Intercambio con un preso:
La elección de Trump: Algo muy difícil de asimilar…
¿Cómo la interpretamos, y qué hacemos los revolucionarios ahora?

31 de diciembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Hace poco, el Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos nos remitió dos cartas de un preso; una de seis días después de las elecciones y la segunda de la semana siguiente. La carta del camarada contiene unas importantes observaciones y puntos, cuestiones de suma importancia que plantea, muchas cosas con las cuales tener unidad y muchas cosas en las cuales adentrarnos. A continuación posteamos la primera carta y un pasaje de la segunda carta del camarada, y una respuesta de la redacción de revcom.us.

Respuesta

Primero, quiero tomar nota de la diferencia que indican este camarada, y otros como él, para aquellos que están "afuera" en la lucha por la revolución y un mundo mucho mejor. Al correr la voz de la revolución detrás de los muros de la prisión, al escribir sus ideas para nosotros que están fuera de esos muros y en particular al compartir sus dudas y aportes con la voz del Partido, el camarada cumple con una gran necesidad social, en las circunstancias más difíciles.

El camarada señala en la primera carta que, si bien las elecciones en sí eran una "farsa", "hay algo de especial en este candidato que de verdad me obliga a analizar las cosas en perspectiva…. [T]endríamos que volver a los años 1960 y 1970 y antes, a fin de ver un candidato o un movimiento que se construyó sobre la base de tanto odio manifiesto”. Su carta dice que lo ve manifestado en las cárceles todos los días, presumiblemente de parte de los guardias, cuya brutalidad racista se ha documentado bien, así como de parte de algunos de los prisioneros blancos mismos. Señala el hecho de que ahora ha ganado las elecciones un sujeto que le dio expresión a algunas de las formas más viles de esas expresiones, y lo que muestra el que tantos blancos (la mayoría de los que votaron) "se negaran a rechazar siquiera las formas más abiertas y viles de odio. Y tantos más se unieron en torno a ese movimiento”.

El camarada dice: "En realidad es difícil escribirles a ustedes. Hay tanto que decir. Tanto enojo, tanto amor. Tantos obstáculos. Es muy abrumador”.

Digámoslo sin pelos en la lengua: distas mucho de estar solo con ese sentimiento. Como dijimos en nuestra declaración el 9 de noviembre, "Hay que entender la realidad de que Trump ganara tantos votos como lo hizo. La realidad de que obtuvo más que siquiera un 10% de los votos es vergonzoso y revela algunas cosas muy asquerosas sobre Estados Unidos. Por lo que, ¿por qué ocurrió? El mundo de hoy es turbulento, lleno de cambios. Los que apoyaban al programa fascista de Trump eran en su inmensa mayoría sectores de gente blanca, especialmente pero sin limitación a los hombres blancos, que anhelan los días de la franca supremacía blanca y dominación global estadounidense y la flagrante subyugación de las mujeres. Una minoría importante de la gente blanca sí se le opuso, pero tenemos que reconocer hasta qué punto el racismo, el chovinismo nacional y el odio por las mujeres están entretejidos en la sociedad estadounidense... y no ceder ante lo anterior sino desafiarlo enérgicamente y oponérsele férreamente.

“Pero aún más que eso, Trump contaba con el respaldo de poderosas fuerzas en la sociedad estadounidense. Más allá de los que lo apoyaron directamente, los medios de comunicación, el Partido Demócrata y otras personas lo trataron como un candidato legítimo, se negaron a denunciarlo como un fascista y ahora llaman a todos a aceptar su ascenso al poder. Todas las fuerzas poderosas importantes de la sociedad estadounidense son responsables: son ellas las que, durante décadas, construyeron esta fuerza fascista o la ‘habilitaron’".

Todo el proceso electoral —lo que se criticó, y sobre todo lo que no se criticó, acerca de Trump (nótese que ninguna figura del Partido Demócrata criticó a Trump por su exigencia de volver a meter a la cárcel de los 5 del Parque Central, a pesar de que ya los han exonerado) y la manera en que eso fue criticado— sirvió para establecer esta situación.

Por otro lado, todavía es muy difícil asimilar esta situación: el que este descarado racista fuera puesto en el poder y el que al menos millones de las personas que votaron por él actuaran de acuerdo a unas férreas creencias racistas y millones más en el mejor de los casos se encogieran de hombros y de todos modos tiraran de la palanca en las casillas. El camarada volvió a escribir una semana más tarde para decir que... "caray, es difícil de digerir y aceptar exactamente lo que es el tejido de Estados Unidos”.

Cierto. No obstante, las cuestiones que nos enfrentamos ahora son las de interpretar esta situación y qué hacer al respecto.

En primer lugar, millones de personas, entre ellas muchos millones de blancos, votaron en contra de Trump. De aún mayor importancia es el hecho de que, como dice "la misión y el plan" del mes de resistencia para DETENER a este fascismo: "Entre muchísimas personas cunden una profunda ansiedad, alienación, asco y furia en relación con las recientes elecciones presidenciales y su resultado”. Agrega que, “la situación no tiene precedentes”. Y esas personas han seguido teniendo esos sentimientos, a pesar de los esfuerzos de Obama y otra gente para tranquilizarlas, para hacer que "sigan así nomás con la vida". Por lo que, para repetir, y para responder directamente al camarada que escribe esta carta sentida, usted NO está solo en el fuerte asco que tiene por lo que esta situación revela acerca de la profundidad del racismo, chovinismo e intolerancia y atraso generalizados en Estados Unidos, y a qué tantos millones de personas que esta situación ha condicionado y corrompido: hay millones y millones de personas que tienen ese sentimiento. Y entre ellos hay millones de blancos. Pero, para repetir, el reto que tenemos ante nosotros es el siguiente: Bien, el absceso ya se reventó; ahora ¿qué hacemos con el pus que chorrea por todos lados? ¿Cómo movilizamos a los millones de personas, a las que esta situación de hecho repugna, en una fuerza lo suficientemente poderosa como para derrotarla?

Hay que movilizar ya esos sentimientos de profunda ansiedad, alienación, asco e furia entre decenas de millones de personas, en muy poco tiempo, a fin de crear una crisis política en Estados Unidos de una magnitud no vista en generaciones. Si fracasáramos, las consecuencias serían muy malas: asestaría un severo golpe de múltiples dimensiones a la capacidad de las masas de siquiera concebir, y ni hablar de organizarse y librar, cualquier lucha mayor... a fin de actuar en consecuencia o luchar por cualquier aspiración mejor, e incluso potencialmente, cualquier aspiración revolucionaria. En otras palabras, el problema de marras es lo que estas elecciones revelan acerca de la mentalidad de un número exageradamente grande de personas en Estados Unidos, pero de mayor importancia aún, lo que implicará la llegada al poder de Trump por lo que respecta al salto concreto en los ataques a las masas en Estados Unidos y en todo el mundo y además el retroceso activo de cualquier lucha por cualquier meta o aspiración más grande.

Camarada: al adentrarnos en esta batalla en este momento, es preciso que los revolucionarios lleguen a hablar con muchísimas personas diferentes quienes NO comparten nuestras ideas sobre la fuente del problema (o sea, el capitalismo-imperialismo) y la respectiva solución fundamental (o sea, la revolución). Estamos poniendo esas ideas muy en claro y las estamos aplicando, pero nos estamos centrando en el objetivo al que en este momento tenemos ante nosotros: impedir que el régimen de Trump y Pence llegue al poder e imponga un Estados Unidos fascista. No estamos diluyendo lo que representan Trump y Pence, ni estamos hablando de "entender las [llamadas] quejas válidas de los votantes por Trump", pues la única manera en que este movimiento podría tener éxito es dejando claro y oponiéndonos al carácter FASCISTA del régimen de Trump y todo lo que éste implica, y ganando a decenas de millones de personas a luchar en contra de lo anterior, hablando de su racismo genocida, su represión severa contra todas las "minorías", su reforzamiento violento del patriarcado, y, sí, una mayor probabilidad de que emprenda una guerra, incluida una guerra nuclear... por no hablar de la vertiginosa destrucción descabellada y acelerada del medio ambiente.

En el curso de lo anterior, en el caso de que este movimiento cobre impulso y en el momento en que lo haga, y para poder ganar, tendremos que poner en movimiento a muchas de esas personas para que fuertemente le hagan frente y rompan con el racismo que tú denuncias en tu carta, cambien sus acciones y sus puntos de vista, y, sí, por medio de todo eso, cambien sus sentimientos más sentidos. En cierta medida, mientras este movimiento vaya cobrando cada vez mayor convicción e impulso y vaya centrándose claramente en el carácter fascista de este régimen, ese cambio será parte de lo que ocurrirá (eso se vislumbraba cuando el Club Revolución y otros fueron directamente en las narices de las turbas fascistas en el vecindario de Mount Greenwood de Chicago). Ya lo hemos visto antes. Y otras personas se aferrarán a su racismo y lucharán por él. También lo hemos visto antes.

Cuando algo diferente tenía la iniciativa y establecía el marco en los años 1960 (hablo de los movimientos radicales de los años 1960, y del Partido Pantera Negra como la expresión más avanzada de esos tiempos), pues personas de diversos orígenes empezaron a ver y actuar de diferentes maneras, empezaron a cambiar el mundo y a cambiar a sí mismas, mucho antes de que se ganara a ese proceso algo parecido a una mayoría de la población. Una generación entera de jóvenes blancos rompió con Estados Unidos y todo lo que representaba, y luchó, a veces con sacrificios concretos, CONTRA Estados Unidos. De manera importante, estaba ahí nuestro Presidente, Bob Avakian, en un proceso descrito en su autobiografía, From Ike to Mao and Beyond, quien nunca ha dejado de luchar, lo que es ¡un hecho por el cual tú y nosotros estamos muy agradecidos!

Sí, los atrasados empedernidos estarán ahí en la sociedad, y este nuevo movimiento tendrá que hacerles frente y oponérseles. No hay alternativa, aparte de claudicar ante eso, lo que nadie debería hacer. Nosotros ganaremos o al menos neutralizaremos a algunos de ellos, y en el caso de algunos de ellos no lo lograremos. Este movimiento no tendrá que ganar a toda persona sin excepción y ni siquiera tendrá que ganar a la mayoría de los blancos a que apoyen activamente a esta lucha; por otro lado necesitamos ganar a suficientes personas de TODAS las nacionalidades para que en serio le entren a esta lucha (decenas de millones de personas, entre ellas el inmenso número de blancos que se oponen a Trump y algunos de los que debieron haberlo hecho pero no lo hicieron) y a suficientes personas a que apoyen pasivamente la lucha o a que al menos consideren que no quieren ir en contra de ella, a fin de crear la situación general que pide la misión y el plan:

“¡Imagínense el que decenas de millones de personas se tomaran las calles, declararan poderosamente que este régimen fuera ilegítimo y exigieran que no se le permitiera gobernar! Así se transformaría dramáticamente todo el panorama político, cada facción al interior de la estructura de poder establecida se vería obligada a responder — y todo lo anterior podría conducir a una situación en la que efectivamente se impidiera que gobernara este régimen fascista. No se trata de un sueño ocioso, sino algo que podría hacerse realidad si todos los que odian lo que representa este régimen fascista tradujeran su indignación a una firme determinación y una movilización masiva para crear las condiciones que hacen que sea posible hacerlo”.

De tener éxito esta iniciativa, pues se pondrá a la orden del día la cuestión de qué va a reemplazar a la camarilla de Trump y Pence; y de ahí en adelante diferentes fuerzas lucharán en torno a las cosas y las decidirán. En ese momento, nosotros, por nuestra parte, nos esforzaremos por representar los intereses de los "siete mil millones" y la emancipación de TODA la humanidad, al igual que estamos esforzándonos en este momento por emprender, con otras personas, esta audaz iniciativa. De este momento en adelante, no es posible predecir exactamente lo que eso implicaría, aparte de decir que iremos buscando "las concentraciones importantes de las contradicciones sociales y los métodos y las formas que puedan fortalecer la conciencia política de las masas, así como su capacidad combativa y organización para emprender la resistencia política contra los crímenes de este sistema; que para una cantidad cada vez mayor de personas, puedan darle vida a la necesidad y la posibilidad de un mundo radicalmente diferente; y que puedan fortalecer la comprensión y la determinación de las masas avanzadas de inclinaciones revolucionarias en particular de modo que asuman nuestros objetivos estratégicos como cosas por las cuales luchar de manera enérgica y hacia las cuales aspirar, y no solamente como metas (o ideales) lejanos y en esencia abstractas” (de Lo BAsico 3:30).

Que quede claro: Cualquiera que sea la repolarización que podamos hacer nacer durante el mes por venir no durará para siempre, y no será suficiente para la transformación total que necesitamos. De esa repolarización de los años 1960 a la que nos referimos anteriormente, algunas personas, como BA, se quedaron con ella y la llevaron más lejos; otras personas no lo hicieron, y la gravedad del sistema el que, después de todo, se mantuvo en su lugar, las abrumó. Lo que conduce a un punto más amplio: sin una profunda transformación de la base económica, la estructura política y las ideas imperantes de la sociedad, tal como se contempla en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte... y sin una revolución para hacer que dicha Constitución sea la "ley del territorio"..., no desaparecerá nunca el racismo virulento tan profundamente arraigado en las bases del Estados Unidos capitalista-imperialista y continuamente volverá a manifestarse en formas diferentes y feas. Con dicha Constitución y con el nuevo poder estatal que ésta estipula, podrá comenzar en serio el proceso de arrancar de raíz ese árbol venenoso, un proceso el que durará generaciones, pero en el que casi de la noche a la mañana, se podría hacer transformaciones extremadamente radicales en la manera en que viven, piensan y sienten las personas.

Bob Avakian lo dijo en Lo BAsico, y sigue siendo el eje de lo que representamos:

En este país nunca habrá un movimiento revolucionario si no desencadena y expresa plenamente el deseo sentido muy profundamente de liberarse de estos largos siglos de opresión [del pueblo negro], un deseo que a veces se expresa abiertamente, a veces parcialmente y a veces de una manera incorrecta. En este país nunca habrá una revolución, y nunca debe haberla, sin que eso sea uno de los elementos fundamentales. (Lo BAsico 3:19)

Dicho lo anterior, camarada, le pedimos, y le pedimos a todos los que reciben este periódico detrás de esos muros, que hagan todo a su alcance para seguir influenciando el curso de los acontecimientos hacia un mundo sin la locura que tan justamente denuncias y rechazas en tus cartas, y un mundo en el que el amor del que hablas tan conmovedoramente de veras podrá florecer. Tendría suma importancia todo lo que ustedes puedan hacer por su cuenta para magnificar la lucha no sólo por la revolución, sino, en este mero momento, por el objetivo urgente de impedir que este régimen fascista tome el poder y se consolide.

Con amor y esperanzas revolucionarias para el año nuevo.

 

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