesis del comunismo — existen en realidad una visión y estrategia viables para una sociedad y mundo radicalmente nuevos y mucho mejores, y existe la dirección crucial que se necesita para hacer avanzar la lucha hacia ese objetivo.
Un plan visionario y muy concreto de la manera en que se aplicaría la nueva síntesis del comunismo para organizar una sociedad completamente nueva se halla en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos.
Ahora mismo en las meras entrañas del imperio estadounidense, se está construyendo un movimiento para la revolución, con el Partido Comunista Revolucionario como su núcleo dirigente, mismo que está luchando contra el poder, y transformando al pueblo, para la revolución. La lucha contra la opresión de la mujer y por la emancipación de la mitad de la humanidad es un elemento crucial de este movimiento.
Lo que hace falta es que usted, y muchas personas parecidas más, le entren y sean parte de este movimiento para la revolución ahora mismo. Que se pongan de pie y luchen contra todas las formas de la esclavización y denigración de la mujer, muy especialmente la intensificación de la emergencia que enfrenta el derecho al aborto de la mujer y el lavado de cerebro en masa en la sociedad mediante la violenta y denigrante pornografía.
Para deshacernos de los modos de pensar y de relacionarnos entre nosotros que este sistema nos impone, como el mensaje que predica que la dominación y control sobre las mujeres por los hombres tiene que ver con la "naturaleza humana". Para adentrarse en la teoría y difundir la dirección de BA y del PCR por todos lados. Para luchar por conocer que no se trata de una lucha exclusiva para las mujeres, pero es una lucha para todos que obran en serio por el cambio revolucionario. Y para hacer todo eso como parte de la construcción del movimiento para derrocar toda la explotación y opresión y liberar a toda la humanidad. Con motivo de este Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo de 2014, pónganse de pie y súmense a las protestas y otras acciones en todo Estados Unidos y por todo el mundo. ¡Romper las cadenas! ¡Desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución!
No se pueden romper todas las cadenas menos una. No se puede decir que uno quiere eliminar la explotación y la opresión, pero quiere que persista la opresión de la mujer por el hombre. No se puede decir que uno quiere liberar a la humanidad, pero mantener a una mitad esclavizada por la otra. La opresión de la mujer está íntimamente ligada a la división de la sociedad en amos y esclavos, explotadores y explotados, y acabar con todo esto es imposible sin liberar completamente a la mujer. Por eso la mujer desempeñará un enorme papel en el proceso de hacer la revolución y garantizar que esta no pare a medias. Es posible e imprescindible desencadenar plenamente la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución proletaria.
Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos
Lo BAsico 3:22
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