Matrimonio entre las personas del mismo género, Texas y comentarios de un lector sobre la guerra civil que se perfila y la repolarización

23 de marzo de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector:

9 de marzo 2015. La declaración corta de Bob Avakian, “¿Qué es una Situación Revolucionaria?” está llena de análisis científico profundo y pionero. Merece que se lea y se discuta repetidamente. No solamente para memorizar una lista de componentes que tal situación abarcaría — sino que toda persona que esté trabajando para la revolución, toda persona que anhele un mundo mejor y radicalmente diferente y que capte, a algún nivel, que tal mundo es posible, debe forcejear, de manera continua y cada vez más profunda, con los tipos de acontecimientos que tenemos que estar no solamente “buscando”, o esperando, sino activamente trabajando para acelerar, los que tenemos que estar preparados para aprovechar y moldear a fin de desarrollar plenamente las posibilidades para la revolución.

Revolución recientemente reportó sobre dos acontecimientos en otoño del 2014, las protestas poderosas por todo Estados Unidos contra el asesinato policial, y el Diálogo en Nueva York entre Bob Avakian (BA) y Cornel West, REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión, y dijo que: “Estas dos cosas, junto con otros acontecimientos y contradicciones agudas en el mundo, podrían ser parte de abrir una posibilidad concreta de hacer una revolución, si es que nosotros pusiéramos a la altura del reto”. Tales situaciones revolucionarias no surgen con mucha frecuencia — y nada sería peor que echar a perder tal posibilidad o ni siquiera reconocer que se haya emergido.

Tomando en cuenta todo eso, algunos acontecimientos recientes me hicieron reflexionar sobre el inicio especialmente de la declaración de BA, que empieza: “¿Qué es una Situación Revolucionaria? Una crisis profunda y conflictos que se agudizan en la sociedad y en el gobierno y en los círculos de poder, en que éstos no pueden encontrar una manera de resolver dichos conflictos…” (Definitivamente, se debe estudiar la declaración entera de BA).

En particular, al observar el conflicto continuo e intenso en Alabama sobre el matrimonio entre personas del mismo género y la reciente inauguración de un gobierno estatal abiertamente fascista cristiano en Texas (y el brote venenoso de acosos e intimidación que esto ha inspirado entre su base social fascista) me hizo reflexionar sobre las formas en que es posible considerar las divisiones geográficas en Estados Unidos como una expresión parcial de la polarización política a nivel nacional. Abarca una comprensión de la profundidad y la volatilidad del conflicto que continúa entre la clase dominante sobre contradicciones —que incluye conflictos sobre la moralidad— las que este sistema capitalista imperialista no puede resolver, y la contienda entre los gobernantes del sistema que surge de esas profundas diferencias.

Y de más importancia — lo que tiene que ver todo eso con preparar, acelerar, hacer y ganar una revolución concreta.

Dan más rienda a los perros de ataque

En Alabama, se ha librado una batalla jurídica intensa entre una parte del sistema jurídico federal y las cortes estatales de Alabama, sobre el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo género. Dicha batalla, que ahora se libra dentro de las cortes, tiene un impacto muy directo sobre las vidas de muchas personas en Alabama, además de implicaciones importantes para personas por todo Estados Unidos: que si las personas que desean contraer nupcias con las del mismo género son plenos seres humanos con los mismos derechos que los demás, o son de otra categoría en contra de la cual la ley puede discriminar.

Traditional American Values

Un juez federal dictaminó en enero que jueces de sucesión de Alabama, que son los que emiten las licencias de matrimonio en ese estado, deben emitirlas a parejas del mismo género. Pero ese dictamen lo impugnó Roy Moore, presidente de la Suprema Corte de Alabama y fascista cristiano. El resultado es que la mayoría de los jueces de sucesión se negaron a emitir licencias a parejas del mismo género, mientas unos pocos, especialmente en las ciudades grandes de Mobile y Birmingham, sí las emitían. Pero apenas esta semana, la Suprema Corte de Alabama en conjunto dictó que es legal la prohibición del matrimonio del mismo género en Alabama, y que se debe hacer omiso a la orden de la corte federal hasta que decida la Suprema Corte de Estados Unidos. Mientras tanto, no se emiten licencias de matrimonio del mismo género en ninguna parte del estado.

En Texas, desde las elecciones en noviembre de 2014, el gobierno estatal es controlado completamente por fascistas –— fascistas cristianos, fascistas del Partido de Té, o alguna combinación de los dos. Algo semejante está ocurriendo en la mayoría, si no todos, los estados “de los más rojos” (o sea, completamente dominados por Republicanos), que se ubican principalmente en el Sur, el Medio Oeste, y el Oeste de las Montañas Rocosas. Creo que existe una distinción importante entre decir que el gobierno estatal está completamente controlado por fascistas y decir que el fascismo se haya impuesto en esos estados. Sin embargo, “de aquí para allá se ve un camino”.

Lo que está pasando en Texas es un salto concreto más allá de lo que existía anteriormente ahí. Y en vista de lo que existía anteriormente —gobiernos encabezados por George W. Bush, Rick Perry, Tom DeLay y otros de dicha calaña, gobiernos que han sistemáticamente ejecutado y encarcelado a números sin precedente de personas, han mandado tropas armadas para patrullar la frontera contra niños, han impuesto la ignorancia anti científica en la educación pública, han maniobrado para abolir todo acceso al aborto en el estado, han tomado medidas para asegurar que ellos y los de la misma índole sigan detentando el poder sin oposición— pues, rebasar eso implica una fealdad pero fea.

Creo que es una evaluación objetiva, científica, no exagerada, decir que en Texas los fascistas controlan el gobierno estatal, y también prácticamente todos los otros niveles de gobierno aparte de algunas ciudades grandes y unas partes del Valle del Río Bravo. Esos sujetos llegan a su posición con un programa de prohibir el aborto, criminalizar generalizadamente a negros y latinos, militarizar aún más la frontera, negar la ciencia, oponerse al matrimonio entre los del mismo género, exaltar el cristianismo por encima de las demás religiones, e insistir en un “capitalismo del mercado libre” sin ninguna supervisión del gobierno federal.

Entre esa gente hay divisiones y desacuerdos, pero como un grupo o movimiento no han ido a los extremos a que han ido para diluir o ablandar su programa, ni para ceder al gobierno federal lo que consideran su “autoridad legítima”, especialmente a un gobierno federal en que los demócratas tienen mucho poder. Tampoco son unos ignorantes a los que el fuerte sol tejano los haya apendejado, sino que representan y en algunos casos efectivamente son una parte de un sector poderoso de la clase dominante. Un punto de un artículo importante en www.revcom.us, “El cierre de gobierno, la confrontación, y la urgente necesidad de una repolarización… para la revolución” es muy relevante en este contexto, y es importante captar de lleno sus implicaciones: “…es importante entender que de hecho los fascistas creen lo que dicen, en la mayoría de los casos, y están más que dispuestos a combatir por ello, de ser necesario”.

Tres acontecimientos que ocurrieron en las primeras semanas de la nueva administración republicana del gobernador Greg Abbott y el asistente del gobernador Dan Patrick dan un vistazo al rumbo por el que esa gente quiere llevar la sociedad. Abbott y Patrick repitieron la frase “vénganse, a ver que nos lo quiten” en sus discursos de investidura. Lo hicieron en el contexto de retar y burlarse de Obama en particular y del gobierno federal en general. Con “que lo quiten”, aluden no solamente a las medidas que ha tomado Texas en oposición directa al gobierno federal, o para socavar los mandatos federales, sino, más aún, la “soberanía” (gobierno propio) del estado, según ellos la perciben.

“Vénganse, a ver que nos lo quiten” es la consigna del movimiento “Portación de armas a la vista”. Dicho movimiento se está uniendo en Texas en torno a la demanda de que toda persona en el estado tenga el derecho de portar abiertamente cualquier arma en cualquier momento y cualquier lugar. Miembros del movimiento han montado manifestaciones repugnantes de hombres blancos fuertemente armados en varias ciudades tejanas, y se encuentran entre los vigilantes racistas que patrullan zonas remotas de la frontera de Texas con México.

Este grupo, me parece, tiene el potencial de convertirse en algo semejante a las “Camisas Pardas”, esbirros bajo el mando del partido nazi en Alemania para atacar a comunistas, sindicalistas y judíos, quemar sinagogas y otros actos violentos que servían para proyectar a Hitler y los nazis al poder nacional.

“Vénganse, a que nos lo quiten”, una burla dirigida a las autoridades, está en todas las banderas y banderitas de “Portación de armas a la vista”, junto con la imagen de un arma de fuego. El día que tomaron posesión Abbott y Patrick en Austin, fanáticos armados del movimiento andaban alocados por todo el predio del Capitolio y hasta en el mismo Capitolio. En un incidente ampliamente publicado en Texas, irrumpieron en la oficina de un legislador de un pueblo fronterizo que a su parecer no es suficientemente anti-inmigrante, y lo amenazaron repetidamente. Tras ese incidente, no sólo se negaron a retroceder de esas amenazas ni pedir disculpas por sus acciones estilo “camisas pardas”, sino que intensificaron sus amenazas y las expresaron aún más feo. De hecho, hasta la fecha ese legislador y su familia necesitan guardaespaldas.

Lo que asombra aún más es que tanto Abbott como Patrick se negaron a desasociarse con estos actos y amenazas, a pesar de que se les preguntó varias veces de lo que piensan sobre el incidente, y qué opinaban sobre por qué su inauguración alentaría semejante actividad. Usar la frase “Vénganse, a ver que nos lo quiten” en sus discursos de investidura era una manera deliberada y consciente para que el nuevo gobernador y asistente de gobernador de Texas se asociaran con los objetivos y métodos brutos de “Portación de armas a la vista”.

Como una semana después, un grupo de musulmanes de diferentes partes del estado fue a Austin con motivo de su anual “Día de Musulmanes en el Capitolio”. Ese evento ha estado sucediendo durante 10 o 12 años, y ha sido una oportunidad para que las personas conozcan sus representantes estatales, hagan una gira de los edificios del gobierno estatal, etcétera. Este año, una chusma organizada de fanáticos anti-musulmán del Partido del Té asaltó y ridiculizó a los participantes. Entre las víctimas de la intimidación y burla de estos fascistas era un grupo escolar de niñas que se tapaban los cabellos con pañuelos y cantaban canciones patrióticas.

Los medios dieron mucha publicidad a los comentarios odiosos y amenazantes de una legisladora republicana importante estrechamente vinculada a Dan Patrick (dijo que los musulmanes necesitan públicamente renunciar al islam y aceptar la Constitución antes de ser recibidos en su oficina). Una vez más, Abbott y Patrick se negaron a comentar o distanciarse de ninguna manera de la chusma o de la invectiva ignorante de su colega.

Para finales de enero de 2015 y en el contexto de la controversia en torno a la película El Francotirador (American Sniper), y en particular de unos comentarios sobre ésta por el cineasta documentalista Michael Moore, Greg Abbott ostentosamente declaró el 2 de febrero el “Día de Chris Kyle” en Texas. Abbott calificó a Kyle, un asesino a sangre fría y racista contra todo musulmán, de un hijo sobresaliente de Texas y un héroe estadounidense — y efectivamente sí lo era ese asesino en masa sociópata.

Pues, eso es mucho daño lo que hicieron en menos de un mes. Pero creo que es muy importante que los revolucionarios captemos lo que está desarrollándose, qué contradicciones más profundas subyacentes se revelan en semejantes despliegues reaccionarios, y qué significan para el trabajo de los revolucionarios.

BA ha hecho un análisis pionero importante de todo ese movimiento fascista cristiano. (Vea La guerra civil que se perfila y la repolarización para la revolución en la época actual.) Basado en ese análisis, se ha dicho que los republicanos tratan a su base social como perros de ataque entrenados, con una rienda que el amo puede aflojar o apretar según les convenga la situación, mientras que los demócratas mandan a los que consideran su base social a la escuela de obediencia. Un punto central que esos ejemplos ilustran es que en este período algunos líderes políticos prominentes están dispuestos a (y hasta desean) dar más rienda a los “perros de ataque”.

Es sumamente importante que los revolucionarios entiendan lo que eso nos revela sobre los cismas y abismos que dividen y polarizan esta sociedad, la gravedad de las divisiones dentro de la clase dominante sobre cómo lidiar con estos abismos (además de todos los retos internacionales ante el imperialismo yanqui), y lo que todo eso significa para que brote el potencial revolucionario, quizás de lugares inesperados y en maneras inesperadas, y quizás, al parecer, de golpe.

Los contornos de una “mezcla el caliente” con potencial revolucionario

Austin, August 2014El Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto recorrió el estado de Texas durante cinco semanas en agosto de 2014 haciéndole frente a los asaltos contra los derechos de la mujer.

Vale la pena trazar las varias situaciones posibles que podrían surgir de la “mezcla en caliente” de contradicciones que se fusionaron de manera inicial en Texas en el verano de 2014. El Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto recorrió el estado durante cinco semanas para oponerse a las leyes que iban diseñadas para cerrar casi todas las clínicas en el estado, y sus valientes acciones y consignas impactaron de manera positiva a millones de personas; básicamente al mismo tiempo, en la frontera con México, los gobiernos federales y estatales acorralaron y reprimieron sin piedad a mujeres y niños inmigrantes, la mayoría centroamericanos, y brotaron protestas contra esos asaltos desalmados por toda la región fronteriza; en medio del Viaje por la Libertad, estalló la lucha por Justicia para Michael Brown en Ferguson, y dentro de poco tiempo personas en ciudades por todo Estados Unidos, incluido Texas, estaban bloqueando carreteras, y haciendo plantones y otras formas de protesta para manifestar que “La Vida de los Negros Importa”.

Esos acontecimientos ilustran unos puntos importantes. Uno: la revolución nunca es un asunto sencillo y lineal; de hecho, ni siquiera lo son estallidos de protesta popular. Pero nada de eso está “bajo el control” de las autoridades, y cuando millones de personas tengan que plantear las cuestiones de (por ejemplo) si la mujer será reconocida como pleno ser humano, y si es justo que el gobierno utilice una fuerza abrumadora contra niños hambrientos, pues lo que los revolucionarios hacen sí tiene un enorme impacto sobre lo que la gente piense y haga, y lo que surja de semejante situación.

Otro punto es que es importante entender la realidad sobre la cual estamos obrando, en toda su complejidad y textura; entenderla lo más plena y científicamente posible, desde la perspectiva de hacer la revolución. Incluso en lugares donde parece que los elementos más abiertamente reaccionarios ejerzan un control absoluto sobre la vida política, en realidad eso es tremendamente desparejo y contradictorio, y existe enorme potencial para avances revolucionarios.

Varios aspectos de la nueva síntesis de BA son muy relevantes para bregar con la importancia y las implicaciones de los tipos de acontecimientos mencionados: el “análisis de la pirámide”, sobre los papeles de los demócratas y republicanos y las bases sociales que tratan de representar; el análisis de BA que califica el fascismo cristiano de un posible “director de escena” para el surgimiento de una crisis de legitimidad, e incluso una crisis revolucionaria en esta sociedad; su énfasis en que podemos y debemos lograr algo mejor que la democracia en el proceso de hacer una revolución.

Elementos clave del análisis político general del PCR también son muy relevantes para entender lo que ocurre: una crisis regional en el suroeste como un posible factor desencadenante de una mayor crisis de legitimidad; conflicto sobre cómo desarrollar una política sobre la frontera estadounidense-mexicana y sobre el propio México como una concentración de la contienda intensa dentro de la clase dominante estadounidense; la cuestión de la emancipación de la mujer o la agudización de su opresión, una cuestión que se resolverá de manera radical, por un lado u otro.

El matrimonio entre personas del mismo género, la Suprema Corte y la erupción de conflictos en la sociedad

Todo eso pesa sobre una decisión que la Suprema Corte probablemente hará sobre el matrimonio entre personas del mismo género el año en curso. Esta decisión tiene el potencial de ser muy impactante, en varias formas. Se espera ver los argumentos, según entiendo, en abril, y se espera una decisión a fines de junio. La Corte puede escoger entre varias alternativas para su decisión, y no trato de predecir el resultado.

Si la Corte dicta a favor del matrimonio entre personas del mismo género, o si la decisión tiene aspectos variados pero que en la mayoría son favorables para eso, no creo que esos fascistas cristianos en Texas, Alabama u otras partes vayan a aceptarla. No creo que respondan, “Bueno, no estamos de acuerdo pero ahora que es la ley de nuestro país según nuestra Constitución, tendremos que conformarnos”.

No estoy prediciendo una secesión (ni ninguna otra respuesta en particular), pero creo que hay una analogía con el estado Carolina de Sur el que abandonó la Unión (seguido luego por otros estados) cuando Lincoln fue elegido. Es muy posible que esa gente simplemente no reconozca como legítima una decisión así, y que busque formas para oponérsele. Es probable que fascistas cristianos y seguidores del Partido del Té se valgan de los viejos argumentos reaccionarios con los que justificaron la esclavitud, la secesión y la segregación del Jim Crow —“derechos de los estados” y “anulación”— como la base legal de su oposición, apuntalada por la teología fundamentalista cristiana como su fundamento filosófico y justificación de última instancia.

¿Qué significaría si los gobiernos estatales en partes de Estados Unidos se negaran a aceptar una decisión de la Suprema Corte? Las divisiones en la clase dominante son profundas y serias hoy, como lo ha analizado repetidamente BA, y creo que una decisión al estilo del ejemplo mencionado podría ser algo que desencadene el desarrollo de dinámicas impredecibles en la sociedad; podría ser, a mi parecer, en el contexto general de hoy, el tipo de cosa que no permita que la clase dominante en su conjunto “gobierne como hasta entonces” (uno de los criterios del surgimiento de una situación revolucionaria, según los expresó el gran líder comunista V. I. Lenin).

No estoy al tanto de todos los temas legales los que conllevan los casos y las decisiones sobre el matrimonio entre personas del mismo género, ni de toda la aparentemente compleja combinación de fuerzas sociales en los diferentes lados de esta cuestión. Pero sí creo que seguro podemos tratar este tema con profundidad cuando la Suprema Corte vea el caso. (También valdría la pena reflexionar sobre el impacto si toman una decisión que sí deja el tema en manos de los estados —qué serían las implicaciones, no sólo para la cuestión del matrimonio entre personas del mismo género, sino para las posibilidades revolucionarias— si la decisión de la Suprema Corte sí dejara que los estados lo decidieran, si el matrimonio entre los del mismo género siguiera legal en estados como Massachusetts o California, mientras se prohibiera en Texas y Luisiana; ¿qué implicaría esa fragmentación geográfica social y política, expresada en la aceptación o negación de un derecho tan básico, así como sobre muchas otras cuestiones, para la polarización cada vez más aguda en la sociedad, y para la aplicación de la estrategia del PCR para una revolución?)

Un público para “nuestro estilo de música” puede crecer de manera exponencial

Un comentario breve sobre la respuesta de los demócratas a lo que ocurre en Texas. Quedan paralizados por la impotencia, la irrelevancia y el engaño propio. Dicen que el predominio de los republicanos en el estado se debe a la manipulación de la circunscripción electoral institucionalizada por Tom DeLay y el hecho de que por varias razones más o menos siete millones de adultos no están inscritos para votar, y que tarde o temprano se impondrá la mayoría (los blancos son una minoría en Texas) y los republicanos perderán en los comicios.

Las personas que siguen tal razonamiento deben fijarse en unos hechos básicos. Dan Patrick, el asistente al gobernador, que siempre ha sido de plano un fascista cristiano y no lo oculta, ahora dice que tiene un “mandato”. En las elecciones preliminares del Partido Republicano del 2014, en las que “todos saben” que se decidió el resultado de las elecciones generales, menos de tres por ciento de los electores inscritos eligieron a Patrick, que de ahí ganó por goleada las elecciones generales, durante las cuales Patrick mantuvo un perfil bajo y nunca dijo ni pío acerca de sus creencias. Claro, no por eso ha dejado de imponer a fuerza su programa odioso desde que asumió el cargo.

Lo que yo quisiera señalar al plantear eso es que el público potencial para “nuestro estilo de música” puede crecer mucho si el conflicto se intensifica en torno al caso del matrimonio para los del mismo género, y los demócratas están aconsejando a la gente que “se espere hasta el próximo ciclo electoral” o hasta que voten más “minorías” (quienes en realidad son la mayoría en ese estado). En pocas palabras, creo que debemos poner mucha atención en la decisión que se dictará, y estar preparados para alcanzar a millones de personas, y dirigirlas concretamente.

Esto es esencial para estar listos y dispuestos para aprovechar y maximizar, como dice Sobre la estrategia para la revolución del PCR, “los sucesos importantes o los grandes cambios (que) pueden darse en la sociedad y en el mundo y pueden combinarse de modo que se sacuda el sistema hasta sus cimientos... se abran y amplíen profundas grietas en las estructuras y las instituciones de poder... queden al descubierto más nítidamente las descarnadas relaciones de opresión... se profundicen los conflictos en el orden establecido y no sea posible resolverlos fácilmente, y se vuelva mucho más difícil que ellos mantengan la situación intacta bajo su control y mantengan sometida a la gente. En ese tipo de situación, para un gran número de personas, se podría poner en tela de juicio seria y directamente la ‘legitimidad’ del sistema actual y el derecho y la capacidad del orden imperante de continuar gobernando, y millones de personas tendrían sed de un cambio radical que solamente una revolución pueda plasmar”.

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