El viaje de Obama a Asia:
El lobo al que le chorrea sangre de los colmillos ofrece la paz y se prepara para la guerra
8 de junio de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
¿Cual país incinera y masacra a literalmente millones de personas por el dominio y el imperio, y décadas después elogia a sí mismo por regresar al lugar de sus monumentales crímenes, no para redimirse sino para pronunciar unas cuantas perogrulladas sobre la paz, abrazar a unos cuantos supervivientes y colocar una o dos coronas — todo para servir la actual contención militar con otras potencias con la posibilidad de masacrar aún más personas que antes?
Respuesta: Estados Unidos bajo el presidente “de la paz” Barack Obama.
Prueba número uno: el viaje de Obama del 22 al 27 de mayo en Asia.
Al mismo tiempo que Obama viajaba a través de Asia, predicando la moralidad, la paz y la reconciliación, poderosos buques de guerra estadounidenses cargados de armas de destrucción masiva navegaban las aguas tensas del mar de la China Meridional, desafiando y jugando al gato y el ratón con los aviones y barcos de guerra chinos.
La primera escala de Obama era en Vietnam. En 1961, Estados Unidos invadió este país, del tamaño de California, que está a una distancia de unos 12.000 kilómetros de Estados Unidos y jamás había hecho nada que se podría considerar aun remotamente como un acto agresivo contra Estados Unidos. Estados Unidos llevó a cabo una campaña de asesinato en masa y terror de 14 años, bombardeando, quemando, masacrando y envenenando hasta la muerte a tres millones de vietnamitas.
Un destructor de misiles guiados estadounidense, parte del Grupo de Ataque del portaaviones John C. Stennis, operando en el mar de la China Meridional. Foto: Departamento de Defensa
¿Se disculpó Obama por este horror? ¿En serio? Tapó y hasta justificó los crímenes de guerra de Estados Unidos: los dos países tenían una “historia difícil” y se vieron “empujados al conflicto” como si ambos tuvieran la culpa. Había “dolor y sacrificios en ambos lados”, dijo, como si 58.000 estadounidenses igualaran a los 3 millones de vietnamitas cuyo país entero fue incendiado por el napalm, bombardeado de forma masiva y envenenado. Y para colmo, según él, Estados Unidos se basó en el principio: “Las grandes naciones no deben intimidar a los más pequeños”.
Luego, el 27 de mayo, Obama se hizo el primer presidente de Estados Unidos para poner un pie en Hiroshima, Japón. ¿Llegó para disculparse en nombre de Estados Unidos por haber incinerado e irradiado a la muerte a más de 200.000 personas allí y en Nagasaki? ¿Por desatar el horror nuclear sobre la humanidad, siendo el primer y único país que ha usado las armas nucleares? ¿Por justificar esta masacre con la mentira descarada de que fuera necesaria para evitar una invasión aún más sangrienta? ¿Pedir disculpas? ¡Ponte serio!
Obama habló como si el arma nuclear estadounidense se hubiera caído por sí solo. Comenzó su discurso en Hiroshima con, “la muerte cayó del cielo y el mundo cambió”. Le echó toda la culpa por la guerra a Japón. Luego rindió supuesto homenaje a las víctimas, abrazó a unos pocos supervivientes y depositó una ofrenda floral en el Memorial de la Paz de Hiroshima. Por supuesto, ¡incluso aquí tenía que resaltar al puñado de prisioneros de guerra estadounidenses que murieron por la bomba! Y entonces, con una cara seria y sincera, se comprometió a trabajar por un mundo libre de armas nucleares, todo esto con el dedo sobre el arsenal nuclear más mortal del mundo, y lo más importante, mientras ha ordenado que se gastara $ 1 millón de millones (sí, lo has leído bien, ¡$ 1 millón de millones!) para ampliar y modernizar el arsenal nuclear de Estados Unidos. La hipocresía es asombrosa. Continúa aún más si tenemos en cuenta que ha cortado menos armas nucleares del arsenal que cualquier presidente en los últimos 25 años, incluso George W. Bush.
Todo esto garantizaría a Obama un lugar en el salón de fama de los sinvergüenzas, los mentirosos, los hipócritas y los asesinos en masa, pero lo peor aún está por venir. Todos sus pretextos y justificaciones por los crímenes del pasado eran parte de preparativos para los crímenes por venir.
Al mismo tiempo que Obama viajaba a través de Asia, predicando la moralidad, la paz y la reconciliación, poderosos buques de guerra estadounidenses cargados de armas de destrucción masiva navegaban las aguas tensas del mar de la China Meridional, desafiando y jugando al gato y el ratón con los aviones y barcos de guerra chinos. Obama no mencionó a China en sus discursos en Vietnam e Hiroshima. Pero esto indica lo que en verdad se trató su viaje: fortalecer las alianzas y el poderío militar para hacer frente y contener China agresivamente, con la violencia y la guerra si es necesario.
¿Por qué diablos están buques de guerra estadounidenses en el mar de la China Meridional?
El mar del la China Meridional es al borde suroeste del Océano Pacífico y lo vincula con el Océano Índico. Es una de las rutas comerciales y de transporte más claves del mundo, a través del cual unos $ 5 millón de millones en bienes se transportan cada año. Y debajo de estas aguas yacen potencialmente enormes reservas de petróleo y gas natural.
China, Taiwán, Filipinas, Malasia, Indonesia y Vietnam colindan con el Mar de la China Meridional y todos tienen reivindicaciones territoriales en competencia con los demás. En los últimos años, China se ha movilizado agresivamente en la zona, expandiendo varios arrecifes y bancos de arena hasta ser islas que China declara suyas. (China ha añadido más de 13 kilómetros cuadrados de terreno para construir estas islas desde 2013). Algunas son básicamente bases militares, con pistas de aterrizaje, y China afirma que tiene el derecho de controlar la navegación en las aguas cercanas.
Perdón, pero la última vez que verificamos, el mar de la China Meridional no era el maldito lago Michigan o incluso el Golfo de México. ¡El mar de la China Meridional se encuentra a medio mundo de distancia de Estados Unidos! Estados Unidos no tiene ningún derecho sobre esa zona que pueda ser considerado legítimo de ningún modo — pero sí tiene enormes intereses económicos (cada año, $ 1.2 millón de millones de dólares de productos de comercio estadounidense pasan por el mar de la China Meridional), y una parte crucial del dominio mundial estadounidense es su control global del comercio y navegación mundiales. Así que Estados Unidos afirma que tiene la “libertad marítima” para enviar sus buques de guerra (y proyectar su poderío militar) a esencialmente todo rincón del mundo, incluyendo el mar de la China Meridional. Estados Unidos “continuará volando, navegando y operando donde quiera que el derecho internacional lo permita”, declaró Obama en febrero.
Estados Unidos ha desafiado abiertamente los derechos que China reivindica. Estados Unidos envía frecuentemente buques de guerra —a menudo con militares de alto rango y líderes políticos a bordo— por estas aguas para insistir en que China no pueda dictar las condiciones de navegación, y envía aviones militares por este espacio aéreo como una demostración del dominio estadounidense. Naves estadounidenses en la zona están a su vez bajo la vigilancia de buques de guerra chinos, y China emite declaraciones declarando que estas maniobras de Estados Unidos son básicamente provocaciones peligrosas.
La Segunda Guerra Mundial y la actualidad: ¿La naturaleza humana? ¿O un sistema de expandirse-o-morir?
En Hiroshima, Obama echó la culpa a Japón por iniciar de la Segunda Guerra Mundial y dijo que esa guerra “surgió del mismo bajo instinto de dominación o conquista que había causado conflictos entre las tribus más simples”. Esto es sólo una excusa de mierda y un encubrimiento. No se trataba del instinto humano, ni siquiera “malas políticas”. La Segunda Guerra Mundial surgió de un SISTEMA — el imperialismo.
En Hiroshima, Obama echó la culpa a Japón por iniciar de la Segunda Guerra Mundial y dijo que esa guerra “surgió del mismo bajo instinto de dominación o conquista que había causado conflictos entre las tribus más simples, un viejo patrón amplificado por las nuevas capacidades y sin nuevas restricciones”.
Esto es sólo una excusa de mierda y un encubrimiento de los horrores del capitalismo-imperialismo. La Segunda Guerra Mundial no derivó de la naturaleza humana. Se desarrolló como resultado de una batalla entre las grandes potencias capitalistas imperialistas del mundo en ese momento para ver cuál dominaría e impondría los términos en todo el mundo — si bien incluyó guerras de autodefensa por parte de la entonces socialista Unión Soviética en contra de la invasión imperialista así como guerras progresistas de defensa nacional en las colonias y naciones oprimidas, especialmente la heroica batalla de China contra la invasión imperialista japonesa, en la que los comunistas jugaron un papel crítico, bajo la dirección revolucionaria de Mao Zedong.
Hiroshima después de que Estados Unidos lanzó la bomba atómica.
No se trataba del instinto humano, ni siquiera “malas políticas”. La Segunda Guerra Mundial surgió de un SISTEMA — el imperialismo. El imperialismo es un sistema en el que enormes bloques de capital dominan la vida económica y explotan a miles de millones de personas en todo el planeta... en el que las más poderosas naciones capitalistas-imperialistas dividen el mundo y sus pueblos en “esferas de influencia” y luchan entre sí sobre cómo organizar y dividir ese saqueo... cual lucha ha provocado docenas de horribles guerras genocidas contra las naciones y los pueblos oprimidos de Asia, África y América Latina, y en momentos clave ha estallado en masivas guerras mundiales entre los imperialistas en la que decenas de millones de personas han perecido. Es una expresión a escala mundial, en la política y la guerra, de la competencia expandirse-o-morir que está en el meollo del capitalismo.
La Segunda Guerra Mundial se llevó a cabo en un contexto de una grave crisis económica mundial, erupciones políticas masivas, intentos de revolución y golpes fascistas. La anterior división del mundo que resultó de la Primera Guerra Mundial le parecía una camisa de fuerza a cada potencia imperialista, y cada una de estas vio la Segunda Guerra Mundial como una manera de escaparse de esa camisa de fuerza. Libraron la guerra para perseguir el dominio mundial, una parte siendo el ataque del Alemania de Hitler contra la entonces socialista Unión Soviética para subyugarla bajo el dominio imperialista alemán. (De hecho, la Unión Soviética se llevó la peor parte de la guerra, ¡perdiendo a entre 20 y 28 millones de personas! Para más información sobre la Unión Soviética, y la historia de la revolución en ese país, ver la entrevista a Raymond Lotta, “No sabes lo que crees que “sabes” sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro”). Estados Unidos, que había elaborado planes para “el orden posguerra” aun antes de que la guerra hubiera comenzado, maniobró y salió de ella como el “jefe número uno” del campo imperialista, cual posición sigue ocupando hoy en día, en el proceso desplazando Gran Bretaña, y derrotando y subordinando Alemania y Japón.
Imperialismo quiere decir enormes monopolios e instituciones financieras que controlan las economías y sistemas políticos —y la vida de la gente— no solamente en un país sino en todo el mundo. Imperialismo quiere decir explotadores parasíticos que oprimen a centenares de millones de personas, condenándolas a incalculable miseria; financistas parasíticos capaces de hacer pasar hambre a millones simplemente presionando una tecla de una computadora y trasladando de esa manera grandes cantidades de riqueza de un lugar a otro. Imperialismo quiere decir guerra —guerra para suprimir la resistencia y rebelión de los oprimidos, y guerra entre los estados imperialistas rivales—, quiere decir la capacidad de líderes de estos estados de condenar a la humanidad a increíble devastación, quizás hasta la aniquilación total al oprimir un botón.
El imperialismo es el capitalismo en la etapa en que sus contradicciones básicas han alcanzado un nivel extremadamente explosivo. Pero el imperialismo también significa que habrá revolución —el levantamiento de los oprimidos para derrotar a sus explotadores y atormentadores— y que esta revolución será una lucha mundial para barrer a ese monstruo global, el imperialismo.
Bob Avakian, Lo BAsico 1:6
El uso de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, una decisión estratégica por parte de Estados Unidos, reforzó y representó esto: forzó Japón a estar bajo sus talones y, muy importante, envió el mensaje de que Estados Unidos estaba dispuesto a infligir la brutalidad y sufrimiento sin precedentes como “jefe número uno” de un sistema salvaje, y que iba a luchar desesperadamente para mantener esa posición dominante. Lo demostró unos pocos años después, en 1950, con su guerra contra Corea del Norte, en la que fuerzas encabezadas por Estados Unidos ¡mataron a tres millones de norcoreanos y destruyeron a todos salvo dos de los edificios modernos en el país!... y en la que personas clave en la clase dominante de Estados Unidos contemplaron volver a usar las armas nucleares contra China que en ese momento era un poder estatal revolucionario dirigido por Mao Zedong. (Par más información, vea Entrevista a Raymond Lotta).
Sus terribles crímenes contra Vietnam y otros países de Indochina como Laos y Camboya en la década los años 1950, 1960 y principios de los 1970 siguieron llenando ese océano de sangre y lágrimas creado por los imperialistas. El viaje “pacifico” de Obama es simplemente esa contienda en forma distinta bajo circunstancias distintas. Hoy en día el imperialismo de Estados Unidos lucha para mantenerse en la cima contra un nuevo y creciente rival, China. Se restauró el capitalismo allí después de la muerte de Mao en 1976 (a pesar de que China todavía se llama “comunista”), y como resultado ahora China también se ve impulsada para ampliar su alcance económico, político y militar. Mientras que Estados Unidos se ha centrado en el Medio Oriente, China ha hecho acuerdos y ha invertido miles de millones de dólares en el Medio Oriente, Asia Central, África y América Latina. Y ha tomado medidas militares para fortalecer su dominio en sus alrededores inmediatos, concentrado en el mar de la China Meridional, lo que ha puesto China en conflicto con Estados Unidos, y una vez más se libra la contienda, en particular, sobre la región Asia-Pacífico.
El viaje de Obama y su estrategia de “pivote a Asia”
Este choque es intenso y potencialmente explosivo porque los gobernantes de Estados Unidos, y Obama en particular, consideran la región Asia-Pacífico como la clave para la supervivencia de Estados Unidos como potencia imperialista dominante. El escritor de la revista Atlántic, Jeffrey Goldberg, entrevistó extensamente a Obama y resumió el punto de vista de Obama de esta manera:
Durante años, el “pivote a Asia” ha sido una prioridad fundamental suya. El futuro económico de Estados Unidos se encuentra en Asia, según él, y el reto que plantea el ascenso de China requiere una atención constante. Desde sus primeros días en el cargo, Obama se ha centrado en la reconstrucción de los lazos a veces raídos entre Estados Unidos y sus socios de tratado en Asia, y él está perpetuamente a la caza de oportunidades para atraer otras naciones asiáticas hacia la órbita de Estados Unidos. Su dramática apertura a Myanmar fue una de esas oportunidades; Vietnam y toda la constelación de países del Sudeste Asiático temerosos de la dominación china presentaron otras.
Obama y Estados Unidos están decididos a desplegar el poderío militar para realizar esto. Es por eso que desde que ha tomado el cargo, Obama ha visitado 10 veces a Asia, y se ha esforzado para fortalecer las relaciones con los países de la región. Es por eso que, aunque Estados Unidos y China se ponen de acuerdo y negocian a veces cuando sirve a sus intereses, los militares de Estados Unidos han construido una cadena de bases aéreas y puertos militares para cercar a China. Esta es una gran razón por la que Obama ha luchado por concretar la Asociación Trans-Pacífico, la que establecería nuevos términos a favor de Estados Unidos sobre el comercio y la inversión en negocios, entre Estados Unidos y 11 naciones del Pacífico — y excluiría China.
Obama considera la región Asia-Pacífico como la clave para la supervivencia de Estados Unidos como potencia imperialista dominante, y su viaje a Asia era parte de la rivalidad intensa y potencialmente explosiva de los Estados Unidos con China. Mientras hablaba de paz en público, a puerta cerrada Estados Unidos negociaba acuerdos militares y estratégicos con Vietnam y Japón y otras potencias mundiales.
Y China lleva a cabo sus operaciones en el mar de la China Meridional, emprendiendo una gran acumulación de fuerzas militares, lo que incluye construir la marina de guerra más grande que ningún otro país asiático, alinear los aliados, y proponer su propia Área de Libre Comercio Asia-Pacífico.
Predican la paz mientras afilan las espadas
El viaje a Asia de Obama era parte de esta rivalidad estratégica. Mientras hablaba de paz en público, a puerta cerrada Estados Unidos negociaba acuerdos militares y estratégicos con Vietnam y Japón y otras potencias mundiales. Obama levantó una prohibición de hace 41 años de vender armas estadounidenses a Vietnam y, según se informa, negociaba con Vietnam para volver a hacer disponible a las fuerzas militares estadounidenses el enorme puerto de aguas profundas del mar de la China Meridional en Cam Ranh Bay, antaño una base de operaciones para los bombardeos estadounidenses contra el pueblo vietnamita.
Su visita a Hiroshima tenía por objeto, en parte, reforzar el apoyo popular a la campaña del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, para aumentar la fuerza militar de Japón (que incluye 47 toneladas de plutonio, suficientes para miles de armas nucleares) y tal vez romper la prohibición de enviar sus fuerzas armadas a otros países.
Ante el telón de fondo de Hiroshima, Obama y el primer ministro japonés Abe robustecen su colaboración militar contra China. Foto: AP
Y después de hablar de la paz y el despertar moral en Japón, Obama se reunió con los países imperialistas del Grupo de los Siete (G7) (Estados Unidos, Italia, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Alemania y Japón) que criticaron duramente la reivindicación de derechos territoriales de parte de China en el Pacífico Occidental.
Piénselo: Obama y toda la prensa estadounidense le decían a usted que la lección básica de este viaje era que Estados Unidos lucha por la paz y defiende la paz, que Estados Unidos lidera a todo el mundo al sacar lecciones del pasado para que las naciones y los pueblos cooperen. Obama, y todos los medios de comunicación, hicieron todo lo posible para entrenarle a usted a considerar Estados Unidos como una fuerza que tal vez cometa errores de vez en cuando pero que sobre todo es una fuerza del bien. Ocultaron y justificaron los enormes crímenes de guerra realizados en aras del imperio... y para colmo, ¡hicieron todo esto para servir su VERDADERO objetivo: alinear las fuerzas para un posible conflicto con China que podría resultar en crímenes aún más enormes que los que ya han cometido!
Siete décadas después de la Segunda Guerra Mundial, y una vez más se disputa el control de la región Asia-Pacífico — la humanidad no puede tolerarlo
¿Qué nos dice que siete décadas después de la Segunda Guerra Mundial y los monumentales crímenes de guerra en Hiroshima y Nagasaki, y cuatro décadas después de los monumentales crímenes de guerra en Vietnam, que las tensiones entre las potencias rivales en la región Asia-Pacífico se intensifican de nuevo, y los gobernantes de Estados Unidos vuelven a forjar sus alianzas, fortalecer sus fuerzas militares y desarrollar sus arsenales nucleares, una vez más amenazando con hundir a la humanidad en una pesadilla de la muerte y el sufrimiento?
Dos cosas: una, que tal sistema no es digno de gobernar y poner en peligro la Tierra por un día más, y que debe ser derrocado mediante la revolución en la mayor brevedad posible. Dos, que los que gobiernan este sistema hacen frente a gran inestabilidad y amenazas, y son impulsados a implementar políticas que podrían causar trastornos y sacudidas en las sociedades que gobiernan, y que de esas condiciones podrían surgir verdaderas oportunidades para la revolución — SI los revolucionarios están preparados para trabajar en ellas y aprovecharlas.
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