Gestando ideas #2
Reflexiones sobre la crisis ambiental

24 de julio de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

"Gestando ideas" es una columna que publica algunas ideas que se envían a Revolución sobre la marcha de los acontecimientos en el mundo, cuestiones de teoría, observaciones del trabajo y vida del partido, e ideas sobre qué hacer.

 

De un lector:

Estas son algunas reflexiones y observaciones sobre la intensificación de la crisis ambiental acelerando, y algunas ideas iniciales sobre lo que tenemos que hacer.

Quiero comenzar con la crisis ambiental. Hace poco leí el libro The Sixth Extinction: An Unnatural History (La sexta extinción: una historia antinatural), de Elizabeth Kolbert. Ese libro y mis reflexiones sobre ese libro influencian en parte lo que voy a decir. Una parte muy llamativa y fundamental de este libro es la contradicción entre el hecho de que presenta un panorama convincente y relativamente integral y científico de la crisis ambiental y su impacto sobre la vida en el planeta y saca la conclusión de que de continuar las cosas tal como lo están ahora, es probable que se dé un evento de extinción extremadamente grave y una profunda crisis ambiental, al nivel de las cinco grandes extinciones anteriores, que en su mayoría destruyeron el grueso de las especies del planeta. La autora argumenta que este evento de extinción podría cambiar tanto la vida sobre la Tierra que sería imposible que los seres humanos vivieran sobre el planeta.

Y después de tener suficiente ciencia (y el valor intelectual) para hacer frente a esa conclusión horrorosa, Kolbert sigue estando completamente atrapada dentro de los confines del horizonte del derecho burgués y no puede ver la posibilidad concreta ni tampoco la remota posibilidad de una revolución en las relaciones sociales humanas y una revolución en la relación de la humanidad con el mundo natural que pusiera la sociedad humana en la posición del guardián del planeta, y no destructor de la vida sobre el planeta. Esto es una expresión muy aguda de la contradicción mucho más general de que los intelectuales, el movimiento en torno al medio ambiente y la sociedad en general no ven más allá de estos límites.

Esta es una expresión agonizante particular de la coyuntura en que nos encontramos. He aquí la pregunta: ¿cómo podemos arrebatar algo de libertad a esta situación?

En términos de dónde nos encontramos con la crisis ambiental actual, algo con lo que he estado bregando es la idea del "punto de inflexión". Creo que ya hemos rebasado un importante "punto de inflexión". Creo que hay problemas con la noción de "punto de inflexión", tal como se expresa en general entre los científicos y en el movimiento en torno al medio ambiente. Es una frase un poco apocalíptica, exagera un tanto demasiado en términos de todo o nada. Y se limita un tanto demasiado a la crisis climática. Está la opinión, "Una vez se haya rebasado el punto de inflexión del clima, estamos fritos".

La frase ha jugado un papel positivo en el sentido de que ha contribuido a popularizar los extremos de la situación a la que nos estamos acercando y la idea de que podría haber un salto a una situación radicalmente diferente. Pero en el frente político esta frase se ha traducido en algo parecido a lo siguiente: nuestra tarea es impedir la llegada del punto de inflexión. De ahí el nombre 350.org (350.org es una de las principales organizaciones que movilizan a la gente para detener el cambio climático): 350 es, precisamente, el nivel del CO2 en la atmósfera (o sea, 350 partes por millón) lo que según la evaluación de algunos científicos, nos mantendría a este lado del punto de inflexión. (Ya hemos llegado a 400 ppm, y vamos para arriba, arriba, arriba.)

Pero creo que sería más correcto y científico pensar en esta situación en términos de saltos cualitativos y nuevos saltos cualitativos. Los saltos en el clima en general y en la crisis ambiental. Los saltos que ponen las cosas en una trayectoria diferente para la vida en el planeta, y los cuales es muy difícil, si no completamente imposible, revertir.

Hay muchos indicios de que tal salto o tales saltos ya se han dado, lo que debería aumentar la urgencia de actuar, y no orillarnos a la desesperación. En este momento, existe la probabilidad de que en cosa de décadas, si no antes, se dé durante el verano el derretimiento completo de la capa de hielo del Ártico. Hay un nuevo estudio que da indicios del colapso inevitable de la capa de hielo de la Antártica Occidental, sobre el que hemos escrito un artículo. Si el estudio se mantiene, el derretimiento causará el aumento del nivel del mar de 1.2 a 3.0 ó 4.6 metros, por lo que he leído. Esto ocurrirá en el transcurso de cientos de años, pero lo esencial es que el proceso es irreversible. El derretimiento eliminará un gran número de ciudades costeras y quién sabe qué más. Ya tenemos las tormentas extremas y fenómenos climáticos extremos. Tenemos la gran probabilidad de que en la trayectoria que nos encontramos, se morirán casi todos o todos los arrecifes de coral, los que son ecosistemas marítimos sumamente importantes. Ahora hemos devastado las selvas tropicales sobre todo el planeta. La acidificación del océano va en ascenso, la que es un agente fundamental en la destrucción de los arrecifes de coral, y ya se está corroyendo cosas como algunas conchas de los moluscos, y la acidificación seguro aumentará más, no tengo idea de qué tan rápido o cuánto. Nosotros YA nos encontramos en una trayectoria hacia un planeta muy diferente. Y no será un planeta bueno para las formas de vida ahora sobre la tierra.

No hablo de la frase "punto de inflexión" solamente por el mero placer de comentarla, sino porque importa cómo vemos las cosas. A mi parecer, no es precisamente que deberíamos andar diciendo que "ya hemos rebasado el punto de inflexión". Yo creo que es crucial tener un sentido agudo de urgencia, sobre una base científica materialista, sobre la crisis del medio ambiente. No queremos poner una especie de distancia falsa entre el lugar donde nos encontramos ahora y algún futuro punto de inflexión la que hace que suene como que todavía no lo hayamos alcanzado. Tenemos que hacer frente a la realidad.

En términos de largo plazo y panorámicos, eso importa. Aunque tuviéramos una revolución mañana, incluso en un número de países imperialistas, durante muchísimo tiempo estaríamos lidiando con la lucha para convertirse en los guardianes, y no los espoliadores, del planeta, y nosotros lo estaríamos haciendo en condiciones que durante mucho tiempo se irían agudizando, lo que incluye a cosas como la producción agrícola de la humanidad. Yo no creo que será fácil dar de comer a todos sobre la base de una economía sustentable y no explotadora. Tendremos que transformar radicalmente todas las relaciones económicas, construir una base tecnológica nueva y completamente diferente que es renovable y hacerlo en condiciones de extrema sequía, inundaciones, aumento del nivel de los mares, etc., etc.

Esta será una lucha muy central, y fundamental, para llegar al comunismo, y incluso posiblemente la conservación del planeta como un lugar en el que los seres humanos podrían vivir. Y sólo para que queden perfectamente claro, únicamente la revolución comunista tiene alguna posibilidad de lidiar con todo eso en un buen sentido.

Una característica de esta crisis ambiental global, y en particular el aspecto climático, es que sigue progresando de manera rápida, más rápidamente que las predicciones científicas en muchas dimensiones importantes, de manera muy espectacular, el derretimiento de las capas de hielos. Digo que hay cierta especulación, pero creo que en parte la situación sigue así porque ya se están dando los saltos. Es más difícil que los científicos capten cuantitativamente los saltos que se están dando, lo que incluye a los saltos que se dan a lo largo de décadas y siglos como éste. Para repetir, parece que nos encontramos en medio de saltos ahora, y éstos no son algo del futuro.

Todo esto lo impulsa a ciegas el capitalismo y, en particular, la contradicción anarquía/organización. Repitiendo, sólo una revolución comunista hace que sea posible superar esta situación, para ir incorporando las actividades colectivas de la humanidad en su conjunto en la solución de estos problemas y de ir más allá de la devastación anárquica del planeta. Es requeterecontra obvio que eso es cierto, pero pocas personas siquiera pueden hablar con franqueza acerca de eso debido al cerco ideológico del comunismo. A menudo se oye el argumento, inclusive de Bill McKibben, uno de los principales líderes del movimiento climático, de que la situación es tan urgente, que "no tenemos tiempo" para una revolución. Bueno, ya nos encontramos en una fase de cambio cualitativo, del cual no podemos decir hacia dónde va. ¿Quieres que hacer frente a eso, con el capitalismo y su anarquía? ¿O con el socialismo y el comunismo?

En términos de la compenetración de eso con una revolución y cómo ello podría dar forma a una crisis revolucionaria, creo que hay diferentes maneras en que las cosas podrían desenvolverse. ¿A qué velocidad brotará una crisis revolucionaria? ¿Cuánto tardará en manifestarse la crisis ambiental y de qué formas? Todo eso está todavía por resolverse. Pero sí creo que ya hay algunas cosas que son ciertas. Ya tuvimos a Katrina, y hay una gran probabilidad de de que se den otros eventos tipo Katrina muy estrechamente relacionados con el cambio climático. Tuvimos a uno en la Ciudad de Nueva York con el huracán Sandy. La sequía ya está afectando las relaciones internacionales, por ejemplo, en Siria y en algunas partes de África, por nombrar algunos lugares.

Ahora mismo en Estados Unidos, el movimiento social en torno del calentamiento global es uno de los más importantes en el terreno, al mismo tiempo que está trabado y restringido de manera importante. Yo creo que la cuestión del medio ambiente probablemente sea una de las cuestiones de la moral y la política básica más importantes que llaman la atención y la lealtad de los estudiantes en las universidades o tal vez sea la más importante.

Siento que en medio de todas las cosas de las que nos estamos responsabilizando, tenemos que encontrar las maneras de prestar atención al tema del medio ambiente. Me agradece que hayamos publicado algunos buenos artículos. Sentía que el relativamente reciente artículo sobre el informe del IPCC escrito por Orpheus Reed estuvo contundente y apasionado y me gustaba mucho. Asimismo, el artículo más reciente sobre el colapso de los hielos antárticos. Ambos artículos capturaron la urgencia del calibre del que estoy hablando.

Creo que tenemos que recalcar muy duro y no dejan de recalcar la contradicción entre el hecho muy evidente que el capitalismo desbocado está impulsando esta crisis general, y el absurdo político que casi nadie con peso en el movimiento en torno al medio ambiente o en la vida intelectual siquiera puede hablar o quiere hablar al respecto. La polémica contra McKibben por Raymond Lotta dio en el blanco y es preciso que sigamos dándole duro.

Un punto importante acerca de los científicos. A pesar de todo el conservadurismo, de querer ser "objetivo" en la política, es decir, de no tomar una posición política, y todas las deficiencias en relación con el comunismo que tienen en común con todos los intelectuales ahora, hay una cosa positiva muy importante. Sobre una cuestión social de gran importancia, los científicos están alineados a un lado y dicen que "hay una enorme crisis ambiental, y objetivamente es cierto que existe el calentamiento global impulsado por la sociedad humana". Eso ayuda. Necesitamos que ellos hagan más, pero eso es muy importante.

Esto está relacionado con la cuestión de los estudiantes. Creo que una manera de verlo es que una cualidad básica que los estudiantes se sienten es lo que se podría llamar el imperativo moral de cuidarse del planeta. Algo de esto se expresa en términos muy estrechos en este momento, pero es muy importante. Y muchos se dejan encauzar hacia las soluciones estrechas y tecnológicas/reformistas. Pero hay un impulso muy amplio y fuerte.

Y hay tendencias que contrarrestan. Oí a alguien hablar acerca de asistir a una conferencia que era una reunión nacional del movimiento de desinversión. Por desgracia, perdimos una buena parte de la conferencia. Una sesión plenaria estuvo encabezada por las fuerzas de "justicia climática" empapadas de la política de identidad. Había estudiantes de todo Estados Unidos, muchos mero empezaban a entrar a la vida política, con profundas preocupaciones sobre el medio ambiente, muchos están dispuestos a hablar del capitalismo.

Pero esta sesión fue encabezada por una línea que les dijo a estos estudiantes (casi todos blancos) que no podían hablar de la situación del cambio climático en el mundo en su conjunto, que solamente podían dejar que las voces de las comunidades oprimidas que han sido víctimas del cambio climático hablen de su experiencia directa de hacer frente a esta situación. Y estos oradores presentaron su argumento de modo que los estudiantes les aplaudieran con entusiasmo y sintieran que estaban tomando partido con los oprimidos.

Pero, ¿qué podría estar más acorde con los intereses fundamentales de los oprimidos, y de todos, que decir la verdad sobre lo que le está pasando concreta y científicamente al medio ambiente del planeta y hacer que todos tomen conciencia de los enormes peligros, e instar a las personas a actuar? La política de identidad horriblemente estrecha y anti-científica es un gran problema, en general, en las universidades. Pero no obstante, cuando el planeta está en peligro y el veredicto de la ciencia es que el calentamiento global es real y la sociedad humana y el futuro de la humanidad y del planeta están en juego, el problema sobresale aún más fuertemente. La política de identidad rechaza hablar de la verdad de lo que está sucediendo sobre el planeta, rechaza zafarse de los confines de la rutina cotidiana y rechaza insistir en que todos se enfrenten a la realidad.

Y sean cuales fueren los mezquinos confines que la política de identidad quiera establecer, el nivel de los mares sigue subiendo y las tormentas y sequías siguen intensificándose, y las especies se extinguen a un ritmo acelerado. La pregunta es: ¿las personas se quitarán los grilletes ideológicos, inclusive la política de identidad, y harán frente a la realidad y la cambiarán? No digo que la política de identidad caracterizaba toda la conferencia, o caracterizaba a todo el movimiento en torno a la desinversión de los combustibles fósiles. No creo que lo haga, pero lo que pasó en la conferencia señala un problema real. Y también pone de relieve la importancia de la cuestión de que hay un veredicto científico sobre la realidad objetiva del cambio climático y la crisis ambiental.

Creo que en términos de la intensificación de nuestras actividades y al reflexionar sobre cómo hacer todo esto de maneras muy concentradas, es preciso que las universidades sean un eje importante de nuestras actividades, debido a lo del "imperativo moral" entre los estudiantes y además a la presencia y el papel de los científicos en estas universidades, y más en general, debido al papel crucial de los estudiantes y las escuelas en la sociedad.

En todo lo que hacemos, creo que un objetivo muy importante es encontrar las maneras de recalcar una y otra vez el punto de que el capitalismo mueve toda esta situación, y de ganar a otras personas a hacer suya esta cuestión. He aquí un punto dual: por un lado, así se fortalecerá muchísimo la lucha en torno al clima. Y por otro, al responsabilizar al capitalismo de esta manera por esta situación (mediante nuestro papel crítico de promover soluciones revolucionarias y el comunismo y la nueva síntesis), es posible tener un efecto muy importante y positivo sobre la vida intelectual en estas universidades en general.

Este no es el plan que necesitamos para la manera de llevar toda esta lucha. Pero estoy planteando estas preguntas y reflexiones para contribuir a ese plan.

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