El fundamentalismo islámico reaccionario y el ISIL (o ISIS)

Larry Everest | 30 de junio de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El fundamentalismo islámico es un movimiento y tendencia política y religiosa-ideológica con varias ramas, variaciones y expresiones organizacionales, que se está extendiendo por el Norte de África, el Medio Oriente y Asia Central en particular, pero también en otras partes de globo.

El fundamentalismo islámico o el programa ideológico y político del islamismo es totalmente reaccionario y va en contra de los intereses del pueblo, sobre todo los oprimidos que estas fuerzas a menudo dicen representar, sin importar el país o región al cual se aplica. Estas fuerzas pretenden imponer por la fuerza la religión, en particular una interpretación fundamentalista, absolutista y textual, de la ley del Corán y la ley sharia (el conjunto de decisiones religiosas dictadas por los clérigos islámicos), sobre la sociedad como su ley e ideología dominante, en resumen, quieren crear una teocracia y borrar toda separación entre la religión y el estado.

Esto significa imponer y reforzar con la violencia las leyes patriarcales, separadas y desiguales para las mujeres, lo que incluye el uso obligatorio del velo, el control obligatorio sobre la familia de parte del hombre y la negación de los derechos legales iguales. Incluye el adoctrinamiento de toda la sociedad en el oscurantismo religioso y la discriminación y a menudo ataques a otras religiones o no creyentes. Significa defender la propiedad privada y explotación feudal y capitalista. Y los métodos de los islamistas a menudo reflejan su reaccionaria ideología y programa, como atacar y asesinar a los no combatientes, aterrorizar a toda la población e imponer severos castigos corporales o la pena de muerte por infracciones a la ley islámica.

Este movimiento es una expresión de los intereses de clase y sociales de las fuerzas sociales burguesas y feudales reaccionarias y anticuadas de los países dominados por el imperialismo, las que cuales han entrado en conflicto con el imperialismo o que éste a socavado. Sin embargo, su objetivo no es una ruptura fundamental con el imperialismo; al contrario, su objetivo es promover y servir a su visión e intereses en un mundo capitalista imperialista.

Aunque las raíces "modernas" de esta tendencia política fundamentalista islámica se remontan a la década de 1920, ha cobrado adeptos en gran parte debido al enorme sufrimiento y opresión que ha infligido el imperialismo sobre la gente en los países oprimidos (o del tercer mundo) y las enormes dislocaciones sociales, culturales resultantes. Para finales de los años 1970, el fundamentalismo islámico anti-estadounidense comenzó a surgir como una poderosa corriente tras la derrota del comunismo en China en 1976, la revolución iraní de 1979 y la guerra de 1979 a 1988 en Afganistán.

El grupo ISIS (el Estado Islámico de Irak y Siria, también conocido como el ISIL, o el Estado Islámico de Irak y el Levante) forma parte de esta tendencia general. Es muy importante entender que éstas no son fuerzas nacionalistas que operan bajo el estandarte de la religión. El ISIL es un grupo yihadista, comprometido con una guerra santa o religiosa ajena a las fronteras nacionales. Recluta a combatientes de todo el mundo, su programa no se trata de formar un estado en Irak dominado por los sunitas, peor más bien un califato islámico que al principio abarque toda la zona de Irak, por Siria y el Líbano al Mediterráneo, y que luego se entienda a otros países con una población predominantemente musulmana.

7 Charlas, de Bob Avakian (en inglés)

7 Charlas, de Bob Avakian (en inglés)

5. “El comunismo y la religión: Levantarse y liberarse — hacer la revolución para cambiar el mundo, y no poner las esperanzas en ‘lo oculto’”

Se puede descargar en revcom.us/avakian-es/ba-siete-charlas-es.html.

Nada de lo anterior insinúa o implica que todos los musulmanes o todos los que viven en el Medio Oriente o en Asia central sean islámicos fundamentalistas ni que el fundamentalismo sea parte de “la identidad” de los pueblos de esas regiones. Tampoco quiere decir que el islam es “intrínsecamente violento” ni que es más reaccionario que las interpretaciones textuales o absolutistas de la cristiandad o el judaísmo. Y nada de esto justifique la persecución selectiva o general, el hostigamiento y la represión de los musulmanes en los países imperialistas.

Sin embargo, es muy importante hacer frente a la realidad de que el fundamentalismo islámico constituye el polo de oposición a Estados Unidos cuyo dominio viene creciendo y el status quo por todo el arco de Marruecos en el norte de África, por el Medio Oriente a Afganistán y Pakistán, y que es una pesadilla para la gente la que es preciso reconocer. Es una ilusión falsa y es sumamente nocivo creer que lo que está pasando en el Medio Oriente no tiene nada que ver con la religión o el islam o que en los países como Irak las fuerzas nacionalistas están impulsando y aglutinando una auténtica oposición a Estados Unidos y a Maliki o que el fundamentalismo islámico es simplemente un engendro de Estados Unidos y la CIA.

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