La historia sórdida del “Estados Unidos primero” de Trump

22 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En su discurse de toma de posesión, Trump declaró: “De hoy en adelante, una nueva visión gobernará nuestra tierra. Desde este momento, solo Estados Unidos será primero. ¡Estados Unidos será primero!” En el baile de inauguración coreo: “Estados Unidos primero”. En el portal oficial del presidente de Estados Unidos, whitehouse.gov, vemos un “Plan de energía que pone a Estados Unidos primero” y una “Política exterior que pone a Estados Unidos primero”.

En el verano, Trump le dijo al New York Times: “Estados Unidos primero es un nuevo término moderno.". Pero en realidad, en 1940-1941, el Comité Estados Unidos Primero, contaba con más de 800.000 miembros contribuyentes. El grupo que era partidario de los nazis quería que Estados Unidos no interviniera en la guerra de Europa, y sus posiciones eran repletas de anti-semitismo, nativismo, racismo, y xenofobia. Unos de sus miembros eran “ciudadanos sobresalientes”, como: Geraldo Ford (que sería presidente estadounidense) y Potter Stewart (que sería juez de la Suprema Corte), así como los editores de los periódicos Chicago Tribune y el New York Daily News. Su primer presidente y una fundadora fue el presidente de Sears Roebuck. Charles Lindbergh, el pionero de la aviación, era su vocero más reconocido. En ese entonces estaba entre las tres o cuatro celebridades más reconocidas del mundo — y un simpatizante de los nazis y anti-semita.

Lindbergh viajó a la Alemania nazi varias veces entre 1936 y 1938. Después escribiría en términos elogiosos: “Lo que más me impresionó de Alemania fue su vitalidad organizada: la incesante actividad del pueblo, así como la resuelta dirección dictatorial para crear nuevas fábricas, pistas de aterrizaje y laboratorios de investigación”. El mariscal de campo Hermann Goering, personalmente le reservó un palco para las Olimpiadas de 1936, y en 1938 Goering galardonó a Lindbergh, en nombre de Hitler, con la medalla de la Cruz de Servicio del Águila Alemana por sus aportes a la aviación.

En un artículo publicado en Reader’s Digest en 1939, Lindbergh dijo: “Nuestra civilización depende de un muro Occidental de raza y armas capaz de impedir… la infiltración de sangre inferior”. En un discurso de 1940, Lindbergh habló del “problema judío” que existe en Estados Unidos: “El mayor peligro que representan para este país radica en que tienen muchas propiedades e influencia en nuestras películas, en la prensa, en nuestras emisoras de radio y en nuestro gobierno”.

Si escuchó un eco de la consigna nazi “Deutschland über alles” (Alemania ante los demás) en el discurso de Trump al tomar posesión, tiene razón. Trump ha resucitado “Estados Unidos primero”, como grito fascista de campaña para imponer un programa de chovinismo desenfrenado respaldado por fuerzas armadas robustecidas y apuntadas contra quienes considere que son sus enemigos.

 

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