Carta de un preso:

La importancia del número especial de Revolución sobre la primera etapa de la revolución comunista

24 de marzo de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Recibimos esta carta del Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos. Se puede descargar el número especial de Revolución mencionado por el preso.

 

¡Saludos!

Como siempre espero que esta carta encuentre a usted y a todo el personal del Fondo en buen estado de salud y con una alta moral revolucionaria.

Estoy muy entusiasmado con el número especial que proyecta la verdad sobre la primera etapa de la revolución socialista: "No sabes lo que crees que ‘sabes’ sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro".

Mucho daño proviene de las distorsiones y los ataques a la historia de las revoluciones socialistas. Los vilipendios contra la historia de las revoluciones socialistas hacen más que impedir que la gente conozca algunos hechos históricos interesantes. Objetivamente nos priva de la esperanza y del inmensamente mejor futuro que podríamos tener si sólo entendiéramos el papel que debiéramos desempeñar para hacer una revolución. Creo que la comprensión de lo que es el comunismo y el conocimiento de la verdad sobre la historia de las revoluciones socialistas tienen mucho que ver con eso, importa muchísimo entre el que las personas se inspiren para llevar a cabo esa lucha o se decepcionen por las soluciones falsas. Muchos activistas "bien intencionados" están dirigiendo a las personas (si bien afirman que rehuyen al liderazgo) lejos de la única esperanza que tenemos para un mundo mejor. El potencial revolucionario se está desviando del camino hacia el comunismo debido a las calumnias contra las revoluciones socialistas de Rusia y China provenientes de las personas al parecer muy dedicadas al cambio radical.

Al hablar con muchos presos me he dado cuenta de que muchos de nosotros llegamos a odiar la hipocresía de la clase dominante de Estados Unidos sin haber tenido contacto con la literatura radical. Al igual que otros presos que he conocido a lo largo de los años, odiaba la forma en que las personas de bajos ingresos eran despreciadas y se les echaban culpa de ser pobres. El estilo de vida de clase media que pasaba por nuestra pantalla de TV, y se supone que era la vida característica en los Estados Unidos contrastaba marcadamente con la realidad que nos rodea. Los perros policías amontonaban uno tras otro abuso sobre la gente en nuestros barrios y los medios de comunicación siempre justifican esos abusos. No es difícil reconocer el mismo patrón en una escala mucho mayor cuando escuchamos en boca de estos mismos órganos de propaganda palabras acerca de la falta de "valores democráticos" en el tercer mundo. El llamado excepcional "espíritu de que sí podemos ingeniárselo" que hace que Estados Unidos sea tan grande simplemente no existe en esos países menores y sus pueblos. Con mucha semejanza a lo que dicen de que los perros policías locales que patrullan nuestros vecindarios son los buenos muchachos que hacen el mejor trabajo que puedan, en vista de las zonas peligrosas plagadas de drogas en las que tienen que trabajar, también lo son las fuerzas armadas imperialistas que no tienen más remedio que bombardear, invadir y ocupar a naciones más débiles y maltratar a su gente, ya que ésta sirve de bases para el terrorismo global o algún otro pretexto ridículo para los motivos o delitos imperialistas reales.

Todo eso me pareció muy repugnante hace mucho tiempo y yo tenía una opinión favorable del comunismo por la única razón de que era algo que la clase dominante odiaba. Pero luego llegué a la cárcel y leí cosas de las personas que, como BA ha dicho acerca de Slavoj Žižek y otros, "se dicen anticapitalistas, pero en realidad odian mucho más al comunismo que al capitalismo y están mucho más dispuestos a acomodarse con el capitalismo y el imperialismo que luchar por el comunismo, siendo éste la única alternativa radical” (de LO QUE LA HUMANIDAD NECESITA, p. 35). Su retórica anticapitalista me atrajo, pero ellos también calumniaban al comunismo y a la primera etapa de la revolución socialista. Me influenciaron esas personas, ya que se arremetían en contra de algo que yo deseaba con todo mi corazón que pudiera echar abajo pero al calumniar a la experiencia de la Unión Soviética y China cuando eran socialistas, también me hicieron distanciarme de la única alternativa radical real que existe al capitalismo. Cuanto más me esforzaba por entender la manera en que podían funcionar las soluciones no realistas sin salida, más desilusionado y con menos inspiración me volvía.

Al igual que muchos presos que han conocido la misma clase de literatura, pero que tienen una idea de que nada menos que una revolución total cambiará las cosas, yo no veía nada que yo pudiera hacer que iba a importar para nada. Yo no quería que luchar por algo que dejara este sistema intacto. No quería dedicar mi vida a las reformas o a la cultura de la protesta sin fin que permite que la máquina imperialista siga operando en el fondo. Quería luchar, pero las personas con una mentalidad más revolucionaria que podía encontrar no estaban dispuestas a asumir la responsabilidad de dirigir una revolución, no tenían por objeto la toma del poder del estado y no tenían nada más que críticas negativas a las revoluciones más exitosas hasta ahora.

Un amigo mío fue puesto en libertad hace un par de años después de pasar más de una década en la cárcel. Sus puntos de vista fueron similares a los míos antes de que yo hubiera conocido de BA. Inicialmente él tenía una opinión favorable del comunismo por las mismas razones que yo, pero más tarde se dejó llevar por el argumento de que los intentos de llegar al comunismo sólo podían conducir a un fracaso total. Era claro para mí que él no iba a conformarse conscientemente y "jugar de acuerdo a las reglas". Yo no quería que él jugara a favor de los perros policías de nuevo, por lo que luché con él sobre la viabilidad de la revolución y el papel que podría desempeñar para hacer que suceda. No pude convencerlo para que dedicara su vida a algo que incluso a mí me costaba trabajo creer que era posible. Él volvió a meterse en la vida que estaba viviendo antes de ir a la cárcel casi inmediatamente después de encontrarse en libertad. Lo último que supe de él estaba de vuelta en la cárcel del condado peleando con 25 años a la cadena perpetua.

Lo que quiero señalar es que los análisis superficiales y denuncias al comunismo y a las revoluciones socialistas tienen consecuencias reales. Hay demasiadas personas las que con una dirección adecuada podrían transformarse en la columna vertebral de la revolución, pero les están limitando sus aspiraciones aquellos que se presentan como radicales dedicados a los cambios revolucionarios, pero que están mucho más dispuestos a acoger al capitalismo-imperialismo que luchar por el comunismo. Es por eso que reconozco la importancia de conseguir que se difunda en la sociedad lo más ampliamente posible el número especial de Revolución, así como refutar directamente a la gente como Slavoj Žižek.

Gracias de nuevo por la literatura. La estudiará y difundiré el conocimiento que consigo de ésta lo más ampliamente posible como siempre lo hago con todo lo que ustedes me envíen. Sigan con el gran trabajo.

En Solidaridad, XXXXXXXX

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