Nuestra mejor oportunidad es luchar para impedir que Trump y Pence lleguen al poder

2 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

(Lo siguiente es una adaptación de una carta de un lector al escribir a otros para que firmen el Llamamiento a Resistirse.)

Nos encontramos ante la situación más grave en Estados Unidos en casi 150 años: en unas pocas semanas se instaurará un régimen fascista. Yo no uso esa palabra de manera superficial, sino para describir un gobierno de cierto tipo, del cual fueron pioneros Hitler y Mussolini, y que se ejerció en Chile y otros países latinoamericanos en los años 1970 y 1980, y que hoy se vislumbra en Turquía. La lógica del fascismo, una vez instaurado, es la de constantemente “apretar las clavijas” y arrollar más, y hoy esta lógica sigue reafirmándose aun antes de ascender al poder. Si bien las fuerzas como Obama y otros en la estructura gobernante de la sociedad temen y se oponen a unos aspectos de lo que Trump y Pence amenazan con hacer, en lo principal esas fuerzas vienen normalizando la transición y trabajando por la estabilidad. Por lo que, a pesar de la angustia y la oposición de decenas de millones de personas, a pesar de una creciente cantidad de ultrajes nuevos y peores, avanza rápidamente el régimen de Trump y Pence a ponerse en posición para tomar las riendas del poder.

Pero todavía no es “trato hecho”. Y no tiene que permanecer así. Ha habido momentos en los que millones de las masas populares se han tomado las calles para resistirse a una tiranía descarada, a menudo con poca anticipación y una organización previa mínima, y llegaron a ser imparables... tan recientemente como en Túnez y Egipto hace unos años, Corea del Sur hace unas semanas, además de otros casos... Existe la base para ocurra semejante cosa — en los muchos millones de personas asqueados por esta perspectiva, quienes de muchas formas ya están protestando y alzando la voz, pero que tienen que reunirse ya como una fuerza para IMPEDIRLO.

El siguiente párrafo capta la dinámica que señalo:

¡Imagínense el que decenas de millones de personas se tomaran las calles, declararan poderosamente que este régimen fuera ilegítimo y exigieran que no se le permitiera gobernar! Así se transformaría dramáticamente todo el panorama político, cada facción al interior de la estructura de poder establecida se vería obligada a responder — y todo lo anterior podría conducir a una situación en la que efectivamente se impidiera que gobernara este régimen fascista. No se trata de un sueño ocioso, sino algo que podría hacerse realidad si todos los que odian lo que representa este régimen fascista tradujeran su indignación a una firme determinación y una movilización masiva para crear las condiciones que hacen que sea posible hacerlo.

(de la Misión y el Plan para un Mes de Resistencia Masiva)

Algunas personas preguntan: “¿Pero cómo es posible que ocurra en concreto?” No hay ninguna garantía respecto a la manera en que estas cosas resulten... pero en ciertas ocasiones tales auges de lucha de las masas pueden crear una crisis política en toda la sociedad, que llegue a incidir en la cúpula misma y, como dice la antecitada visión, que obligue a todas las facciones al interior de la estructura de poder a responder. De repente se encuentran las formas, donde al parecer ninguna existía, para expulsar al tirano y abrir el camino para la esperanza. De hecho, una vez que haya suficiente voluntad, es posible encontrar muchas formas. Como es sabido, en ciertas ocasiones los auges de lucha no dan resultado, y se frustran en los escollos. Como quiera que sea el resultado, habrá sacrificios reales y costos reales.

Pero SÍ hay una garantía, la que es la siguiente: si NO lo intentamos, habrá un régimen fascista consolidado en un país que ya tiene unas capacidades represoras que van mucho más allá de las de la Alemania de 1933... en una sociedad en la que los partidos y fuerzas establecidos han aceptado y han participado en la instauración de este régimen y en la que han validado, fomentado y movilizado en una fuerza todos los peores aspectos de un sector de la población... y en la que las armas nucleares no sólo están a la mano sino que ya las están blandiendo aun antes de que el demagogo destructor haya entrado en funciones.

Se puede describir como una posibilidad remota; pero representa la mejor oportunidad que tenemos para impedir un horror casi inconcebible. Y en ciertas ocasiones, cuando el que tiene todas las de perder ejerza todo a su alcance y se ponga a la altura, lo remoto resulte del momento. Si en este momento nos movilizáramos lo suficiente, y organizáramos a otros, tendríamos una oportunidad... una oportunidad concreta... nuestra mejor oportunidad de impedir una catástrofe.

Hay muchísimas cosas que ustedes podrían hacer. Visiten la página web. Escuchen a los iniciadores. Participen. Firmen el llamamiento, ya. El llamamiento saldrá esta semana en el New York Times y en otros medios importantes y ustedes pueden donar, difundirlo y hacer que todos en la sociedad lo vayan conociendo, reflexionando sobre él y lo vayan tomando en serio.

 

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