Con motivo del primer aniversario de su asesinato por la policía de Cleveland:
En las calles demandando justicia para Tamir Rice
2 de diciembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
El fin de semana del 21 y 22 de noviembre, la gente salió a la calle en demanda de justicia para Tamir Rice. Su asesinato frío a manos de la policía de Cleveland hace un año el 22 de noviembre, la negativa de las autoridades a acusar formalmente a los agentes que lo mataron, y los intentos del fiscal de manipular al gran jurado en aras de exonerar a los asesinos, son intolerables. Si la policía puede salir impune a pesar de haber asesinado a un niño de 12 años que no tenía arma y estaba jugando en el parque, ¿cómo es posible que alguna persona negra, latina o amerindia, en cualquier lugar, haciendo cualquier cosa, no se sienta que tiene en la espalda una diana para que la policía le apunte? Véase a continuación algunos de los informes iniciales y fotos de las protestas.
Cleveland
Cleveland, 21 de noviembre: Demandan acusaciones formales contra los policías que asesinaron a Tamir Rice.
22 de noviembre: Samaria Rice, la madre de Tamir Rice, en la vigilia en el parque donde lo asesinaron.
Fotos: Especiales para Revolución/www.revcom.us
De un/a lector/a:
El sábado, 35 personas hicieron un mitin y marcharon juntos con las familias que habían perdido a un ser querido a manos de la policía de cinco ciudades, como parte de las actividades del fin de semana para exigir acusaciones formales contra los policías que asesinaron a Tamir hace un año. Comenzamos en un cruce muy transitado, cerca de dos multifamiliares públicos. Todo arrancó con personas jóvenes y mayores, miembros del Club Revolución y activistas coreando: “Que acusen, condenen y manden a la cárcel al asesino policía – Pues, todo el sistema es culpable, carajo”. Mientras marchamos por un multifamiliar, un vecino nos dijo que el alcalde se encontraba en una secundaria más adelante por el camino. Así que marchamos entrando directamente en la secundaria con carteles, pancartas y un mensaje a todo volumen de que había que acusar a los policías que asesinaron a Tamir. El cuerpo de seguridad del alcalde agarró a un miembro de las familias, pero los manifestantes lo defendieron y el individuo podía seguir en la marcha. Luego entramos en un multifamiliar y bloqueamos parte de la calle, mientras llegaba la policía. Seguimos marchando y bloqueamos un cruce importante de la zona por al menos 25 minutos, lo que llamó la atención de la gente acerca de la necesidad de actuar para poner fin al terror policial. Había mucha emoción por la acción de hoy y un sentimiento de que habíamos roto hasta cierta medida con las protestas como de costumbre, lo que era particularmente importante en ese día, el primer aniversario del asesinato de Tamir Rice. Habrá mayores informes más tarde.
Después de la marcha, 80 personas asistieron a un mitin de denuncias para las familias en la iglesia bautista True Light Missionary. Las familias describieron el asesinato de sus seres queridos a manos de la policía. Esas familias habían llegado desde Detroit, Michigan y Akron, en Ohio, y de Washington, DC, Nueva York y Chicago, Illinois. Instaron a construir un movimiento para poner fin al terror policial, y algunos señalaron que la revolución es la solución. Todos expresaron una determinación muy sentida de poner fin a los asesinatos.
El domingo, 22 de noviembre, 400 personas se reunieron en el parque donde, hace un año, el policía de Cleveland Timothy Loehmann había matado a tiros cruelmente a Tamir Rice. La familia de Tamir Rice había convocado la vigilia. Se veía dolor e indignación en los rostros de las personas, que estaban paradas en el frío, con una fina capa de nieve en el suelo, lo mismo que hace un año cuando Tamir murió asesinado. La gente estaba conmovida al escuchar a la madre de Tamir y a sus parientes, que describieron a Tamir como un muchacho lleno de vida, gracioso y activo en los deportes. En un momento enternecedor se liberaron a 12 palomas, representando los 12 años de vida de Tamir, y luego hubo un momento de silencio. Estaban ahí activistas, familiares que habían perdido a seres queridos de Nueva York, Detroit y Cleveland, y otras personas jóvenes y mayores, de diferentes nacionalidades, para decir basta ya el terror policial. Entre carteles y afiches, se cargó una pancarta de Vidas Robadas. Un autobús llegó, lleno de estudiantes de la Coalición para Vidas Negras de la Universidad Estatal de Ohio (OSU, por sus siglas en inglés), una organización que había realizado una sentada en el centro estudiantil esta semana de apoyo a los estudiantes de la Universidad de Misuri y para denunciar el racismo en la OSU. Además, habían organizado un foro sobre el asesinato de Tamir Rice a principios de la semana. Samaria Rice les agradeció a las personas por tomar acción en contra del asesinato de Tamir y muchas otras personas a manos de la policía. Le alegraba ver que había nacido un movimiento contra el asesinato policial.
Ciudad de Nueva York
La Ciudad de Nueva York, el 22 de noviembre. Foto: Revolución/revcom.us
En Nueva York, varias acciones de protesta marcaron el primer aniversario del asesinato de Tamir Rice. Una multitud muy diversa, de activistas, estudiantes de varias universidades como la Universidad Nueva York, la Universidad New School y la Universidad Columbia, y también un animado contingente de miembros de Ministerios Templo de Restauración hicieron un mitin en la plaza Union Square de Manhattan. Entre los oradores estaban Gloria Mattera del Partido Verde, Hawa Bah cuyo hijo Mohamed murió a manos de la policía de la Ciudad de Nueva York en 2012, Travis Morales de la Red Parar la Encarcelación en Masa y Carl Dix, de esa organización y también vocero del PCR. El miembro del Club Revolución de la Ciudad de Nueva York Noche Díaz dio un discurso impactante y condujo a los presentes a repetir en voz alta la cita del libro Lo BAsico de Bob Avakian que se publicó en la edición de esta semana del periódico Revolución: "No más generaciones de nuestra juventud, aquí o a través del mundo, cuyas vidas se acaban, cuyo futuro ya está sellado, que han sido condenados a una muerte temprana o a una vida de miseria y brutalidad, que el sistema ha destinado a opresión y al olvido incluso antes de que nazcan. Yo digo no más de eso". Luego Noche les pidió a los jóvenes a presentarse y decir sus edades; varían de muy niño a adolescentes. Las personas, encabezadas por los jóvenes, marcharon a la plaza Madison Square e hicieron otro mitin. Las Raging Grannies (Abuelitas Furiosas) dirigieron a todos en cantar, incluidos los muy jóvenes.
Chicago
Chicago
Un grupo de manifestantes, pequeño pero MUY determinado, que incluía a comunistas revolucionarios, activistas de la Red Parar la Encarcelación en Masa, estudiantes y otros, le hicieron frente a una tormenta de nieve para exigir justicia para Tamir Rice, como parte de un día nacional de protesta, en el Festival de Luces en Chicago. Se trata de la ceremonia anual en Chicago de iluminar el árbol, lo que generalmente atrae a cientos de miles de personas. Ese evento se seleccionó como lugar de protesta para poder llegar a miles con el mensaje: ¡Justicia para Tamir Rice y dejen de asesinar a nuestros hijos!
Un abuelo, que es miembro del Club Revolución, llevó a sus nietos a pesar del clima. Hizo una declaración acerca de por qué fueron: “Primero, para hacer acto de presencia con mis nietos vivos. Los jóvenes necesitan poder tomar la decisión de vivir. Los niños inocentes no deberían estar en peligro debido a ninguna forma de violencia del estado o de otros; el hecho de que mis hijos o los suyos pueden ser un retrato de la violencia, en lugar de un retrato de un futuro viviente. Cualquier persona que no ha sido victimizada por la pérdida de sus pequeños debido a la violencia, debería hacer acto de presencia con sus hijos como testimonio de que todos queremos que nuestros hijos vivan hasta ver el futuro”.
Sonaron los coros: "Tamir Rice pudo haber sido su hijo; lo asesinó la policía por jugar con un juguete", "Oigan, policías, no pueden esquivarlo, asesinar a niños negros es genocidio", y "Que acusen, condenen y manden a la cárcel al asesino policía – Pues, todo el sistema es culpable, carajo".
A pesar de la ventisca, muchas personas aceptaron las tarjetas de mano y varias se quedaron para hablar con los manifestantes. Había que poner fin a la protesta después de una hora, porque la tormenta cobró más fuerza, pero claramente se logró dar el mensaje de "que no haya rutina normal" mientras no haya justicia para Tamir Rice y la policía siga asesinando a los niños negros con impunidad.
Seattle
Seattle
En Seattle varias decenas de personas se reunieron en el parque Westlake. En solidaridad con los mítines por todo Estados Unidos, la Coalición 22 de Octubre para Parar la Brutalidad Policial había convocado a las personas a exigir justicia para Tamir, a “decir los nombres” de los jóvenes y otros asesinados por la policía, y a demandar ¡ALTO al asesinato policial de nuestros hijos y todas las personas! Se había invitado a los padres a llevar a sus hijos, y a traer sus propios mensajes y pancartas.
Había dos presentadoras del mitin: la madre de Oscar Pérez-Girón, un joven latino asesinado por la policía de Seattle, y la madre de Daniel Covarrubias, un hombre amerindio asesinado por la policía en la ciudad cercana de Lakewood. Marilyn Covarrubias, la madre de Daniel, dijo: “Yo soy Tamir Rice, soy Oscar Girón, soy Antonio Montes, soy Justus Howell”. Varias personas entre los presentes subieron al tablado para leer en voz alta los nombres y las historias de los niños y jóvenes asesinados por la policía.
Fueron familias con sus hijos. Un matrimonio fue con su pequeño en carriola, y la madre, una inmigrante latina, habló ante los agrupados, diciendo que no se había dado cuenta de la gran cantidad de personas asesinadas en Estados Unidos hasta el surgimiento de las recientes protestas en todo el país. La situación de las familias les daba mucha lástima y no podían imaginar cómo sería perder a su hijo. Una madre asiática fue después de ver el volante en un café. Ella llevó a sus dos hijos, que habían hecho un cartel.
La artista y madre Anastacia Tolbert de Seattle tenía una grabación de su obra: “What To Tell My Sons After Trayvon Martin, After Michael Brown, After Medgar Evers, After, After, After, After and Before...” [Qué decirles a mis hijos después de Trayvon Martin, después de Michael Brown, después de Medgar Evers, después. Después, después, después y antes...”], la cual se puso para escuchar. La obra destacó el horrible dilema de ser madre o padre en el clima violento de un sistema racista.
La hermana de Daniel Covarrubias mandó este mensaje, el cual se leyó:
“Este movimiento para la justicia contra la brutalidad policial es algo del cual no voy a echarme para atrás. No tengo esa opción. Ninguno de nosotros la tiene. Esto pudo haber pasado a cualquiera de nosotros. Se tratan de vidas humanas, son nuestros hijos que juegan en el parque. No ahogarán mi voz. No voy a quedarme al margen, siendo testigo de esta injusticia que ha ocurrido en Estados Unidos por demasiado tiempo. Todos tenemos que seguir luchando, haciendo mítines, organizando y comunicándonos entre nosotros, porque los nombres de las víctimas jamás se deberían olvidar, ¡¡¡nosotros tenemos que ser la voz de ellas!!! Las personas necesitan saber que tienen una voz, y que se puede escucharlas si nos juntamos para un cambio. Yo sé que la mayoría de las personas en Estados Unidos no está de acuerdo con lo que ocurre y se siente impotente ante ello. Quiero decirles que existen muchísimas formas de participar. Pueden ser parte de este gran movimiento para el cambio. Yo marché por John T. Williams en 2010 y pensé que había puesto mi granito de arena, pero ahora sé que existen muchísimas otras formas en que pude haber participado. Yo tenía más poder de lo que sabía. Yo podía haber contactado a las organizaciones, las familias de las víctimas o podía haber utilizado mis propios puntos fuertes para contribuir de alguna manera. Dios ha bendecido a cada uno con dones y talentos. Todas nuestras vidas tienen valor. Merecemos vivir en paz y merecemos la justicia. Si juntamos todos nuestros puntos fuertes, les prometo que seremos una fuerza con la que habrá de vérselas, pero también seremos parte de un cambio poderoso y muy necesario en Estados Unidos”.
Al final de esta protesta muy emocionante, ¡los presentes, incluidos los niños, posaron para una foto en grupo con las pancartas, frente al carrusel!
Seattle
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