Veamos la realidad: Bernie Sanders se viste de vergüenza colaboracionista

15 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

9 de enero en la CNN, Bernie Sanders desempeñó su papel en el esfuerzo continuo para normalizar a Trump, para poner el lápiz labial en un cerdo fascista. Desde el comienzo, después de una crítica obligatoria al racismo, sexismo, xenofobia y rechazo del cambio climático de Trump, pero sin mencionar el fascismo subyacente (y predominante) de Trump, Sanders aceptó que trabajaría con Trump "cuando Trump tenga ideas que tienen sentido", como la construcción de infraestructura, y dejó entrever que estaría "feliz" de trabajar con Trump en torno al "comercio" (es decir, hacer las relaciones económicas, entre las naciones imperialistas y oprimidas como México, más onerosas y opresivas para los oprimidos).

¿¡¿Cómo es que eso sea distinto a una leve desaprobación al antisemitismo de Hitler, pero luego aceptar trabajar con él en la construcción del sistema de autopistas alemanas y la cancelación de las deudas por reparaciones de guerra (Hitler hizo ambas cosas, algo que lo hizo muy popular con los "alemanes comunes, es decir, 'buenos'")?!? ¿Cómo es que eso no sea colaborar con un fascista? ¿Y cómo es que no sea muy vergonzoso y dañino para un Bernie Sanders —quien se elevó a la fama prometiendo una "revolución" y cultivó una imagen de desafío (sumamente falsa)— el acto de ofrecerse de alcahuete en este momento para realizar este servicio para Trump y Pence?

¿Y por qué es que Sanders deba aceptar "escuchar" a Jeff Sessions, el nombrado por Trump para procurador general, antes de votar sobre su nombramiento? ¡Sessions tiene triste fama por ser tan racista, tan anti-inmigrante, tan anti-mujer, tan totalmente opuesto a los derechos de la gente gay, como un extremo paladín de la pena de muerte y del encarcelamiento en masa que incluso los republicanos consideraban que era demasiado extremo como para ser un juez federal o presidir un comité! Y ahora va a "interpretar" las leyes y usar el poder del estado para imponer esas interpretaciones fascistas.

Lo que Sanders debiera decir era que las promesas de Trump eran las mentiras y las trampas de un FASCISTA, que los nominados de Trump eran gángsteres y vampiros y no debían recibir ninguna consideración en absoluto, y que en lugar de hablar de si debiéramos o no trabajar con la gente de Trump, ¡tenemos que hablar de cómo íbamos a impedir que este monstruo fascista ilegítimo entrara en funciones! Y lo que toda persona que previamente apoyó a Sanders tiene que hacer es negarse a seguir esta marcha al matadero que él está dirigiendo en este momento y tiene que ser parte de detener esta locura en ciernes.

 

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