De Dave Zeiger, Displaced Films y iniciador de Refuse Fascism / Rechazar el fascismo:
¿NO podría pasar aquí? No sean Kurt Gerron.
17 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
¡NO! Éste régimen fascista debe ser detenido antes de que comience.
¿NO podría pasar aquí? No sean Kurt Gerron.
Kurt Gerron era un actor y director judío exitoso y querido en Berlín durante los días emocionantes de la República Weimar. El cine era su vida. Ninguna otra cosa le importaba. Su papel más famoso era el de Mack the Knife en La ópera de tres peñiques, de Bertolt Brecht y Kurt Weill.
Entraron los Nazis. Lo despidieron de su trabajo como director y ya no pudo trabajar. Por lo que se mudó a París, en espera de que se fueran los Nazis. Pues imposible que duraran. Por fin encontró trabajo, pero dentro de un año la fiebre anti-judía extendió hasta París y tuvo que huir de nuevo, esta vez a Holanda. La mayoría de sus amigos—Peter Lorre, Billy Wilder, y muchos más, se largaban para Hollywood, pero él estaba convencido de que los días de Hitler ya estaban contados, y mientras podía conseguir trabajo, todo saldría bien.
Las cosas no estaban mal en Ámsterdam hasta que llegaron los nazis, y mandaron a los campos de concentración a decenas de miles de judíos, entre ellos Kurt Gerron. Pero a Gerron lo mandaron a Thereisenstadt, el campo que los Nazis habían reservado para artistas, intelectuales y atletas judíos. Era su “campo modelo”, al que permitieron a un representante de la Cruz Roja visitarlo para demostrar al mundo lo ilustrados que eran los campos.
Kurt Gerron vivía para el cine, pero no había podido trabajar durante meses. El comandante del campo Thereisenstadt le ofreció un trabajo — hacer una película sobre Thereisenstadt que lo pintara de un paraíso. ¿Sus opciones? Hacer la película y vivir, o no hacerla e ir al campo de Auschwitz. Hizo la película. Luego lo mandaron a Auschwitz y lo asesinaron un día antes de que cerraran de los campos debido al avance de los aliados.
Esta historia la cuenta con gran impacto el documental Prisoner of Paradise, (Prisionero del paraíso) de Malcolm Clarke y Stuart Sender.
Recomiendo que todos ustedes vean esa película. De ahí reflexionen sobre lo que confrontamos hoy día.
Trump y Pence nos han dicho una y otra vez lo que tienen la intención de hacer, y ya están incorporando a su círculo gobernante una lista negra de fascistas —sí, fascistas— para llevar a cabo sus planes.
Hecho:La “elección” de Trump y Pence marca la victoria de las fuerzas derechistas más extremas que este país ha vista en décadas, fuerzas que vienen preparándose y cobrando fuerza para este momento durante treinta años.
Hecho:Están listos para tomar poder en un mundo en caos debido a las invasiones de Irak y Afganistán — invasiones que lanzaron guerra sin fin en el Oriente Medio y lo que es hoy la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. En este mundo volátil, Trump ha declarado que reinstituirá la tortura y que está listo y dispuesto a usar armas nucleares.
Hecho:Casi no pueden esperar para destruir los esfuerzos por pobres fueran de Obama de mitigar el cambio climatológico, y abrir las compuertas para la industria petrolera predatoria.
Hecho:Prometen un paraíso de empleos y prosperidad para obreros blancos al atraer el regreso de la industria y hacer redadas y deportar a millones de inmigrantes. No pueden atraer el regreso de la industria, pero sí “cumplirán la promesa” anti inmigrante, con rabia.
Hecho:Todo eso lo harán sólo para empezar.
NO ESPERES PARA VER QUÉ PASA. YA ESTÁS VIENDO LO QUE PASA. NO PIENSES QUE OTRA GENTE VAYA A PARARLOS. TÚ TIENES QUE HACER. TODOS TENEMOS QUE HACER LO QUE PODAMOS PARA CREAR EN ESTE PAÍS UNA CRISIS POLÍTICA CAPAZ DE PARARLOS EN SECO —SI, AÚN ANTES DE LA INAUGURACIÓN.
No sean Kurt Gerron. He aquí lo que pueden hacer:
Consulten www.refusefascism.org
Y conéctense con este movimiento creciente.
Vayan a D.C. si pueden.
O si no pueden, reúnanse con los grupos que salen a las calles en su ciudad.
DONAR
El anuncio que declara nuestra intención de PARAR EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE ANTES DE QUE SE INICIE, con miles de firmas, ya se ha publicado en el New York Times y Washington Post, y se necesitan cientos de miles de dólares para difundirlo más y aumentar este movimiento.
¿Se trata de un sueño dorado nada más? ¿O es posible lograrlo?
He aquí un hecho más: En los años 60 obligaron no sólo a uno, sino a dos presidentes, a dejar el mandato. Johnson no se postuló de candidato para un segundo término porque la nación estaba “dividida” (o sea, no podía salir de la Casa Blanca sin que lo confrontara millones de manifestantes), y Nixon tuvo que renunciar sólo dos años después de un triunfo aplastante en su reelección. La idea de que sería posible obligarlo a renunciar era, en una palabra, absurda.
ESO es lo que puede ocurrir aquí, y aún más rápido.
Y tiene que ocurrir.
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