Hoja informativa
Retiren los cargos contra el quema-banderas Gregory “Joey” Johnson y los RNC 16
Actualizada 19 de agosto de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
El miércoles 20 de julio, fuera de la Convención Nacional Republicana (RNC), Gregory “Joey” Johnson, respaldado por militantes del Club Revolución, prendió fuego a la bandera de Estados Unidos. Johnson y otros 16 fueron detenidos (15 de estos del Club Revolución) y ahora se enfrentan a cargos graves.
Joey Johnson y el Club Revolución queman la bandera estadounidense fuera de la Convención Republicana en Cleveland, Ohio.
Video: @Lukewearechange
Mucho está en juego en la lucha para obligar al estado a retirar TODOS LOS CARGOS INMEDIATAMENTE.
La quema de la bandera fuera de la RNC fue muy oportuna y necesaria. Los discursos y gritos en coro en esta convención fueron nada si no hitleriano. Sin embargo, los medios de comunicación y los mismos demócratas tratan a Trump como candidato legítimo, lo que demuestra la ILEGITIMIDAD del sistema en sí. Había una gran necesidad que una fuerza política expusiera lo extremo de esto y sonara la alarma — y el Club Revolución dio el paso adelante para cumplir esa necesidad.
El ataque y detención a Gregory “Joey” Johnson y los miembros del Club Revolución es evidencia de la represión que se intensificaría si no hay resistencia en su contra. El derecho a quemar una bandera en señal de protesta es un derecho que, irónicamente, el mismo Johnson ganó en un caso ante la Corte Suprema por una condena que resultó una de protesta ante la Convención Nacional Republicana de 1984. Si no se puede quemar una bandera en ESTA convención republicana, cuando unos partidarios se están enganchando los brazos para evitar posibles accidentes, pues este derecho no tiene sentido. Y si la policía utiliza la brutalidad para suprimir este derecho, como lo hizo, y les priva a las personas de sus derechos y las pone en la detención preventiva, es aún más escandaloso. Es preciso sacar a la luz, combatir y derrotar estas injusticias y esta represión.
Gregory “Joey” Johnson y el Club Revolución estaban en Cleveland luchando por un futuro completamente diferente. Repartían el Mensaje del Comité Central del PCR, Estados Unidos, “Ya es hora de organizarse para una revolución CONCRETA”, señalando claramente la necesidad de una revolución; los problemas que la humanidad enfrenta y la solución a esos problemas; la dirección para esa revolución que tenemos en Bob Avakian; y lo que la gente tiene que hacer ahora para llevar eso a cabo. Plantearon el ejemplo de una fuerza consciente y disciplinada, una fuerza que saca su valentía del conocimiento de lo que era necesario y la moral en la que se basa el Club (lo que expone también el Mensaje del Comité Central del PCR). Y proclamaron la posición: ¡Estados Unidos NUNCA ha sido grandioso, hay que derrocar el presente sistema! En todas partes —incluyendo cuando la bandera estalló en llamas— lucharon por la posición que BA promueve: “La vida de los estadounidenses no es más importante que la de la gente de otros países”.
La siguiente hoja informativa se distribuye ampliamente para forjar apoyo para Gregory “Joey” Johnson y los RNC16:
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Joey Johnson con el apoyo del Club Revolución quemó la bandera de Estados Unidos fuera de la Convención Nacional Republicana en protesta por el chovinismo tóxico y las ideas reaccionarias de todo tipo que acompañaban la candidatura de Trump. Foto: revcom.us
El 20 de julio de 2016, fuera de la Convención Nacional Republicana (RNC), Gregory “Joey” Johnson, respaldada por militantes del Club Revolución, prendió fuego a la bandera yanqui. La policía arrestó a Joey y otras 16 personas (15 de estas del Club Revolución) y ya ellos encaran cargos graves.
El 4 de agosto, un gran jurado acusó a dos de los 16 (los RNC16), sumando más cargos a la ya descarada represión en contra de esta acción y los manifestantes. Los cargos contra un acusado ahora incluyen dos cargos del delito grave de “agredir a un oficial”. A los dos acusados por el gran jurado les añadieron dos cargos menores, uno de ellos “resistencia a la detención”. Esto constituye una grave intensificación y demuestra la intención de los fiscales de castigar a los manifestantes por su poderosa declaración política pacífica ese día.
Dada la represión atroz de derechos políticos, Johnson se ha comprometido a no sólo continuar quemando la bandera como punto de principio político, sino que él y el Club Revolución pretenden combatir este caso en los tribunales y solicitar remedio jurídico en contra de la ciudad de Cleveland, la policía de Cleveland y otros organismos gubernamentales asociados que bien pudieron haber sido parte de esta supresión.
Johnson dejó en claro y con anticipación su motivo por quemar la bandera — hacer una declaración acerca del asqueroso chovinismo que fermentaba dentro de la Convención en el día cuyo tema era: “Que Estados Unidos vuelva a ser #1”. A pesar de estar literalmente cercado por cientos de policías y partidarios reaccionarios de Trump, Joey tomó un megáfono y proclamó con osadía: “¿Estados Unidos No. 1? ¿Estados Unidos primero? Siempre sí ha sido primero en el genocidio, en la esclavitud, en la explotación, la destrucción del medioambiente, la tortura, los golpes de estado, las invasiones. Hoy estamos aquí con el pueblo del mundo…”. Y le prendió en llamas la bandera.
- Los miembros del Club Revolución formaron físicamente un gran círculo, los brazos enganchados, mirando hacia afuera, para crear un espacio seguro en que Johnson pudiera quemar la bandera. El objetivo era permitir que Johnson hiciera la declaración política potente que la quema de la bandera de Estados Unidos representa. Los miembros del club pidieron a los medios de comunicación y los espectadores “por favor muévanse hacia atrás” mientras eficazmente establecieron un perímetro de seguridad sólido. Fotos y vídeo tomados cuando Johnson comenzaba a hablar y quemar la bandera evidencian esto muy claramente.
- Antes de prender fuego a la bandera, Johnson, mediante un sistema de sonido, dirigió gritos en coro y dio un breve discurso que desafió el tema de la RNC de ese día, hacer que Estados Unidos sea No. 1. Johnson tuvo que acortar su discurso porque la policía estaba apretujando el círculo. Como dijo uno de los del Club Revolución, “arremetiendo contra el círculo de seguridad y atravesándolo”. Las acciones policiales comprimieron el círculo y entonces lo rompieron. La policía roció químicos extinguidores de fuego, incluyendo en la cara de un octogenario. La policía inmediatamente agredió a Johnson después de que él había prendido fuego a la bandera estadounidense, lo agarró por la camisa y lo puso en una llave de estrangulación para arrastrarlo al suelo.
- Contrariamente a lo que afirmó el jefe de policía de Cleveland, Williams, Johnson no se prendió fuego a sí mismo ni a ningún otro a su alrededor. El alcalde y el jefe de la policía persistieron en esta mentira, divulgándola por los medios de comunicación, mientras que Johnson estaba detenido físicamente e incapaz de desmentirla. De hecho, fue el asalto físico de la policía contra los manifestantes lo que creó una situación peligrosa para Johnson y otros.
- La fiscalía afirma que Johnson agredió a dos reporteros que supuestamente fueron quemados por las brasas de la bandera. Los informes policiales confirman que estos dos, en realidad, no eran “reporteros” sino partidarios de Trump que intentaron impedir la quema de la bandera porque era “anti-estadounidense”. En un video publicado el 20 de julio de 2016 por Infowars, un sitio web de Alex Jones, estos “reporteros” se jactan de haber agredido a Johnson en un intento violento de impedir que quemara la bandera: “Le rompimos la camisa al tipo [Gregory Johnson] y le dimos puñetazos y patadas”... Estos cargos se derivan de alegaciones de personas que por su propia admisión emprendieron un intento de impedir lo que se supone que es la expresión legalmente protegida, cual intento constituye un acto ilegal de su parte. Encima, se jactaron de haber cometido asalto y agresión contra Johnson, otro acto ilegal. No obstante ¡es Johnson quien se encuentra acusado de agredir a estos dos! (www.usnews.com/news/articles/2016-08-10/rnc-flag-burning-case-gets-messy-as-victims-identified).
- No se necesitaba permiso para este evento. Se habían celebrado protestas y ruedas de prensa en el área de la esquina de la Calle 4 y la Avenida Prospect en el centro de Cleveland; dos días antes lo había hecho el Club Revolución. Ninguna de estas protestas tenía permiso. Johnson determinó que esta sería el mejor lugar para hacer su declaración, en yuxtaposición con el chovinismo estadounidense tóxico que la RNC vomitaba. Ningún otro lugar en Cleveland habría tenido tanto significado como éste. Se había publicitado la programada quema de la bandera por días de antelación.
- No había ninguna orden de dispersar que estaba audible para el público, ya sea antes o después de la quema de la bandera. El Gremio Nacional de Abogados, los observadores de Amnistía Internacional y los observadores legales presentes emitieron declaraciones. Contrariamente a los informes mediáticos iniciales, no acusaron a ninguno de los RNC16 de negarse a dispersarse, probablemente porque no había ninguna orden de dispersar que cumpliera con los protocolos en que el Departamento de Policía de Cleveland había convenido en cuanto al manejo de las protestas políticas (www.thenation.com/article/why-are-detained-rnc-protestors-still-in-jail).
- En el video se escucha a un solo policía decir "te estás quemando" cuando la policía inicia el ataque. Ese fue el pretexto para anularle a Johnson el derecho de expresión protegida. Las autoridades sabían que la quema de la bandera es una expresión protegida. El jefe Williams reconoció eso en sus declaraciones. Una preocupación falsa por su seguridad (o sea: que Johnson mismo se metió en una situación peligrosa) fue la única manera de lograr burlar la decisión de la Suprema Corte. Por analogía, muchos han visto los videos de policías gritando “deja de resistir” para justificar sus acciones cuando es obvio que el detenido no se opone resistencia.
- Después de que arrestaron a Johnson, mientras estaba sometido por una pandilla de policías, ¿por qué la policía se puso a detener a muchos otros en el período después de que se quemó la bandera? Todos menos dos de estos vestían las playeras negras que son el uniforme del Club Revolución. La playera dice: “Habla BA: ¡REVOLUCIÓN, Y NADA MENOS!” Además de Johnson y los 15 asociados con el Club Revolución, detuvieron a un periodista australiano inmediatamente después de que le preguntó a la policía por qué atacaba a los Comunistas Revolucionarios cuando protegían a los de la Iglesia Bautista Westboro que vomitaban su odio contra los gays, condenándoles al infierno.
Joey Johnson (con la camisa rota), militantes del Club Revolución, y otros acusados de quemar la bandera, acaban de salir de la cárcel y celebran un mitin en frente del Centro de Justicia junto con partidarios y Revcoms quienes habían marchado desde la Plaza Pública coreando "¡quemar esa bandera!". Foto: Especial para revcom.us
- Detuvieron a Johnson y los otros manifestantes acusados de delitos menores por más de 24 horas, o sea, fue una detención preventiva para impedir que siguieran protestando en las calles contra la RNC. El Gremio Nacional de Abogados y los abogados de la NAACP allí denunciaron eso con firmeza. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) de Ohio emitió unas quejas fuertes al respecto. La alcaldía se había jactado de estar preparada para poder procesar rápidamente a cientos de detenidos si fuera necesario. Sin embargo no fueron capaces de procesar a estos 17 casos a tiempo. Finalmente, todos salieron bajo palabra (sin tener que pagar fianza).
- Tres personas que participaron en la quema de la bandera fueron al hospital por heridas sufridas durante el ataque policial. A un detenido no le dieron nada de comer por 24 horas. Unos abogados y profesionales de la salud tenían que hacer grandes esfuerzos, durante horas, para conseguirle medicina indispensable para uno de los detenidos.
- La corte está requiriendo que algunos acusados comparezcan en audiencias previas por delitos menores a pesar de los esfuerzos de sus abogados para comparecer en su nombre. Esto es puramente punitivo, obligándolos a viajar desde muy lejos para una rutinaria audiencia de evaluación del caso.
En resumen, el enfrentamiento empezó y se desarrolló a raíz de un ataque y detenciones ilícitos e inconstitucionales en que la policía utilizó la violencia física; y dado que fue ilícito e inconstitucional, constituye una agresión DE PARTE DE LA POLICÍA EN CONTRA DE LOS MANIFESTANTES. Todo eso de atacar y arrestar a personas que estaban ejerciendo una actividad política que se ha establecido claramente que es protegida por la Constitución —con la participación del mismísimo acusado del caso judicial determinante— constituye el arresto falso, la agresión como parte de ese arresto falso, y la violación de derechos y libertades civiles claramente establecidos.
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