La victoria de Trump: Un desastre para el medio ambiente que requiere una resistencia masiva
30 de noviembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
Sin Donald Trump en el poder, el mundo ya vivía una creciente emergencia ambiental que está impulsada sin tregua por las depredaciones competitivas del capitalismo global. Pero ahora, la victoria de Trump amenaza con impulsar la destrucción del planeta a máxima velocidad. Esta es una situación extremadamente peligrosa, y otra parte importante de la necesidad general de parar en seco todo este programa fascista antes de que pueda ejecutarse completamente.
El año 2016 está en camino de batir récords de altas temperaturas por tercer año consecutivo. La semana pasada, un nuevo estudio en la revista Science Advances dice que si el mundo sigue quemando combustibles fósiles como ahora, las temperaturas globales podrían subir dos veces más alto en este siglo de lo que se había predicho previamente. Un comunicado de prensa para el estudio dice que eso significaría hacer que "el clima de la Tierra se salga del umbral de las condiciones de temperatura que han prevalecido durante los últimos 784.000 años”. El científico climático líder Michael Mann comenta que el estudio "sí ofrece fundamentos para la noción de que una presidencia de Donald Trump podría implicar el fin del juego para el clima”.
Trump ha dicho que sacaría a Estados Unidos de los acuerdos climáticos internacionales de París. Tiene la intención de acabar con el "Plan de Energía Limpia" de Obama, que habría reducido modestamente las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos. Ha declarado repetidamente que levantaría las protecciones ambientales que restringen la excavación de petróleo y gas natural, abrirá las tierras públicas a la extracción de energía, iniciará la minería del carbón y revertirá la decisión de Obama contra el oleoducto Keystone XL. Trump sin duda trataría de levantar cualquier restricción sobre el Oleoducto Dakota Access, ahora bajo los reflectores internacionales debido a la lucha justa en la Reserva Sioux de Standing Rock en Dakota del Norte y Dakota del Sur. Según se informa, Trump tiene intereses financieros personales en ese oleoducto.
Trump amenazó con desmantelar la Agencia de Protección Ambiental, luego dio marcha atrás diciendo que "le cambiaría de enfoque” a fin de garantizar "agua limpia", lo que es una broma total. La eliminación de las protecciones ambientales y la luz verde para la producción de energía sin restricciones implicarán rupturas más masivas y frecuentes de oleoductos, derrames de petróleo, desastres ferroviarios, fugas de gas, envenenamiento de los suministros de agua de las personas y un desastre climático que empeora mucho.
La destrucción ambiental, la que ha continuado y empeorado bajo Obama, se acelerará inmensamente bajo un régimen fascista de Trump. Obama y el sector de la clase dominante que lo rodeaba tenían la intención de mantener la competitividad global de los Estados Unidos y su posición dominante en el mundo, al tiempo que tomaban ciertas medidas muy limitadas para tratar de "gestionar" el cambio climático, en realidad una crisis inmanejable bajo el capitalismo. Obama amplió enormemente en Estados Unidos la producción de petróleo y gas, el desarrollo de oleoductos y la correspondiente devastación ambiental, mientras trataba de convertirse en "el presidente ambiental". Pero Trump y esos gigantescos intereses capitalistas que más se beneficiarán tienen intención de acabar con cualquier restricción sobre su capacidad de engullirse los recursos de la tierra, sin necesidad de "sutilezas" mencionadas en público sobre su protección.
Trump ha dicho que el cambio climático es una "patraña" perpetrada por China para socavar la competitividad global de Estados Unidos. Trump afirma que "no hay sequía" en California y lo único que hay que hacer es "empezar a abrir la llave del agua". Al parecer, no está enterado de que se vienen vaciando grandes represas naturales como el lago Mead. La negación de la realidad de las sequías, el aumento del nivel de los mares, el derretimiento de las capas de hielo y los glaciares, las temperaturas que continuamente rompen récords año tras año, las tormentas cada vez más destructivas y todo el venidero desastre del cambio climático, implicará para la humanidad, hace que Trump se parezca a un bobo ignorante. Pero su negación de la realidad y de la ciencia y su desdén por la verdad es una parte peligrosa de todo este paquete fascista. Y la negación de la emergencia que ya azota a la humanidad en la cara también hace de él y su "equipo" una fuerza extremadamente mortífera que implicará amarrar a la humanidad a una catástrofe si ellos se salen con la suya.
Por si acaso una persona caiga en la ilusión de que, bueno, tal vez él sólo decía esas cosas durante la campaña y no será tan malo cuando se convierta en presidente, Trump ya ha dejado muy claro que tiene la intención de hacer exactamente lo que ha amenazado. ¡Trump nombró a Myron Ebell, un sujeto que niega el cambio climático y un instrumento de la industria del carbón, para encabezar la transición de la Agencia de Protección Ambiental! Trump se prepara para entregar las riendas de la gestión de las tierras públicas y la protección del aire, el agua y el desierto a un conglomerado de peleles de empresas de energía capitalistas y unas cabezas huecas anticientíficos como Sarah Palin, Ebell y Mike McKenna, un cabildero en energía con vínculos con la American Energy Alliance, un grupo que representa a los principales intereses energéticos capitalistas de Estados Unidos.
Además, TransCanada, la compañía detrás del oleoducto Keystone XL, anunció que se reunirá con funcionarios de Trump esta semana para discutir la reactivación de este desastre ambiental.
Hay que oponerle resistencia y combatir en este momento y a cada paso a esta horrible violación del medio ambiente que Trump pretende, y el peligro que significa. La lucha por mantenerse en pie con Standing Rock y detener el Oleoducto Dakota Access se ha convertido en una lucha central que ha ganado apoyo en los Estados Unidos e internacionalmente. Decenas de miles de personas se le han unido activamente en los días de acción nacionales. Esta lucha central contra el genocidio continuo de los amerindios y contra la destrucción ambiental cobra aún más importancia a la luz de la llegada de Trump al poder.
Es importante que muchos grupos ambientalistas hayan denunciado a los planes de Trump con términos contundentes y hayan jurado no dejar que se implementaran. Es importante unírseles. Es posible y necesario unir las luchas por defender el medio ambiente con la lucha para impedir que este fascista implemente su poder, todo su programa fascista que agrede a las mujeres, los negros, los inmigrantes, los musulmanes y toda la humanidad. Pero esta lucha no puede limitarse a intentar conservar el status quo o "regresar" a lo que existió con Obama, lo que después de todo significó la continua destrucción del medio ambiente y la continua y brutal opresión de la humanidad mundial. Lo que se necesita es unir esta lucha con una salida concreta mediante una revolución que actúe para conservar y proteger el medio ambiente del planeta mientras actúe para eliminar todas las formas de opresión de la humanidad en todo el mundo.
Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.