Obama firma Ley de Autorización de Defensa Nacional de 2017
El fascista Trump amenaza al mundo con fuerzas armadas estadounidenses fortalecidas
11 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
A fines de diciembre, en una serie de tuits y declaraciones, Trump amenazó con usar la máxima arma militar estadounidense —bombas nucleares— para incinerar el mundo. Dijo, “Estados Unidos debe, en gran medida, fortalecer y ampliar su capacidad nuclear hasta tal tiempo en que el mundo recupere su sentido en torno a lo atómico” y “Entonces, que sea una carrera armamentista. Los superaremos en todo momento y perduraremos sobre ellos”.
Al mismo tiempo que eso ocurrió, Obama firmó la Ley de autorización de defensa nacional de 2017 (NDAA, por sus siglas en inglés), que fortalece el poder de las fuerzas armadas estadounidenses de dominar y librar la guerra por todo el mundo. La NDAA es una ley federal estadounidense que especifica el presupuesto y los gastos del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Cada año, agregan nuevas cláusulas a la NDAA.
Lo que Obama entregará ahora a Trump, si al Trump se le permita asumir la presidencia, son $619 miles de millones de dólares para gastos de guerra y de las fuerzas armadas; un aumento en el número de soldados en servicio hasta 1.3 millones; la operación continuada del campo de tortura estadounidense conocido como el centro de detención de Guantánamo.
El gobierno de Bush estableció la prisión estadounidense en Guantánamo en 2002 tras los ataques del 9/11, y Obama la mantuvo en operación durante los ocho años de su administración. Los presos en Guantánamo —la mayoría de los cuales ni siquiera fue acusado nunca de nada— han sido sometidos a la tortura física y psicológica. Obama no cerró Guantánamo como prometió, y ahora agregó restricciones que dificultarán aún más liberar a los presos restantes.
Imagínense nada más cómo Trump, si se le permita tomar la presidencia, aprovechará esta cláusula de la NDAA. Este es el hombre que dijo al Miami Herald, “Vamos a llenarla [Guantánamo] con unos tipos malos, créanme,” y que ha amenazado con hacer “peor” que la tortura.
Otra parte de la NDAA de 2017 es la “ley de contrarrestar la desinformación y la propaganda”, que requiere la creación de un “Centro de Participación Global”.
El objetivo de dicho centro es, en básico, recopilar y examinar información proveniente de gobiernos extranjeros y lo que describe como “esfuerzos extranjeros propagandísticos y desinformativos”. De ahí el centro “desarrollará, planeará y sincronizará”, en coordinación con el secretario de la defensa y otros departamentos y agencias gubernamentales, iniciativas para “desenmascarar y contrarrestar propaganda y desinformación extranjeras dirigidas en contra de los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos y promulgar proactivamente narrativas basadas en hechos que apoyan los aliados y los intereses de Estados Unidos”. Lo que eso significa concretamente es lanzar campañas propagandísticas en contra de cualquier gobierno extranjero y la prensa en esos países que publiquen algo que se considera perjudicial a los intereses imperialistas estadounidenses. Posibles blancos de semejantes campañas estadounidenses incluyen, por ejemplo, el Guardian, basado en el Reino Unido, que ha publicado y continúa publicando denuncias de asesinatos y brutalidad policiales en Estados Unidos.
Ahora imagínense lo que Trump, si se le permita asumir la presidencia, haría con lo que es en esencia un ministerio de propaganda imperialista estadounidense. Él nombrará su director. Él y su régimen fascista determinarán qué constituye “propaganda anti-estadounidense” y cuáles medidas usar para castigar a gobiernos extranjeros y la prensa extranjera que publiquen información la que esos fascistas consideran “perjudicial a la seguridad estadounidense”.
Trump es un hombre que echa mentiras a diario. Ha atacado a periodistas con quienes tiene desacuerdos, sólo porque éstos lo hayan criticado. Desvaloriza por completo la Constitución de Estados Unidos y ataca la libertad de la prensa. Si bien la cláusula mencionada en la NDAA se dirige a restringir “propaganda extranjera”, podría abrir la puerta a semejantes medidas dirigidas a los medios y los periodistas en Estados Unidos.
He aquí una razón más para DETENER EL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP Y PENCE ANTES DE QUE EMPIECE.
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