Los criminales de guerra y torturadores reclaman la superioridad moral
Alan Goodman | 15 de diciembre de 2014 | Periódico Revoluc ión | revcom.us
¿Cómo es posible que un imperio inflija sistemáticamente la más bárbara tortura y terror sobre los pueblos del mundo, y a la vez se presenta como el paladín mundial de los derechos humanos?
No es fácil.
El propósito de la ola de tortura abiertamente autorizada por la CIA, revelada, en pequeña medida, por el informe del Senado sobre el Programa de Detención e Interrogatorio de la CIA, era de aterrorizar a los pueblos del mundo. Las noticias de boca en boca acerca de las atrocidades cometidas por los torturadores de la CIA llegaron a conocerse en todos los hogares en el Medio Oriente. Así era la intención: para dar un mensaje de que más vale que nadie, hasta las fuerzas reaccionarias las que Estados Unidos puso en operación en primer lugar, joda con el imperio de Estados Unidos y sus intereses1.
Y, no obstante, a los gobernantes de Estados Unidos también les resulta muy valioso traficar con una imagen como el paladín de los derechos humanos a fin de desviar la oposición a otros regímenes opresores hacia los canales que sirven a sus intereses.
Se puede tener una idea de lo que pasa en esta situación viendo el hecho de que la persona que a menudo se describe como el defensor más apasionado a favor de divulgar este informe del Senado (en la clase dominante) es el senador John McCain. Éste insiste en que la publicación del informe realza “la estatura” de Estados Unidos "en el mundo". Y tiene el descaro de afirmar: "Nuestros enemigos actúan sin conciencia. Nosotros no lo debemos hacer".
Este mismísimo John McCain es un certificado criminal de guerra y asesino en masa.
Era un piloto en la genocida guerra de Estados Unidos contra el pueblo de Indochina la que causó la muerte de millones de personas de Indochina. Los pilotos militares estadounidenses envenenaron el suelo y el agua de Indochina con su guerra química. Bombardearon diques para destruir el riego y así hacer padecer hambre a la población civil. Cubrían a Vietnam de juguetes simulados que se hicieron explosión cuando los niños los recogieran.
McCain estuvo en un avión derribado por los vietnamitas, y éstos lo detuvieron. Las afirmaciones de McCain de que los vietnamitas lo torturaron han sido su carta de presentación durante décadas, y se han usado para revocar los veredictos sobre la guerra de Estados Unidos en Vietnam. McCain, no tan a propósito, era un importante representante de la clase dominante de Estados Unidos en la orquestación de los acontecimientos en Ucrania durante el último año que depusieron a un gobierno más favorable a Rusia, y lo reemplazaron por un régimen pro-occidental (el que McCain bautizó como una fuerza que respeta los derechos humanos a pesar del gran papel de los nazis abiertos en él). Y él es un "halcón" al exigir que Estados Unidos aumente más rápidamente los ataques militares en Irak y Siria.
El hecho de que McCain es el testaferro de este informe del Senado es una metáfora de los objetivos concretos de los de arriba en su respectiva preparación.
Después de años de luchas políticas internas entre las diferentes fuerzas de la clase dominante para determinar lo que podían considerar formas aceptables de interrogatorio, y aun antes de que la CIA interrogara a alguien, los abogados de la CIA redactaron un memo en noviembre de 2001 que decía que iba a ser más fácil defenderse contra las denuncias de tortura si las tácticas salvaran vidas. El informe cita ocho casos en los que la CIA argumenta que sus tácticas frustraron complots y condujeron a la captura de terroristas, y que el informe del comité socava esas versiones.
No se trata de que la tortura sea algo nuevo para los gobernantes del imperio estadounidense. Éstos heredaron y adoptaron el submarino a los torturadores de la Edad de las Tinieblas y de la Inquisición española en el siglo 16 (quienes lo utilizaron, entre otras cosas, para obligar a los judíos a adoptar el cristianismo), y lo usaron en contra de los rebeldes anti-coloniales en Las Filipinas que combatían a la ocupación estadounidense a finales del siglo 19. Además, los “sustitutos” estadounidenses, es decir, los regímenes instaurados al servicio del imperio estadounidense, casi universalmente han empleado la tortura, de las "jaulas de tigre" en las que los presos políticos y los rebeldes fueron torturados en Vietnam a los odiados torturadores del Cha de Irán, la SAVAK.
Pero Estados Unidos, como un opresor imperialista al estilo democrático, ha intentado tener su pastel y comérselo también, es decir, ha intentado presentarse como el mayor paladín de los derechos humanos del mundo, a la vez que es, en efecto, el mayor perpetrador de asesinatos en masa y genocidio en el mundo, desde sus raíces en el genocidio de los amerindios. Esa fachada de derechos humanos, hecha de andrajos como lo está, ha servido a los gobernantes de Estados Unidos en la contienda con otros regímenes opresivos.
Este perverso engaño ha servido para confundir y despistar a las personas que se levantan contra la opresión en lugares como Europa del Este, el Medio Oriente y África, y en muchos casos ha servido para encauzar sus levantamientos a exigencias y programas que no sirven a la liberación, pero sí a los objetivos y metas generales del imperio estadounidense.
Que no tengan ilusiones: la esencia de los "derechos humanos" perpetrada en el mundo por los gobernantes de Estados Unidos queda al desnudo en la tortura obscena y sádica llevada a cabo por la CIA, y la negativa de Obama a enjuiciar a los que ordenaron y cometieron estos crímenes.
1. El hecho de que unas fuerzas fundamentalistas islámicas reaccionarias llevaron a cabo los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 no justifica para nada lo que hizo la CIA. No hay nada que justifica la tortura. Y en efecto, la CIA puso en operación a dichas fuerzas, entre ellas Osama bin Laden quien se atribuyó los ataques del 11 de septiembre, con el propósito de librar una guerra en Afganistán en la década del 1980 contra la Unión Soviética, que en ese entonces encabezaba un bloque imperialista rival que se enfrentaba a Estados Unidos en todo el mundo. Después del hundimiento de la Unión Soviética, estas fuerzas tenían una "desavenencia" con sus antiguos amos de Estados Unidos. Y después del 11 de septiembre, al igual que un cartel mafioso de pesos pesados, cuando Estados Unidos cree que nadie pudiera tener la idea de que es vulnerable, se desquita... con invasiones y con la tortura, a fin de darle un mensaje a cualquiera que pudiera contemplar lo de entrometerse en su camino. [regresa]
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