Carl Dix es un valiente luchador por la libertad de los años 1960 que se transformó en un luchador revolucionario y en un comunista. Dix pasó dos años en una prisión militar por desobedecer órdenes de combatir en la injusta guerra de Vietnam. Salió impenitente y pasó a ser miembro fundador del Partido Comunista Revolucionario (PCR), Estados Unidos, y a dedicar la vida a la emancipación de toda la humanidad. Hoy, Carl es un seguidor y promotor de Bob Avakian, de su dirección y de su nueva síntesis visionaria del comunismo. Carl Dix y Cornel West co-fundaron la Red Parar la Encarcelación en Masa (SMIN) y De Pie en Octubre lo que organizó a miles de personas para tomarse las calles de la Ciudad de Nueva York para exigir un fin al terror policial.
Por qué no voy a votar en estas elecciones, por qué ustedes tampoco deberían hacerlo... Pero por qué ¡yo sí defenderé el derecho de votar de la gente negra y otros oprimidos!
Carl Dix
4 de noviembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
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No voy a votar en estas elecciones. Les digo a ustedes que tampoco voten. Pero al mismo tiempo voy a defender el derecho de votar de la gente negra y otros oprimidos con motivo del Día de las Elecciones, y lo haré como parte del trabajo de organización para una revolución CONCRETA — y les pido que ustedes se unan conmigo.
Déjenme explicarlo.
Por qué NO voy a votar...
No voy a votar en estas elecciones. Primero, ¿por qué carajos debería hacerlo? ¿Por qué debería votar cualquiera que desee eliminar la opresión? El presente sistema es responsable de horrores en Estados Unidos y en todo el mundo — de los refugiados que se mueren al tratar de escapar de las guerras imperialistas a las víctimas abatidas a tiros en las calles por la policía en Estados Unidos... de las mujeres víctimas del abuso y denigración a escala mundial, a la destrucción del medio ambiente. El presente sistema ha organizado la votación, y ésta avala el presente sistema. Es como si durante la esclavitud hubieran dejado que las personas votaran por el amo de esclavos que quisieran que fuera su amo — los esclavos no sólo todavía hubieran sido esclavos, sino que los amos hubieran aprovechado el hecho de que los esclavos hubieran votado por uno de los amos de esclavos para afirmar: “Fíjense que la esclavitud no está tan mal, y ya que ustedes han participado en la elección de los amos de esclavos, ustedes están de acuerdo con eso”. No nos hace falta una mejor forma de esclavitud — lo que nos hace falta es un mundo completamente nuevo, sin ninguna forma de esclavitud, explotación o opresión. Para alcanzar ese mundo, necesitamos una revolución — una revolución concreta en la que las masas populares DERROQUEN al sistema.
El acto de votar nos mantiene en el mundo tal como es. El acto de votar no es neutral — perjudica y así es su propósito. Además, lo que ha ganado la gente en Estados Unidos lo ha ganado por medio de lucha decidida, y no por medio de las elecciones. Por eso, en el Partido Comunista Revolucionario (PCR) decimos: “¡Estados Unidos NUNCA ha sido grandioso! Tenemos que derrocar, y no votar por, el presente sistema”. Además, por eso nos venimos organizando ya para una revolución concreta a la mayor brevedad posible y por qué es necesario que ustedes sean parte de ésta.
Sé que nos dicen que debamos votar por Clinton para que no gane Trump. Veamos la realidad: Trump es un fascista que sataniza a los musulmanes y los inmigrantes, odia y denigra a las mujeres y no tiene ningún respeto por la humanidad de la gente negra. Propone que estos cerdos policías se desmanden aún más contra los negros, latinos y otra gente de color. Brama un patriotismo aborrecible de “Estados Unidos Número Uno” y desprecia totalmente, tanto en palabras como en acciones, el estado de derecho. ¡El hecho de que el presente sistema entero ha promovido y tratado a este fascista irredento hocicón, como un candidato legítimo a la presidencia desde el principio hasta hoy día, nos enseña mucho sobre lo I-legítimo que lo es todo el actual maldito sistema!
Pero Hillary Clinton sirve al mismo maldito sistema. Clinton es una criminal de guerra comprobada. En la década de 1990, la administración de su esposo, en la que ella desempeñó un papel importante, impuso sanciones sobre Irak que causaron la muerte de 500.000 niños iraquíes. La administración de Bill Clinton lo llamó daño colateral admisible. Se jacta de su papel en el derrocamiento del gobierno de Libia, lo que provocó la muerte de muchos miles de personas y el mayor crecimiento del reaccionario yihadismo islámico. Desde los años noventa hasta ahora, ha apoyado enérgicamente a Israel en cada uno de sus actos de agresión contra el pueblo palestino. En la década de los noventa, tachó a los jóvenes negros de “súper depredadores” a que hay que “domar”, y apoyó la política de inundar las calles con 100.000 policías adicionales y privarles de derechos jurídicos a los acusados. Estos actos más que duplicaron la cantidad de personas en las cárceles de un poco menos de un millón ¡a más de dos millones! — actos de que Donald Trump podría estar y estaría orgulloso — y en ese período él sí lo estaba, hasta alababa a Hillary Clinton y llamaba a Bill Clinton un gran presidente en 2008 — antes de que surgieran las riñas entre sí. Ella es una monstrua que se jacta de su pericia ensangrentada para la comandancia en jefe de este imperio. Y para colmo, se ha rehusado a denunciar a Trump por lo que es —un maldito fascista-racista— ¡y ha dicho que respetará los resultados electorales si el fascista gana!
He aquí la pura verdad: quienquiera que gane derramará la sangre necesaria para servir al presente sistema, para mantener en pie este imperio global capitalista-imperialista — en Estados Unidos y en todo el mundo. Clinton y Trump son opciones criminales de un sistema criminal, y es necesario que la gente rechace a los dos.
Bob Avakian, el arquitecto de la nueva síntesis del comunismo y el líder de la revolución, lo expresa así: “Elegir de entre unos gobernantes opresores no impedirá que éstos sean tus gobernantes y opresores y cometan horrorosos crímenes de lesa humanidad. Lo anterior es cierto en el caso de todos los principales candidatos presidenciales, tanto los del partido Republicano como del Demócrata, y será cierto en el caso de cualquier persona que ocupe la presidencia o cualquier cargo político importante bajo el presente sistema. El que uno apoye a estas personas efectivamente hace que sea cómplice de estos crímenes”.
Pero, ¿por qué defiendo el derecho de votar?
En un acto sin precedentes, Trump se ha negado a comprometerse a aceptar los resultados de las elecciones, diciendo que la única manera que podría perder es que un fraude electoral masivo le robara las elecciones. Y ha convocado a sus partidarios a entrar en los centros de votación y a “monitorearlos” en Chicago, Cleveland, Phoenix y Detroit — es decir, las ciudades con una gran población de negros y latinos, así como personas de los países con una gran población de musulmanes. Eso quiere decir, en esencia, azuzar a los perros rabiosos en las calles para que ataquen a los negros, a los ciudadanos inmigrantes, a cualquiera cuya tez no sea clara. Y varios grupos fascistas han hecho suyo ese llamamiento y se vienen organizando para acudir a las urnas para intimidar a la gente el día de las elecciones.
Tal intimidación de los electores tiene una larga y asquerosa historia en Estados Unidos. Los negros y latinos lucharon y murieron por el derecho de votar: en contra de amenazas, linchamientos, el terror del Ku Klux Klan, y la persistencia de lo anterior hasta hoy en las leyes de identificación de electores las que desproporcionadamente afectan a los negros y a otra gente de color. Donald Trump ahora resucita esa intimidación y amenaza con llevarla a nuevas alturas.
No podemos dejar que semejantes barbaridades ocurran.
Todo intento de quitarles los derechos básicos a las personas, como el derecho de votar, no sólo insulta y rebaja su humanidad, sino que constituye un intento de pisotearlas y denigrarlas hasta el extremo de que nunca tengan la posibilidad de levantar la cabeza. Si este asqueroso plan prospera, azuzará aún más a las fuerzas fascistas que quieren ver que los negros estén de nuevo en las cadenas de la esclavitud o muertos, la expulsión de los inmigrantes de Estados Unidos y que otras “minorías” se queden “en su lugar”. Por otro lado, si nosotros respondemos con lucha, si al hacerlo nos conectamos con gente y ganamos apoyo en muchos lugares diferentes, si dejamos en claro que no lo hacemos como parte de mantener al mundo tal como es sino que lo hacemos como parte de luchar por un mundo completamente nuevo por medio de una revolución, pues podemos convertir este ataque en su contrario.
Denunciaré y lucharé contra todo intento de negar o restringir el derecho de votar de la gente negra y otros oprimidos. Además, tomaré posición junto con aquellos que quieran luchar genuinamente contra estos intentos de negar el derecho de votar de los oprimidos.
Para repetir, lo haré como parte del TRABAJO DE ORGANIZACIÓN PARA UNA REVOLUCIÓN CONCRETA. LA REVOLUCIÓN, y nada menos, es lo que se necesita para poner fin a estos horrores. Y que quede claro: los conflictos entre las fuerzas de la clase dominante están agudos y nadie sabe hacia dónde se desenvolverá esta situación — pero si ustedes de veras quieren un mundo mejor, ¡no pueden responder a esta situación siguiendo a uno u otro bando de los gobernantes opresores! Sea parte de las fuerzas revolucionarias, sacando provecho de esta situación para acumular fuerzas para la revolución.
Esta revolución es posible. Tenemos la dirección, en Bob Avakian (BA), quien ha desarrollado un comunismo nuevo, y en el Partido Comunista Revolucionario que él dirige. Tenemos la visión y el plan de una VERDADERA sociedad emancipadora, donde la gente tenga el derecho no sólo de votar sino de rehacer la sociedad entera en el camino a poner fin a toda explotación y opresión, en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, escrita por BA. Tenemos la estrategia para ganar, la cual se puede explorar en CÓMO PODEMOS GANAR”. Lo que nos hace falta en este momento, en vísperas de lo que serán tiempos gruesos pase lo que pase el 8 de noviembre, ¡es USTED!
Durante esta semana y el Día de las Elecciones, iré construyendo una lucha para detener los ataques al derecho de votar como parte de construir esta revolución. Y después, pase lo que pase, estaré presente, en la lucha para arrebatar un mundo completamente nuevo al presente mundo podrido.
Que usted esté presente conmigo.
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