Informe militar consultivo de la CNA:
El cambio climático y la supremacía mundial de Estados Unidos
Orpheus Reed | 17 de julio de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
En mayo de 2014 salió un nuevo informe titulado “La seguridad nacional y la aceleración de los riesgos provenientes del cambio climático”. Lo escribió un grupo de ex oficiales militares de alto rango que se llaman el CNA Corporation Military Advisory Board (Consejo Consultivo Militar de la Corporación CNA). Dos ex funcionarios de alto nivel del gobierno escribieron la introducción al informe: Michael Chertoff, el secretario del Departamento de Seguridad Interna bajo George W. Bush y Barack Obama, y Leon Panetta, el ex secretario de Defensa durante el primer mandato de Obama. Según Chertoff y Panetta, el primer informe de la CNA en 2007, sobre el mismo tema, representaba “la primera vez que un grupo tan elite de líderes militares expresaran su preocupación por las implicaciones del cambio climático en materia de la seguridad”.
El New York Times (13 de mayo de 2014) informó que el secretario de Estado, John Kerry, comentó que el nuevo informe de la CNA afectará la política militar y política. Supuestamente Kerry dará un discurso importante este verano sobre el tema del cambio climático y la seguridad nacional de Estados Unidos.
¿Así que, qué pasa con ese informe? ¿Por qué ahora se preocupan por el cambio climático figuras vinculadas a las fuerzas armadas de Estados Unidos, el despiadado brazo ejecutor de este sistema depredador del imperialismo?
La realidad ante la humanidad es que una emergencia ambiental está acechando el planeta. En varios frentes convergentes, una creciente ola de hábitats y especies están en peligro y están siendo destruidos. Los ecosistemas se encuentran comprometidos, envenenados y en algunos casos transformados. El cambio climático está interactuando con otros impactos ambientales, lo que amenaza aún más el mero equilibrio ecológico de la Tierra y hasta pone en peligro el futuro de la humanidad.
Durante las últimas décadas los científicos han dado la alarma sobre el cambio climático. Han estudiado el problema y han documentado la evidencia una y otra vez. En 2014 ese consenso científico abrumador se documentó mucho más convincente y claramente en varios informes, incluido el informe más reciente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés). Esos informes han demostrado que el cambio climático ya está transformando el planeta, golpeando duramente los sistemas naturales y la humanidad; al mantener ese rumbo, el futuro deparará turbulencia, conflictos y cambios catastróficos causados por los cambios climáticos. Ante eso, unas fuerzas importantes de la clase dominante de Estados Unidos están empezando a alarmarse. Está creciendo la opinión entre algunas de esas fuerzas poderosas de que Estados Unidos tiene que hacer frente más plenamente a esto y responder si quiere mantener su posición de supremacía mundial.
Pero, ¿están haciendo eso con el punto de vista de remover cielo y tierra para poner fin a la producción de energéticos derivados de combustibles fósiles, y hacer lo mismo con otros elementos del funcionamiento económico del sistema capitalista que son motores del cambio climático? ¿Se preocupan por proteger los ecosistemas y a los pueblos del mundo, en particular los pobres y los oprimidos que viven en la trayectoria de huracanes, sequías, anegamientos y el aumento del nivel del mar, todos los cuales están intensificando? ¡De ninguna manera!
La amenaza al poder estadounidense y los verdaderos intereses de la humanidad
Al contrario, esas fuerzas de la clase dominante argumentan que Estados Unidos, y en particular sus fuerzas armadas, deberían hacer frente plenamente y actuar pronto para situarse para mejor preservar su dominio frente a las grandes transformaciones del clima mundial y todos los peligros y tumulto que esas producirán. El resumen ejecutivo del informe dice: “Los previstos impactos del cambio climático —las olas del calor, las intensas lluvias, los anegamientos y las sequías, el aumento del nivel del mar, los océanos más ácidos y el derretimiento de los glaciares y de los hielos marinos— no solo afectan las comunidades locales, pero también, en su conjunto, representan un reto para elementos esenciales de nuestro Poderío Nacional [incluidos] los sistemas político, militar, económico, social, de infraestructura y de información.”
El resumen ejecutivo del informe agrega que el cambio climático “plantea severos peligros" para la "seguridad nacional" de Estados Unidos y que esos peligros son “igual de serios como cualquiera que hayamos enfrentado.” El resumen critica a otros de la clase dominante que se niegan a aceptar la realidad del cambio climático, diciendo que “la gesticulación política y los problemas presupuestarios” no deben impedir las discusiones acerca de lo que es en realidad una amenaza al poderío estadounidense.
El informe dice que los impactos del cambio climático son “factores que multiplican la amenaza, pues agravarán los factores estresantes en el extranjero como la pobreza, la degradación ambiental, la inestabilidad política y las tensiones sociales: condiciones que posibilitan la actividad terrorista y otras formas de violencia.” Es más, el informe considera que los efectos del cambio climático son en sí “catalizadores para la inestabilidad y el conflicto.” Argumenta que Estados Unidos debería tomar en cuenta cómo todo eso está afectando al mundo entero y no solamente a ciertas regiones.
Esos ex generales y ex almirantes se preocupan muchísimo de que el cambio climático podría erosionar la capacidad de las fuerzas armadas estadounidenses de desplegar fuerzas de la manera necesaria para mantener la dominación mundial estadounidense. Temen que el aumento del nivel del mar amenace esenciales instalaciones militares y, en particular navales, como la de Norfolk, Virginia, que es la base naval más grande del mundo.
El sistema capitalista está derritiendo el hielo ártico con su quema de combustibles fósiles y otras prácticas destructivas. El Ártico es un ecosistema vasto y rico, cuyos mares sustentan sectores importantes de las especies marinas que son importantes para la vida en el planeta. La preservación del hielo, tanto en el Polo Norte como en el Polo Sur, es clave para mantener estable el clima mundial. La aceleración del derretimiento del hielo polar garantiza que subirán los niveles de los océanos durante le próximo siglo, lo que amenaza las zonas costeras donde viven cientos de millones de personas. Los ex líderes militares detrás del informe de la CNA, ¿están dando una alarma urgente de que todo el mundo debería actuar inmediatamente para parar esa destrucción? Otra vez, de ninguna manera en absoluto. Al contrario, plantean que con la abertura del Ártico, tras el derretimiento del hielo causado por el calentamiento global, las naciones y las corporaciones estarán cada vez más ansiosas por explotar esa región. Así que urgen cambios militares y jurídicos que le darán a Estados Unidos mayores posibilidades de situarse en una posición para “resolver” disputas: en otras palabras, para reforzar la capacidad de proyectar el poderío militar estadounidense en esa región.
Piense en esto: Los pueblos del mundo están ante enormes sequías, una pobreza asesina causada por la disminución del rendimiento de los cultivos, amenazas para las ciudades y las tierras en que viven debido al anegamiento y la subida del nivel del mar, peores guerras por recursos que serán más dolorosas, conflictos y el enorme desplazamiento de pueblos enteros, y posiblemente una amenaza a la propia civilización humana debido a la destrucción ambiental. Pero frente a todos los horrores que la emergencia ambiental implicará, ¡esos altos militares instan a la estructura del poder estadounidense a prepararse para hacer todo lo posible para preservar el mismo sistema que es responsable de estrangular los sistemas vitales de la Tierra y de explotar la humanidad mundial en primer lugar!
Por supuesto, en ningún lugar de su informe se menciona que Estados Unidos es, en la historia del mundo, el mayor contribuyente a la acumulación de los gases de efecto invernadero, los cuales están calentando el planeta. Tampoco que Estados Unidos es en sí el mayor consumidor institucional de petróleo del planeta. Todo eso representa una denuncia severísima de este sistema capitalista imperialista, y una muestra más del hecho de que los gobernantes de este sistema son totalmente incapaces de cuidar ni al planeta ni a sus habitantes. La “seguridad nacional” estadounidense, que esos generales y almirantes consideran tan valiosa, no tiene nada en común con los intereses y la seguridad de la humanidad mundial y de la naturaleza, y de hecho es completamente contraria a éstas.
La situación clama por la urgente transformación de la base energética del planeta y por el desarrollo de fuentes renovables de energía verde en escala masiva... y por hacerlo sobre la base de avanzar hacia la eliminación de toda explotación y opresión, en los intereses de la humanidad. El sistema capitalista imperialista no puede hacer eso, y no podemos permitir que éste siga rumbo a la destrucción de gran parte de la Tierra viva y de sus habitantes.
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