La discriminación anti-LGBT de Indiana:

Una ley fascista, una tormenta de protestas

12 de abril de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us

 

La semana pasada ha presenciado el estallido de una tormenta a nivel nacional sobre una ley fascista que supuestamente es una “Ley de Restauración de la Libertad Religiosa” (RFRA por las siglas en inglés). La RFRA —al igual que otras leyes parecidas alrededor de Estados Unidos— tiene el objetivo, a pesar de las afirmaciones pobres y transparentes de algunos de sus partidarios, de promover la discriminación y persecución de la gente LGBT (Lésbica Gay Bisexual y Transgénero), y apuntalar toda clase de intolerancia, prejuicio y opresión arraigados en el cristianismo fundamentalista. En concreto, estas leyes RFRA pretenden impedir que ciudades promulguen leyes que protegen de alguna manera a las personas LGBT de la discriminación — en un país donde, por lo general, no existen tales leyes.

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¡La indignación y protesta contra la RFRA era justa y necesaria! Hizo que los gobernantes en Indiana retrocedieran un poco para tratar de cubrirse las nalgas y que hicieran algunas concesiones. En Indiana, enmendaron la ley para que las ciudades pudieran aprobar ordenanzas que prohíben la discriminación anti- LGBT — y un puñado de ciudades que tienen tales leyes pudieran mantenerlas en vigor. Y llamó la atención a la cuestión de la discriminación contra las personas LGBT.

Las marchas y otras protestas en Indiana llegan en un momento en que se debaten grandes cuestiones en la sociedad, entre ellas los rápidos cambios en la opinión pública a favor de la igualdad de las personas LGBT — y en el contexto de un nuevo estado de ánimo en la sociedad creado en gran parte por la sublevación contra el asesinato de Mike Brown en Ferguson, Misuri, el asesinato de Eric Garner en Nueva York y la exoneración que el gran jurado dio al policía que lo mató, y las consecuentes olas de protesta. Las recientes efusiones de protesta en la Universidad Duke en contra de un dogal en la universidad; en Madison, Wisconsin contra el asesinato policial de un joven sin arma de 19 años de edad; y en la Universidad de Virginia en respuesta a la brutal paliza de un estudiante negro son signos de los tiempos.

Como cantaba Bob Dylan allá por los años 60, los tiempos están cambiando. Lo que estalló en Indiana es parte de ese mosaico. Pero las fuerzas del viejo orden no se quitan del camino. Los fascistas cristianos contraatacan con saña contra los derechos de los homosexuales. Otras fuerzas de la clase dominante se hacen pasar por grandes defensores de la ilustración pero por su parte han llevado a cabo grandes crímenes de lesa humanidad aquí y en todo el mundo. La lucha que se ha desatado tiene que continuar.

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A pesar de los recientes cambios en la ley y los cambios importantes en las actitudes, siguen siendo elementos profundamente arraigados en esta sociedad la discriminación y prejuicios contra las personas LGBT.

Los medios de comunicación tradicionales rara vez examinan la situación actual de los jóvenes LGBT, pero cuando sí lo hacen, se ven condiciones dolorosas y terribles de persecución, aislamiento y miedo.

Y a pesar de un fenómeno positivo de artistas y otros personajes famosos que se declaran lesbiana, gay, bisexual o transgénero, grandes sectores de la sociedad, como los deportes, siguen siendo terreno extremadamente hostil.

Se reconoce ampliamente que Brittney Griner está camino a hacerse la mejor jugadora de baloncesto femenino en la historia. Ella escribió un artículo en el New York Times (5/5/13) en el que describió de manera muy conmovedora el tormento que se le ha sometido desde que era una niña, lo que sigue soportando por no encajar en los estereotipos de género y por hablar abiertamente de ser lesbiana. “La gente me llamaban varón y dijeron que no había manera de que pudiera ser una mujer. Algunos hasta querían que demostrara que era femenina. En la escuela secundaria y la universidad, cuando viajábamos a los partidos, me gritaban esas cosas así como epítetos raciales e insultos homófobos terribles (lo cual no es nada en comparación con las cosas horrendas que me llaman en línea estos días. Si no me creen, vean los comentarios acerca de mí en Twitter e Instagram.)

“Nadie merece pasar por esa clase de abuso. Cuando yo era joven, me ponía una cara como si no me dolía, pero se duele ser llamada nombres de odio y ser mofada porque las personas pensaban que mis pies eran enormes o que me parecía a un hombre. Era penoso oír los insultos anti-gay entre dientes cada vez que las pasé”.

Así que a la luz de eso, ¿qué significa que en Estados Unidos, en 2015, unos 20 estados (entre ellos Indiana) o han adoptado o están considerando leyes que prohíben que una ciudad adopte ordenanzas para combatir la discriminación contra las personas LGBT?

La intolerancia y discriminación en la forma de “la libertad religiosa”

En 1993, el Congreso aprobó casi por unanimidad una Ley de la Restauración de la Libertad Religiosa a nivel nacional, la que patrocinaron los demócratas. El presidente Bill Clinton la firmó, y entró en vigor. En el nombre de “restaurar la libertad religiosa”, ésta sirvió de base legal para un asalto reaccionario contra la separación de la iglesia y el estado, lo que se quedó claro de inmediato. Tuvo el efecto de atizar, legitimar y fortalecer la influencia fascista cristiana en la sociedad.

La Ley de Defensa del Matrimonio que el presidente Bill Clinton firmó en 1996 fue otro hito importante en el proceso de fortalecer y alimentar a los fascistas cristianos. Esa ley permitió a los estados negarse a reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo que otros estados han otorgado.

La RFRA y otros movimientos para expandir el “derecho” de los fundamentalistas cristianos de imponer sus creencias odiamujeres y patriarcales sobre otros alcanzó expresiones extremas y nuevas alturas cuando la Corte Suprema hizo su decisión en el caso infame “Hobby Lobby” en 2014. La mayoría de la Corte invocó la RFRA para dictaminar que los derechos religiosos se aplican a una corporación y por eso la cadena de tiendas Hobby Lobby podía, debido a sus creencias fundamentalistas cristianos, negarles la cobertura de seguro médico para algunas formas de control de la natalidad a sus empleadas femeninas. Esa decisión fue un ultraje en sí, y traía consecuencias de mal agüero.

Hoy en día está claro que la prisa por aprobar leyes como la RFRA alrededor de Estados Unidos constituye un contragolpe manifiesto cuyo motivo es al menos en parte lo de contrarrestar las medidas para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, y en algunos lugares para promulgar leyes que reconocen al menos formalmente la igualdad de las personas LGBT. Pero es más que eso — y aún peor. En un artículo reciente en Time, el ex superestrella de baloncesto, Kareem Abdul-Jabbar, se refirió a la RFRA de Indiana en estas palabras: “En el fondo, en lugar de ser un monumento a la justicia, la RFRA es un paso hacia el establecimiento de una versión estadounidense de la ley sharía”. También dice que los partidarios de la RFRA “pretenden castigar a los que no siguen su propia interpretación muy particular de la enseñanza de Dios”.

Y esa “interpretación muy particular de la enseñanza de Dios” es una interpretación literal y fascista de la Biblia — con el fin de imponer con saña “los valores tradicionales estadounidenses” los que no sólo persiguen a las personas LGBT sino que imponen por la fuerza la sumisión total de la mujer al hombre, y han servido históricamente como un bastión de la supremacía blanca.

El aluvión de protestas

5 Stops

En respuesta a la adopción de la RFRA en Indiana, miles de personas salieron a las calles en protesta, y estalló la justa indignación por todas partes. Un lector que ha seguido las protestas escribió a revcom.us con un repaso de algunas de las acciones:

“Tan pronto como se firmó el proyecto de ley, brotaron las protestas y oposición a la ley. Una gran protesta de miles de personas tuvo lugar el 28 de marzo en Indianápolis frente al Ayuntamiento Estatal. La gente coreaba, ‘Ningún odio en nuestro estado’. Una mujer llevaba una pancarta: ‘Quiero vivir en un estado que no discrimina’. Annette Gross, una madre en Carmel, Indiana, convocó la protesta por Facebook. Ella dijo que esperaba que asistieran unas 100 personas. ‘No me gusta decir que lograremos esto o aquello’, pero cuando vio a los miles de personas en la calle, dijo: ‘Pero, lo logramos’. Otras protestas más pequeñas se han celebrado en el centro de Indianápolis durante toda la semana”.

Los actores Ashton Kutcher, George Takei (de Star Trek) y James Van Der Beek y el entrevistador de televisión Larry King se pronunciaron en contra de la ley. La cantante Miley Cyrus llamó al gobernador de Indiana Pence un “asshole” [pendejo] en Instagram. El actor del show de televisión Parks and Recreation, Nick Offerman, dijo que iba a cancelar su show de comedia en Indianápolis que se programó como parte de su gira de verano de 2015.

Los feos objetivos detrás de la RFRA

Algunos de los que están detrás del RFRA, como el gobernador de Indiana, Mike Pence, aseveran que esta ley no se trata de la discriminación. Mentiras.

Un artículo en el New York Times citó a Eric Miller, fundador de una organización fascista cristiana — Advance America: “El cambio que proponen para la Ley para Restaurar la Libertad Religiosa de Indiana no es para ‘mejorarla’ sino que es un martillo para destruir la libertad religiosa”. El artículo no mencionó que Miller había enviado correos electrónicos a las iglesias instándoles a oponerse a los ataques a la RFRA, en los que Miller escribió, “¡Los panaderos, floristas y fotógrafos cristianos ahora se verían forzados por el gobierno a participar en una boda homosexual o, si no, el gobierno los castigarían! ¡Eso no es justo!”

Cuando los periodistas le pidieron a Pence —quien orquestó la modificación de la ley— a refutar esta afirmación de Miller, Pence se negó a tratarla directamente, diciendo solamente: “Esta ley no le da licencia a nadie para discriminar”. Dijo que los derechos LGBT no están “en mi agenda. Pienso que es una cuestión totalmente distinta. Quiero decir, estamos hablando de la ley de restauración de la libertad religiosa.... Quiero centrarme en eso”.

Y los demonios necrófagos de la época de la oscuridad como Miller trabajaron estrechamente con Pence para promover la RFRA. Se les invitaron a Miller y otros de su calaña a una ceremonia privada especial para firmar el proyecto de ley cuando Pence la firmó originalmente.

Los motivos de oponerse a la RFRA por parte de Apple, Walmart, NASCAR y otros

Como se ha señalado, las protestas y la indignación sobre el RFRA en Indiana estallaron en el contexto de importantes cambios en el estado de ánimo nacional. Hay un emergente espíritu de negarse a tolerar la opresión.

En el contexto de este estado de ánimo de desafío y otros factores (entre ellos la imagen de Estados Unidos en el mundo), algunas fuerzas de la clase dominante se opusieron a al menos partes de la RFRA. Tim Cook —el jefe abiertamente gay de Apple— se declaró en contra de la ley. NASCAR (Asociación Nacional de Carreras de Automóviles de Serie) declaró: “No vamos a aceptar ni participar en la exclusión o la intolerancia. Estamos comprometidos con la diversidad y la inclusión dentro de nuestro deporte y por lo tanto vamos a seguir acogiendo a todos los competidores y aficionados en nuestros eventos en el estado de Indiana y en cualquier otro lugar de nuestras carreras”. El jefe de Walmart dijo que una ley RFRA que se aprobó la misma semana en Arkansas “amenaza con socavar el espíritu de inclusión presente en todo el estado de Arkansas y no refleja los valores que defendemos con orgullo”. Y varios portavoces del Partido Demócrata, inclusive en MSNBC, denunciaron la RFRA de Indiana. También lo hicieron algunos republicanos.

Apple fabrica sus aparatos brillantes en talleres clandestinos chinos donde, en 2010 por sí solo, 14 trabajadores se suicidaron en protesta de horas y sueldos inhumanos y condiciones de vida parecidas a una prisión. NASCAR es un importante promotor de la cultura más fea y machista y ha tenido sólo un puñado de conductores negros en su historia. Walmart explota a enormes números de trabajadores en fábricas de horribles condiciones y sueldos bajos, juega un papel importante en respaldar los ataques a la educación pública y a los inmigrantes y en apoyar a los que se oponen a los derechos de la mujer y los derechos civiles, y en fecha tan reciente como 2008 financió una iniciativa en Arkansas que impediría que las familias gay y lesbianas sirvan como familias adoptivas o de cuidado temporal.

Independientemente de los sentimientos individuales de cualesquiera capitalistas en las juntas directivas de estas entidades, la desigualdad, la explotación y la defensa de las mismas es un elemento esencial de sus sistemas operativos. Esenciales para mantener su gobierno son sus fuerzas policiales militarizadas, sus redes de espionaje masivos, sus leyes represivas draconianas, y la encarcelación en masa. Pero además necesitan la lealtad de al menos sectores significativos de personas. Y en esa luz, la oposición a la RFRA de parte de fuerzas como NASCAR, Apple y Walmart es impulsada por su percepción de la necesidad que los enfrenta para mantener el sistema de capitalismo-imperialismo en tiempos difíciles y turbulentos. (Para un análisis conciso y sumamente relevante de estas contradicciones, vea Lo BAsico 3:10.)

Y en general, cuando los representantes de la clase dominante se presentan como amigos de los movimientos contra la injusticia, lo hacen en última instancia para desactivar la lucha. Se puede escribir un artículo entero sobre los crímenes de lesa humanidad llevados a cabo por los demócratas. Cuando sirvió lo que consideraba sus propios intereses, y los del sistema que sirven, los demócratas se hicieron pasar por defensores del derecho al aborto. ¿Donde están ahora? Conciliando terreno milla tras milla, diciendo que “todos” queremos que haya menos abortos, mientras que el acceso al aborto pende de un hilo.

La “reparación”

En respuesta directa a la protesta y la oposición, la legislatura de Indiana aprobó diversas modificaciones en la RFRA del estado. Cabe destacar que por primera vez en la historia de Indiana, esos cambios identifican específicamente la “orientación sexual” como un factor respecto a la discriminación, dictando que la ley “no: (1) autoriza a un proveedor a negarse a ofrecer o prestar servicios, instalaciones, el uso del alojamiento, bienes, empleo o vivienda público a cualquier miembro o miembros del público en general sobre la base de la raza, el color, la religión, la ascendencia, la edad, el origen nacional, la discapacidad, el sexo, la orientación sexual, la identidad de género o los servicios militares de Estados Unidos”.

Sin embargo, sólo un puñado de ciudades en Indiana tiene leyes que prohíben la discriminación contra las personas LGBT.

El periódico South Bend Voice concluyó: “El proyecto de ley no agrega la orientación sexual o la identidad de género a las leyes del estado contra la discriminación. En esencia, los cambios en la ley regresan a Indiana al status quo anterior cuando se podía negarse a proveer servicios a personas gay y lesbianas, despedirlas de su empleo, negarles la vivienda en la mayor parte del estado — excepto en comunidades como South Bend e Indianápolis que tienen ordenanzas que prohíben la discriminación. En lugar de permitir explícitamente la discriminación, Indiana lo permite tácitamente una vez más”. (2 de abril de 2015)

Por lo que sigue siendo la realidad que en la mayor parte de Indiana y en la mayor parte de Estados Unidos, las personas LGBT no tienen protección contra la discriminación. ¡Los empleadores pueden despedir a una persona simplemente por ser lesbiana, gay, bisexual, transgénero o estar insegura! Esto constituye un ultraje en sí, y la situación actual alimenta una cultura en la que las personas LGBT están deshumanizadas, victimizadas, y aterrorizadas.

Un choque de culturas en una sociedad en el proceso de descontrolarse

Aunque la “reparación” de la ley de Indiana ni siquiera aproxima a una solución completa a la discriminación contra las personas LGBT, los fascistas cristianos fuertemente comprometidos, los que fueron la fuerza motriz detrás de la RFRA, encuentran inaceptables las enmiendas. Alientan a su base social fanática y lunática con gritos de alarma de que los cambios en la RFRA “destruyen la protección de la libertad religiosa en Indiana” (Eric Miller).

Estas fuerzas fascistas cristianos, y los elementos de la clase dominante detrás de ellos, creen que el debilitamiento de la familia tradicional y brutalmente patriarcal es el debilitamiento de un pilar de un sistema y un conjunto de valores que insisten que se deban imponer sobre toda la sociedad. Estos fascistas cristianos se oponen al control de la natalidad de cualquier forma y exigen que se anule Roe v. Wade. Constituyen el ala derecha del Partido Republicano, el que se hace cada vez más un partido de la descarada e irredenta supremacía blanca

Todos  los que no quieren vivir en una sociedad y mundo de supremacía blanca, de prejuicios de la época de oscuridad, de persecución de la mujer, las personas LGBT y los que de cualquier manera cuestionan o divergen de “lo normal” como lo define una interpretación textual de la Biblia (y aún más, una sociedad y mundo que rechacen la verdad del cambio climático y la ciencia en general) — los que no quieren vivir en tal mundo tienen que oponerse a todo el programa.

No se debe desacelerar el trabajo de sacar a la luz y analizar esto, de manifestar la indignación y protestar contra esto siempre y cuando se les discriminen, victimicen y vilipendien a las personas LGBT en la ley y en la cultura de la sociedad. Y, para los que acaban de entrar en la vida política en torno a esta batalla: Ya que ustedes han abierto los ojos para reconocer esta injusticia, amplíen su visión para hacer frente a todo un mundo de opresión. No acepten la idea de que alguna opresión está bien. Acepten nada menos que un mundo en el que se aprecien las diferencias entre las personas y no se las utilicen para perseguir, subyugar o clasificar a algunos como menos que humanos. Tomen una posición contra lo que Estados Unidos hace a la gente alrededor del mundo con sus invasiones y aviones no tripulados. Niéguense a aceptar la encarcelación en masa de millones de personas y la epidemia de asesinato policial a los negros y latinos. No dejen que nadie les diga que acepten que la mujer esté subordinada al hombre, incluso que se les nieguen el derecho de elegir tener un hijo o no. Al contrario: luchen por un mundo libre de toda opresión.

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