Obama no protegerá a los soñadores, ni perdonará a Snowden... Pero SÍ le entregará a Trump poderes de guerra ampliados
8 de diciembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
Obama se ha negado a tomar medidas para proteger a los inmigrantes y soñadores que salieron de las sombras gracias a las promesas de Obama de un camino hacia la ciudadanía, a pesar de que Trump ha amenazado explícitamente con deportaciones en masa y separar a las familias.
El viernes 25 de noviembre, Obama indicó que no iba a tomar acción para perdonar al denunciante heroico Edward Snowden, quien desenmascaró con valentía el espionaje ilegal y violaciones masivas de los derechos de la gente. Lo anterior, a pesar de que el nominado de Trump para encabezar la CIA, Mike Pompeo, ha llamado a Snowden un "traidor" que hay que ejecutar.
En todos estos frentes, Obama se niega a actuar, como si fueran malos modales o como si rompiera la tradición el que un presidente en ejercicio tomara acción preventiva antes de que una nueva administración asumiera el control.
Pero hay un frente en el que Obama no ha mostrado tal vacilación: darle a Trump poderes de guerra enormemente ampliados. El New York Times (28 de noviembre) informa que la administración de Obama calladamente ha decidido "ampliar el alcance jurídico" de la llamada guerra contra el terrorismo para que abarque al grupo islamista Shabab en Somalia. Lo anterior, según el New York Times, tiene como objetivo "apuntalar" el fundamento jurídico para "una intensificación de la campaña de ataques aéreos y otras operaciones de contraterrorismo" contra las fuerzas en Somalia. (En los últimos meses, la administración de Obama también ha ampliado calladamente tales "autorizaciones" para el uso de la fuerza en Afganistán y Libia).
Para empezar, lo anterior es totalmente ilegítimo. La "guerra contra el terror" siempre ha sido una guerra del imperialismo e imperio. Su justificación jurídica era la autorización, concedida después del 11 de septiembre de 2001, para librar la guerra contra quienes realizaron esos atentados. Pero desde ese entonces han utilizado esa autorización para justificar agresiones estadounidenses de toda suerte, lo que incluye hoy en Somalia. Somalia no tuvo nada que ver con los ataques del 11 de septiembre de 2001, y Shabab de Somalia ni siquiera existió previo a 2007.
La ampliación de los poderes de guerra también es bárbara y criminal. Trump y sus nuevos nombramientos prometen una expansión sanguinaria de la tortura y de la "guerra contra el terror", sin siquiera el pretexto de las bajas civiles, las leyes de la guerra o las poblaciones enteras las que están en la mira. Ahora, según un experto citado por el New York Times, "esta administración le deja al gobierno de Trump capacidades y autoridades tremendamente ampliadas" para llevar a cabo sus despiadados planes.
Lecciones: Una, tanto los demócratas como los republicanos son partidos de clase dominante que actúan para promover los intereses del imperialismo-capitalismo estadounidense y su imperio global.
Dos, sus diferencias tratan la manera de mantener su gobierno y su imperio, y no la mejor manera de servir al pueblo.
Tres, la imposición del fascismo mediante Trump representará un salto en el horror, lo que demuestra que la gente no puede confiar en que Obama y los demócratas se opongan en serio, y mucho menos impidan, que la pandilla de Trump intente consolidar un régimen fascista. Pues, ¡lo anterior nos incumbe a nosotros!
Cuatro, y de mayor importancia: ¿Por qué es necesario que nos conformemos con un sistema como éste cuando es realmente posible tener a un mundo mucho mejor sin estos crímenes y horrores imperialistas, cuando hay un plan para una nueva sociedad (la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte), la estrategia para alcanzar esa nueva sociedad "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución") y la dirección que puede guiar ese esfuerzo increíblemente complejo pero liberador (Bob Avakian y el Partido Comunista Revolucionario que él dirige). (Lea EL COMUNISMO NUEVO: La ciencia, la estrategia, la dirección para una revolución concreta y una sociedad radicalmente nueva en el camino a la verdadera emancipación).
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