Bob Avakian responde a una pregunta de Cornel West: "¿Tiene Estados Unidos la capacidad para la clase de revolución de lo que pides? ¿No ocurriría primero una revolución fascista?"
2 de diciembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
Cornel West: Una pregunta que a menudo hacen los liberales en la conversación del tipo que llevamos es la siguiente: ¿Tiene Estados Unidos la capacidad para la clase de revolución de lo que pides? ¿No ocurriría primero una revolución fascista antes de que haya una revolución comunista? Eso supone que exista más suelo derechista en el país. Por eso, si de hecho ocurriera un choque, sería más fascista que comunista. Por ende, los liberales dicen: “Más vale que ustedes opten por el terreno medio porque nosotros somos lo único que se entrepone entre los pobres y el fascismo”. ¿Cómo les responderás?
Bob Avakian: Por una parte, creo que eso es un peligro real. Existe un movimiento fascista en Estados Unidos y tiene conexiones en los máximos niveles del gobierno en el Partido Republicano. Cuenta con el aval de poderosas fuerzas en la clase dominante de este país. Por eso, es algo real y es importante no ignorarlo ni subestimarlo. Pero la respuesta no es la de tratar de “mantenerse aferrado al terreno medio” porque siguen dándose cambios en este terreno medio y crecientes virajes hacia la derecha, de modo que, para contrarrestar el fascismo, los liberales terminen por acomodarse en mayor grado con éste. Eso es una receta o una fórmula para el desastre. Lo que tiene que ocurrir es que tenemos que forjar una fuerza de las personas que más sufren bajo este sistema y que cuentan con mayores bases para levantarse en su contra, pero además otras personas de la clase media en general y de otros sectores, entre ellos los estudiantes, la intelectualidad, los profesionales y demás, que quizá no estén convencidos de la necesidad de una revolución o quizá no sientan que su vida la reclama de la misma manera apremiante que en el caso de los de abajo que están atrapados en el infierno cotidiano de esta sociedad, si se quiere usar otra metáfora semejante, atrapados en el infierno cotidiano de esta sociedad….
CW: [se ríe] Ahí viene al caso Malcolm X…
BA: Claro, eso es. Reconozco abiertamente estar en deuda con Malcolm sobre ese punto…
CW: Un musulmán profético [se ríe].
BA: …atrapados en el infierno cotidiano bajo este sistema. Pero también hay unas personas en la clase media que tal vez no estén en dicha posición, pero que se indignan por muchas injusticias y las cosas que comentas — las guerras, la destrucción ambiental, el uso de los aviones no tripulados con la capacidad de matar a cientos si no miles de civiles, ya, en los países de distintos continentes y ahora, ya, el bombardeo de Libia —sobre el que debió haber surgido más indignación— el bombardeo de Libia por parte de Estados Unidos y la OTAN, las guerras que han continuado en Afganistán y en otros lugares. Muchas personas están preocupadas por estas cosas. Pero a medida que sigan aferradas a la noción de que más vale no decir nada al respecto porque eso podría azuzar a los fascistas, van a dejar que la situación vaya de mal en peor, y de ahí podríamos encontrarnos en una situación en que la forma de gobierno sobre la sociedad asuma una forma abierta y directamente terrorista y fascista. Pero sobre lo que pasa — dos cosas: No vamos a parar todo eso conciliándose con lo mismo ni apoyándonos en otros sectores de la clase dominante quienes no van a oponérsele de la manera en que hay que hacerlo, porque son los representantes del mismo sistema y tienen que finiquitar sus arreglos y acuerdos con estas fuerzas fascistas las que también son parte de la estructura dominante; y en segundo lugar, la respuesta a todo esto es una revolución. La respuesta no es tratar de conservar alguna forma de este sistema que sería un poco menos terrible que el fascismo.
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