¡Es justo rebelarse! ¡Organícense para una revolución concreta!
El levantamiento en Baltimore: Nuestra lucha apenas comienza
6 de mayo de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
El 12 de abril, la policía de Baltimore persiguió a Freddie Gray —un hombre negro de 25 años de edad— por el “delito” de hacer contacto visual con un policía. Lo tumbaron al suelo y le amarraron las manos a los pies como un animal. Luego lo arrojaron en una furgoneta policial. Ignoraron cruelmente sus gritos de auxilio y luego su silencio agonizante mientras quedó tirado, paralizado y sofocándose. Y en algún lugar entre la detención brutal de Freddie Gray y lo que le pasó en la furgoneta, los puercos policías asesinaron al joven.
Días de protesta, resistencia y rebelión estallaron tras la muerte de Freddie Gray. Luego, el 1º de mayo, el fiscal principal de Baltimore, Marilyn Mosby, presentó una serie de cargos contra seis policías por su papel en la detención, lesiones y muerte de Freddie Gray.
A mucha gente le sorprendió la presentación de cargos. ¿Y por qué? Porque una y otra vez, a lo largo de los años, la policía ha cometido asesinatos como éste y no los acusaron de nada. Ejemplos: Michael Brown en Ferguson, Misuri, abatido con las manos arriba. Eric Garner, el padre estrangulado en Nueva York. Andy López, el muchacho latino de 13 años asesinado por tener una pistola de juguete en Santa Rosa, California en 2013. Y parece que pasará lo mismo en el caso de Tamir Rice, el niño negro de 12 años asesinado por la policía en Cleveland también por el “delito” de jugar con una pistola de juguete, pues han transcurrido meses sin ninguna acusación contra el policía.
Sí, satisface el hecho de que se hayan presentado estas acusaciones. Pero hay preguntas — preguntas las que tiene la gente, y preguntas las que hay que plantear: ¿Por qué acusaron a los policías? ¿Qué pasará ahora? Y ¿qué es lo que hay que hacer para no sólo acusar sino que mandar estos policías asesinos a la cárcel? Y hay otra serie de preguntas: ¿Por qué la policía asesinó a un hombre joven que no cometió ningún delito? ¿Por qué sigue sucediendo eso? ¿Y qué es lo que hay que hacer para finalmente ponerle fin?
Analicémoslo.
Lo que ha logrado la gente
La razón por la cual se presentaron cargos esta vez es, en primer lugar, porque después de días de manifestaciones y agitación, la gente negra de Baltimore se levantó en rebelión el lunes 27 de abril. Lo dejó inequívocamente claro que estaba harta, y que ya no pedía sino que DEMANDABA la justicia. Se atrevió a arriesgarlo todo.
Por eso la atacaron — los puercos policías la atacaron físicamente y luego los políticos y los medios de comunicación la atacaron con palabras. Obama y la alcaldesa llamaron “matones” a los jóvenes y otros que se levantaron, un eufemismo racista con el fin de satanizarlos y dar luz verde para asesinarlos. El gobernador envió a la Guardia Nacional para aterrorizar e intimidarlos, y las autoridades impusieron un toque de queda. Los congresistas, demasiados predicadores en el barrio y las cabezas parlantes en la televisión, todos condenaron la llamada “violencia” de los desafiantes — mientras encubrían la violencia que este sistema impone sobre el pueblo en un millón de formas, aquí y en todo el mundo. Repetían que era casi seguro que no iban a presentar ningunos cargos contra los policías el viernes, primero de mayo, el día en que al principio habían prometido dar información.
Pero entonces ocurrió algo curioso. Las personas por todo el país empezaron a apoyar la rebelión. Denunciaron a Obama y la alcaldesa por satanizar a estos jóvenes. Empezaron a reconocer la violencia institucionalizada que es la vida del pueblo negro en Estados Unidos. Y se levantaron ellos mismos, saliendo a las calles y siendo arrestados — y no sólo en Baltimore, sino en todas partes, de Nueva York a Oakland. Los estudiantes y las personas de la clase media de todas las nacionalidades, así como la gente de los barrios pobres, salieron y se negaron a jugar según las reglas. El mundo entero estaba mirando. La gente, mucha gente, empezó a hablar de la necesidad de PONERLE FIN a este asesinato policial y además de que hay que identificar y desarraigar a lo que lo causa, y que hay que parar todo el programa de encarcelación en masa. La gente —tanto la gente común como una nueva generación de rebeldes— decían que este es un sistema, y que este sistema no fue diseñado para dar justicia a la gente negra. Y no tomaban la postura de “pues ni modo, ¿qué quieres que hagamos?” sino más bien de “ya no vamos a tolerar esas necedades”. Algunos hablaban de la revolución, aunque las varias personas la entendían de maneras diferentes.
El problema no es la violencia...
El problema no es “la violencia” de parte de los que luchan contra la opresión. ¿Quién, hoy en día, no diría que la violencia de los esclavos que se rebelaron contra la esclavitud era justa y positiva? ¿Y quién, en la actualidad, defendería la violencia de los dueños de esclavos — la violencia que hizo posible su sistema de esclavitud, la violencia cotidiana para mantener esclavizadas a las personas, o la violencia que utilizaron para defender ese sistema cuando se encontró, finalmente, bajo ataque? Solamente un racista reaccionario. Del mismo modo, el problema hoy NO es la resistencia del pueblo, sino la masiva violencia reaccionaria para defender un sistema de esclavitud moderna —impuesta por la policía, el ejército, y todo ese aparato de la fuerza— para aplastar a la gente.
Todo esto animó y alentó aún más a las personas básicas oprimidas de Baltimore, que se mantuvieron en pie de lucha. Como resultado los comentaristas cambiaron la canción. Comenzaron a hablar en un tono preocupado por lo que iba a suceder el viernes al no presentar ninguna acusación. Un concejal de la ciudad hasta dijo que Baltimore se iba a quemar si no se presentaran cargos. Con todo eso cerniéndose —la posibilidad de una rebelión aún más amplia y más feroz de parte de los que la sociedad ha desechado… de un apoyo cada vez más fuerte y (tal vez) militante de los estudiantes y jóvenes de todo el país (y más allá)... de cada vez más cuestionamiento del sistema, y lo que este ha hecho y está haciendo a los negros... y lo que todo esto en conjunto significaría para la posición internacional de los verdaderos matones que gobiernan este sistema, si algo estallara— de repente descubrieron que, vaya sorpresa, SÍ PODRÍAN acusar a unos puercos.
Pongámoslo bien claro: Sin que haya estallido la lucha, luego el levantamiento y luego la solidaridad desde todas partes... sin que se plantearan cuestiones tajantes en la mente de millones... es casi seguro que no hubieran presentado ningunos cargos. A decir verdad, FUERON OBLIGADOS a hacerlo, por todo el levantamiento contra el asesinato injusto, espeluznante y gratuito de Freddie Gray — la rabia que se iluminó en las calles el lunes por la tarde y la ola creciente de protesta solidaria en los días siguientes. No se trata de una fiscal “heroica” que solita se decidió — autoridades de muy alto rango calcularon que tendrían que conceder algo... por ahora... para calmar la situación.
Pero también tengamos bien claro — cargos son cargos, nada más. No son condenas ni castigos. Veamos el caso de Trayvon Martin, cuya madre Sybrina Fulton hizo presencia solidaria en Baltimore. Acusaron al vigilante que mató a Trayvon —pero en el juicio los mismos fiscales que lo acusaron se olvidaron de cómo procesarlo— y eso que ¡el asesino de Trayvon ni siquiera era un chota! Si aún falta otro ejemplo gráfico y horrífico, veamos el caso de Rekia Boyd, una joven negra de 22 años, sin arma, muerta por un policía en Chicago en 2012, estando ella sentada en un carro con unos amigos (ninguno de los cuales traía armas). Después de tres años, cuando por fin llevaron a juicio al policía asesino, el juez desestimó todos los cargos y dejó libre a este puerco, por lo que sus familiares y compañeros porcinos le dieron palmadas triunfantes en la espalda. ¡Lo exoneraron el mismísimo día en que el pueblo se rebeló en Baltimore! Así que no debemos olvidar que la justicia EXIGE que estos policías asesinos sean condenados y encarcelados por lo que hicieron — y eso requerirá lucha popular continuada, repetida y muy feroz.
¡Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución!
Pero la cuestión es más grande. El horror que le sucedió a Freddie Gray sucede a muchas otras personas, y continuará sucediendo mientras este sistema siga reinando. Además, forma parte de un horror mayor, un programa infligido a los afroamericanos durante los últimos 40 años, que definitivamente tiene un elemento y rumbo genocida. En otras partes de la presente edición, presentamos qué es este sistema, por qué este problema reaparece repetidamente, y la revolución que debemos y podemos hacer para cambiarlo todo. (Vea ¿Por qué ocurren los asesinatos policiales una y otra y otra vez? ¿Y qué se debe hacer para PONERLE FIN de una vez por todas?, Sí es un sistema... ¿Pero de qué se trata ese sistema? y Sí, esta sociedad NO se diseñó para dar la justicia a los negros y latinos. Pero ¿por qué es así -- y qué se debe hacer al respeto?
La revolución no es sólo un lema. Significa algo, algo concreto. Como hemos dicho:
Una revolución concreta es mucho más que una protesta. Una revolución concreta requiere que participen millones de personas, de forma organizada, en una lucha decidida para desmantelar este aparato estatal y este sistema, y para reemplazarlo con un aparato estatal y sistema completamente diferentes, una forma completamente distinta de organizar la sociedad, con objetivos y formas de vida completamente distintos para el pueblo. La lucha contra el poder hoy tiene que contribuir a construir, desarrollar y organizar la lucha para ganárnoslo todo, para una revolución concreta. De no ser así, protestaremos contra los mismos abusos, ¡en generación tras generación del futuro!
No hay manera de evitar este hecho: Se exigirá una lucha masiva, llena de sacrificio, para hacer tal revolución. Pero este “aparato estatal y sistema completamente diferentes” representaría los intereses de las masas y las respaldará para cambiar toda la sociedad, para emancipar a toda la humanidad. La revolución de que hablamos podría, por ejemplo, solucionar fácilmente, en el primer día del nuevo sistema, el problema del asesinato policial — las filas de sus fuerzas de seguridad tendrían un etos, unos valores, a partir de que preferirían sacrificarse su propia vida en vez de poner en peligro a una de las masas, un etos en que se les dirigiría a esas fuerzas a proteger a las masas en su lucha para superar la explotación y opresión, y NO (como ahora) se les dirigiría a reforzar esos horrores. Otros problemas requerirían más tiempo — pero se hubiera allanado el camino para solucionarlos. Serían destruidas las cadenas de la ignorancia que este sistema impone a la gente; el método científico, como lo ha desarrollado Bob Avakian, estaría a mano para que la gente lo asuma, aplique y use para transformar al mundo. Y toda la sociedad tendría el espacio para respirar.
El Club Revolución, 14 de abril, Área de la Bahía de San Francisco. Foto: ©Lonny Meyer
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Tenemos que trabajar ahora mismo para preparar para esa revolución y adelantarla. Tenemos que avanzar a base de lo que se logró en las últimas dos semanas. Tenemos que seguir luchando por justicia para Freddie, sin poner nada de esperanzas en las autoridades ni sus politiqueros. Tenemos que seguir luchando contra la persecución de los luchadores por la libertad, incluidos los que hayan sido arrestados por violar el toque de queda represivo e repugnante, y tenemos que movilizar al pueblo para poner a la defensiva a los puercos en las calles este verano. Repartir silbatos en grande en las comunidades, y lograr que los use todo el mundo, desde los mocosos hasta las abuelitas, ¡sería un gran paso adelante! Tenemos que seguir extendiendo y profundizando este espíritu por todas partes — en las calles, claro, pero también en las universidades, las escuelas y más allá. Difundan amplia y constantemente el cartel de revcom.us de las fotos de algunos de los asesinados por la policía — hagan que la gente conozca esa realidad. Animen a las personas de conciencia a tomar posición, y apóyenlas cuando lo hagan.
Lo más importante es construir eso como parte de preparar para la revolución que necesitamos concretamente para liberarnos. Que los Clubes Revolución tenga el impacto máximo, protestando toda la noche y discutiendo todo el día sobre qué es concretamente el problema y qué la solución, reclutando a la gente a “organizarse para una revolución concreta” — a ser parte de los miles que hoy influencian a millones y preparan para el día —acelerándolo a la vez— cuando sea posible dirigir a millones en una lucha campal para conquistar el poder. Que sea un verano en que muchas personas sepan de Bob Avakian — en que vean el video de su discurso Habla BA: ¡Revolución — Nada menos! (en inglés) y también el de su Diálogo con Cornel West (en inglés)… y usen la playera “¡Revolución — Nada menos!”, como parte de hacer correr la voz sobre la revolución y de extender su influencia y su espíritu global. Que se adentren en el conocimiento científico sobre cómo cambiar la sociedad y sobre la nueva síntesis del comunismo y el partido que él dirige, el Partido Comunista Revolucionario.
Manos a la obra: nuestra lucha apenas comienza.
Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución
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