Trasgresión y convergencia, química contagiosa y urgencia seria

Reflexiones sobre REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión — Un Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian

Andy Zee | 2 de diciembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

A las 3:00 p.m., el sábado 15 de noviembre, el sol brillante apenas calienta el día más frío del otoño de 2014. Una doble fila de personas se extiende alrededor de la manzana en frente de la Iglesia Riverside en la Ciudad de Nueva York. La planta baja de la enorme nave de la Iglesia Riverside está llena y se abren dos balcones para el público, lo que llena el recinto al tope. La luz del sol se filtra por las vidrieras de colores y el lugar crepita de anticipación. Se anuncia que se espera a un autobús de Chicago que incluye a personas de Ferguson, Misuri quienes han estado en las primeras líneas de la batalla por la justicia para Michael Brown.

Cornel West y Bob Avakian están entre bastidores haciendo sus planes de último minuto para el diálogo, cuando de repente se interrumpe el ambiente con fuertes voces rítmicas procedentes de la nave. Cornel y Bob se preguntan: ¿Qué pasa? Todo el público está de pie coreando “¡Manos arriba! ¡No disparen!” cuando Ferguson entra en el recinto.

El espíritu de revolución y resistencia y de propósito serio está presente y en el ambiente — con ganas de escuchar un intercambio profundo acerca de las cuestiones de vida o muerte sobre el futuro de la humanidad. La gente llegó emocionada y curiosa por la oportunidad poco común de ver y escuchar a Bob Avakian en vivo y en persona y en diálogo con Cornel West, en un momento en el que la gente de todo Estados Unidos estaba en vilo a la espera del veredicto en Ferguson y cuando, tras un verano de lucha, cobraba nueva determinación de poner fin a la epidemia de asesinatos policiales de jóvenes negros y latinos. En las semanas previas al evento, los organizadores del Diálogo habían señalado que el evento les daba la bienvenida a los creyentes y los no creyentes por igual, de que el diálogo no se trataba sólo de las creencias personales sino de una cuestión, o sea, de la lucha por la emancipación y el papel de la religión, lo que importa profundamente para miles de millones de personas en este momento de la historia.

Mil 600 personas están listas cuando está a punto de iniciarse REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión — Un Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian. Un anuncio de plana entera sobre el diálogo salió en el New York Times dos días antes, lo que alimentó el reconocimiento de que éste era un evento de gran importancia. A una hora, 1.900 personas llenarán casi todos los asientos en la Iglesia Riverside. El público manifestaba una amplia sed de oír a estas dos personas hablar sobre este tema.

Se presenció una combinación electrizante y poco común de personas: veintenas de personas de los multifamiliares de Nueva York, Chicago y ciudades de todo Estados Unidos. Luchadores de las líneas del frente de Ferguson, gente de diversas nacionalidades, edades y géneros. Alumnos de escuelas secundarias públicas, estudiantes universitarios de Columbia, Rutgers y la Universidad de la Ciudad de Nueva York se convivían con profesores distinguidos y maestros de secundaria. Prominentes músicos, actores, escritores, cineastas, líderes religiosos y activistas de distintas iglesias y confesiones llenan los bancos en conversación bulliciosa. En la costa oeste y en otros países, el Diálogo se trasmitía en vivo mediante Livestream.

El programa se arrancó. Después de una breve introducción, Cornel West y Bob Avakian hablaron con pasión y profundidad de la necesidad de hacer frente al sufrimiento escandaloso de los miles de millones de personas de este planeta. Al darle voz a lo que ha faltado tanto en el discurso político durante décadas, los dos criticaron sin tregua las excusas para aceptar, volverse indiferente, conformarse y / o ser cómplice con los horrores que este sistema descarga sobre el pueblo y el planeta. Lucharon con el público por una moral y una valentía moral que exigen estos tiempos. Además, lucharon por que la gente viera la necesidad del cambio radical y revolucionario — cada uno a su manera y según marcos filosóficos distintos. Actuaron y desafiaron al público a pensar y actuar según sus convicciones y a hacerlo con valentía.

Antes del diálogo, Cornel West grabó un anuncio de servicio público que prometió que iba a haber “trasgresión y convergencia”. Efectivamente. Las diferencias entre sí y su lucha con el público se manifestaban sobre una palpable base de respeto y amor que nace del potencial de las personas de ponerse en pie para cambiarse a sí mismas y al mundo. Una mujer de los suburbios comentó que no había oído nada semejante desde hace décadas — que era tan poco común e inspirador escuchar y presenciar a dos oradores tan apasionados e informados quienes no intentaban trocar perogrulladas o promesas por votos u otros favores, pero quienes se han arriesgado y siguen arriesgándose de acuerdo a sus convicciones.

Bob Avakian and Cornel West at Dialogue on November 15

Este fue un diálogo — dos presentaciones sustantivas seguidas de una profunda conversación entre Cornel West y Bob Avakian con respuestas a preguntas escritas del público que invitaban a increíbles reflexiones. Cabe escuchar y ver el diálogo entero una y otra vez, lo que se puede hacer en línea en revcom.us. El poeta y autora Alice Walker posteó el video del diálogo en su sitio web y escribió: “Gracias, hermanos West y Avakian, por este rayo de luz”.

En este informe nada más procuramos trasmitir la experiencia e importancia del Diálogo. Tocaremos sólo un poco los temas y el contenido de la conversación entre Bob Avakian y Cornel West — ojalá que sea suficiente para que las y los lectores vayan a ver el vídeo y por su cuenta y / o con otras personas se adentren en el mismo.

Primero, Bob Avakian (BA) dio una presentación de gran amplitud y profundidad que se inició con una dedicatoria a Clyde Young, un amigo y un miembro del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, quien hace poco falleció. Clyde Young, también conocido como Wayne Webb, creció en duras condiciones, como uno de aquellos que el sistema trata como “lo peor de lo peor”. Clyde estuvo preso por la mayor parte de los primeros años de su vida, donde se convirtió en un revolucionario y dedicó su vida a la emancipación de toda la humanidad. Era valiente; era un pensador profundo y un amigo de las masas populares en todo Estados Unidos. En su dedicatoria visceral y personal a Clyde Young, BA ilustró cómo aquellos que este sistema desprecia y sataniza pueden llegar a entender por qué las cosas son así y la respectiva solución por medio de la revolución; y al hacerlo transformarse a sí mismos y al mundo, y dirigir al pueblo a hacer lo mismo.

BA retaba el pensar de las personas, a veces las sacaba de su espacio de seguridad y comodidad. Muchas personas se inspiraban y animaban al conocer un marco moral y metodológico que refuta sin tregua todas las suposiciones políticas e ideológicas en las que esta sociedad se basa. Qué poco común el que miles de personas tuvieran la oportunidad de escuchar a Bob Avakian dar una presentación total sobre la revolución para superar y liberar al mundo de todas las formas de explotación y opresión. No invocó la palabra “revolución” a fin de ofrecer algunos cambios en los márgenes de la brutalidad del sistema actual. BA hizo un llamado profundamente radical —lo cual que significa ir a la raíz— a una verdadera revolución y la moral y la metodología que la humanidad necesita para emanciparse.

La mayoría de los presentes nunca habían escuchado una presentación semejante. Las personas con experiencias de los años 1960 o que habían estudiado esos años, buscaron comparaciones. Pero esta presentación era algo diferente y nuevo, pues Avakian empezaba y retomaba una discusión de la moral —una moral basada en un método científico de conocer el mundo tal como es en concreto y cómo se podría transformar mediante la revolución. Desglosó el método científico mediante ejemplos y humor para que todos pudieran entenderlo. Desde esa perspectiva —un análisis materialista de que otro mundo es posible mediante la revolución—, BA presentó y habló de grandes interrogantes tales como: “¿Nosotros podemos prescindir de dios?”, “¿Podemos ser buenos sin dios?” y “Si no hay ningún dios, ¿qué podría ser nuestra guía en la lucha por un mundo más justo?”

BA comenzó su discusión de la religión al desenmascarar de manera contundente las horribles relaciones sociales que recorren el Nuevo y Viejo Testamentos —el patriarcado, la venganza, la aprobación de la esclavitud y la brutalidad. A continuación, explicó que todos excepto los fundamentalistas religiosos más fanáticos adoptan un enfoque “de buffet” de las escrituras de me-gusta-esto-pero-no-aquello — quienes descartan lo que es aborrecedor hoy y basan su fe y acciones en las partes de la Biblia que consideran que son moralmente buenas. Dijo que si eso es lo que uno hace, pues dígalo, y lo presentó como una contradicción sobre la que hay que bregar. Al mismo tiempo, abrazó a aquellos cuyas convicciones religiosas los llevan a tomar partido con los oprimidos en su lucha por eliminar la opresión, y les animó a seguir haciéndolo, explicando por qué es que en última instancia, al apoyarse en la “fe”, se pondrá en una camisa de fuerza la capacidad de la humanidad de liberarse a sí misma. Además, en su propia presentación y en el diálogo entre los dos oradores, Cornel West desafiaba fuertemente esa perspectiva con el impulso y fundamento experienciales que la fe encierra en su capacidad de él —y del pueblo negro en Estados Unidos— de vivir, amar y luchar. Asimismo, desde esa perspectiva Cornel también recalcó la importancia y base para que las personas se unan contra la opresión y represión y que esa perspectiva tiene que guiar lo que hacemos y con quiénes tomamos partido.

En un pasaje que conmovió al público, Bob Avakian presentó una convincente visión de la posibilidad de un mundo radicalmente diferente y mejor, la cual hizo que los horrores de este mundo se perfilaran como tan escandalosamente innecesarios y en contradicción con lo que es posible. Preguntó: “¿Y qué tal si el mundo no tuviera que ser así? ¿Y qué tal si pudiéramos vivir en un mundo en el que nunca más un padre o madre tuviera que temer por la vida de su hijo sólo por el color de su tez?” De ahí, comparó horror tras horror con lo que podría ser. Los dos “¿y qué tal si?” que suscitaron gritos de reconocimiento que colmaban el recinto: “¿Y qué tal si no existiera la idea del inmigrante, y qué tal si viviéramos en una comunidad mundial de seres humanos sin fronteras y sin tanques, fusiles y aviones para reforzar ese horror?” y “¿Y qué tal si las mujeres pudieran caminar por la calle y mirar a cada hombre con el que se encuentren directamente a los ojos y no temieran nada?”

Avakian no le dio ningún cuartel a la realidad de lo que es y lo que hace Estados Unidos. Denunció las mentiras y los mitos aglutinantes que impiden que la gente vea esa realidad —lo que incluye los enormes crímenes de lesa humanidad cometidos por los demócratas— y retó al público a que reflexionara sobre lo que avalan cuando voten por aquellos que son, en efecto, criminales de guerra. Al mismo tiempo, BA habló sobre el inminente veredicto del gran jurado en Ferguson y la profunda necesidad de actuar. Cabe repasar esta sección de la presentación ahora mismo.

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Después de la presentación de Avakian, Cornel West presentó una fuerte y apasionada exposición del enfoque cristiano revolucionario de cambiar el mundo. Comenzó por decir: “Mi hermano Bob Avakian puede sostener el fuego revolucionario por largo tiempo” — en referencia al alcance, la duración y el fuego revolucionario de la presentación de BA, y la ubicaba en la negativa de BA a darse vencido a lo largo de décadas, de jamás venderse el alma por “un plato de lentejas”.

Cornel comenzó y basó su presentación en la necesidad de ser fiel para con los oprimidos. Enmarcó su presentación con las cuatro preguntas que hizo W. E. B. Du Bois en 1957: “¿Cómo es que la integridad se enfrenta a la opresión? ¿Qué hace la honestidad frente a la decepción? ¿Qué hace la decencia frente al insulto?” y “¿Qué hace la virtud frente a la fuerza bruta?” Aplicó enérgicamente estos puntos de referencia morales al momento actual, siendo su punto de partida la cruz.

Explicó que para él personalmente, Jesús no es una abstracción, pero que surge de la experiencia profunda: de la manantial de las lágrimas de su abuela y de su conocimiento de la lucha del pueblo negro. Habló de la necesidad de luchar y de la brújula moral de una fe basada en el amor. Clamaba contra el Imperio y la profunda necesidad de un análisis crítico del capitalismo, el que es algo que valora en Bob Avakian y en el Partido que él dirige.

Cornel presentó claramente sus diferencias teológicas y filosóficas con el comunismo y el ateísmo porque éstos no reconocen el significado de la cruz en la historia de Jesús y en especial en la vida de los negros, y a su vez lo hizo en el contexto de un apasionado llamado a la integridad, honestidad y compromiso y a una unidad basada en la integridad, honestidad y compromiso con la lucha que nazca de un profundo amor por “los más humildes” y de una profunda vocación para poner fin a la injusticia. Expresó su aprecio por el hecho de que BA y el PCR tienen y promueven una visión de una manera de ir más allá de esta sociedad. Concluyó con un punto fuerte de que “históricamente la furia negra siempre ha sido la amenaza central al status quo...” “no se debe a que la gente negra tiene un monopolio sobre la verdad, la bondad o la belleza...”, sino a que, cuando “el pueblo negro se despierte, todas las personas que están subordinadas y dominadas pueden entrar y despertar”. Y terminó así: “Eso es lo que nosotros entendemos juntos, por eso estamos aquí”.

Aquí sólo hemos mencionado de paso el alcance y profundidad de las presentaciones de Bob Avakian y Cornel West. Para repetir, vea el video y absórbalo todo.

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La química entre Cornel West y Bob Avakian era contagiosa. Estaban a la vez graciosos y serios, relajados y cargados de gran urgencia, enfocados en la política y entrelazándola con discusiones sobre la música, la moral y la epistemología. Más que nada la conversación era totalmente cándida — palabras francas entre dos personas con la misma pasión por adentrarse y luchar sobre las ideas como una parte integral de la manera en que las personas pueden unirse para luchar juntas para eliminar la opresión.

El canto de ese espíritu se oye especialmente durante el diálogo entre los dos, que duró una hora y media. Para apreciarlo, hay que verlo. Tratar de reproducir la urgencia y la riqueza de su discurso rebasa el ámbito del presente artículo.

Algunas de las preguntas del público: ¿Cómo cuadran las personas religiosas su fe con un punto de visto revolucionario? ¿Cómo lidiamos con la brutalidad y asesinato policial? ¿Qué es dios? ¿Qué es el papel del arte en la revolución? ¿Cuáles son los pecados de la religión y del comunismo? ¿Cómo superamos la fuerza brutal abrumadora del opresor? Se palpaba el desarrollo del pensamiento de BA y de CW en sus respuestas a estas preguntas y por medio de la conversación mutua.

Los presentes sentían la química entre ellos — una camaradería que modela un movimiento de tipo muy diferente. El público podía palpar el desenvolvimiento del proceso, al adentrarse con principios en diferencias de contenido, y no suavizarlas o soslayarlas. Por medio de dicho proceso, al clarificar las diferencias, se profundizó la unidad, basada en la más firme solidaridad con los de abajo, a los que les urge valorizar y darles fuerzas, no solamente para que luchen por sí mismos sino para que luchen contra toda forma de explotación, opresión e injusticia. Juntos ponían un ejemplo e invocaron a la gente a no conformarse con mejorar las cosas un poquito, y dormir sobre los laureles y acumularlos, mientras no se cambia nada en lo fundamental para los pueblos del mundo. Fue un proceso de forjar una unidad que no tomaba a la ligera las diferencias, que reconocía que estas diferencias importan, al mismo tiempo que reconocía la madera, la fuerza y el amor que nacen de aferrarse a los principios y de trabajar juntos para capacitar a otros a hacerlo también.

Esa química también surgió de un sentido común de que la lucha no se trata de mí o de mi grupo, no se trata de eliminar una parte de la opresión de alguna parte del pueblo, sino de eliminar toda explotación y opresión. Aunque ambos oradores tienen perspectivas distintas —la cristiandad revolucionaria arraigada en la cruz y el comunismo revolucionario arraigado en el enfoque científico del materialismo dialéctico—, se encontraron, conversaron, inspiraron y modelaron un movimiento con relaciones sociales radicalmente nuevas y diferentes.

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Además, muchos han mencionado el cariño y el reto que existían entre los oradores y el público. Si usted estaba presente, o vio la transmisión en vivo en línea, puede palpar el espíritu colectivo de viajar juntos para cambiar el mundo. No trataron de dorar la píldora. Cornel y BA luchaban con el público — para que dejara atrás las trampas mentales, la categorización y las tentaciones con las cuales esta sociedad enmaraña el pensar de la gente, para que tome posición y ACTÚE. Una persona dijo posteriormente que para ella tal vez el título para el evento haya de ser algo que BA mencionó en varios puntos: “Se no trata de un juego: lo tomamos muy en serio”. Esa seriedad de propósito, esa lucha con las personas para que dejen la manera de pensar que les limite el horizonte y el alcance de sus acciones, surge de un reconocimiento profundo del potencial de que las personas se transformen.

No faltaba la controversia. No es sorprenderse que a diferentes personas les incomodaran diferentes partes del contenido radical de la presentación de Bob Avakian. Éste habló durante más tiempo que Cornel West, y para algunas personas a las que no les parecía la duración de la presentación de BA, eso se convirtió en un vehículo para expresar su desacuerdo con el contenido. Su presentación puso retos a diferentes creencias queridas, lo que sacaba a algunas personas de su espacio de seguridad y comodidad. Tales creencias incluían la fe religiosa per se, así como los artículos de fe como Estados Unidos y la democracia; el papel de las elecciones y votar por el Partido Demócrata; restringir la visión del cambio de uno a un arreglo más equitativo entre grupos en contienda en el orden social y sistema actual; y aplicar concretamente una metodología científica para cambiar el mundo — una crítica no solamente a la religión sino al enfoque religioso con el cual demasiados comunistas y fuerzas progresistas han considerado el comunismo como algo inevitable, y han calificado a los oprimidos de dueños innatos de la verdad. Otras personas captaban y apreciaban lo que acabaron de experimentar. Una poetisa caribeña de 20 años de edad lo expresó así:

Bob Avakian de veras, muy de veras me impresionó. Yo estaba molesta con las personas que le pedían que se detuviera. Era un poco largo, lo admito, pero yo estaba muy impresionada con su perspectiva radical, militante, "No me importa, yo te diré". Creo que necesitamos más de eso. Esta nación es de hecho imperialista, carajo.

Para captar más plenamente la respuesta increíble al Diálogo, lea los comentarios publicados en www.revcom.us. Además, envíennos sus propios comentarios.

El Diálogo entre Cornel West y Bob Avakian fue un evento asombroso con importancia profunda e histórica. La multitud que llenó el recinto … aquellos que estaban presentes — las personas con décadas de experiencia en la lucha por la libertad, las y los jóvenes que llegaban directos de las líneas del frente, las personas que forcejeaban con cuestiones grandes. Los artistas y maestros y los líderes religiosos de diferentes religiones, los revolucionarios y activistas en lucha por la justicia. El evento vibraba con el tema de Revolución y Religión: La lucha por la emancipación y el papel de la religión. Al centro de esa electricidad estaban Cornel West y Bob Avakian, lo que decía cada uno, el Diálogo y la química entre ellos y con el público.

Lo que se abrió el 15 de noviembre de 2014 tiene que continuar. Es preciso que las personas consideren el Diálogo como un punto de partida para adentrarse profundamente en su trabajo. Para un sentir pleno y vivo de BA y su obra, después de ver este Diálogo, consigan la película Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Continuemos adentrándonos en el contenido, las preguntas, la divergencia y la unidad para que juntos forjemos la unidad para ACTUAR en común a fin de combatir toda forma de opresión, y al hacerlo, comprometerse a crear un mundo digno del ser humano.

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