El régimen de Trump y Pence supera el récord de Hitler para la censura y la quema moderna de libros de hoy día
29 de enero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
De un(a) lector(a):
Hitler llegó al poder el 30 de enero de 1933.
Según el Museo Memorial en Estados Unidos del Holocausto:
Joseph Goebbels, ministro de propaganda alemán, habla en la noche de la quema de libros. Berlín, Alemania, 10 de mayo de 1933. (Foto: Archivo Nacional y Administración de Registros, College Park, Maryland)
“Durante la primavera de 1933, las organizaciones estudiantiles nazis, los profesores y los bibliotecarios hicieron listas largas de los libros que pensaron que los alemanes no debían leer. Luego, la noche del 10 de mayo de 1933, los nazis realizaron redadas de bibliotecas y librerías por toda Alemania. Marcharon a la luz de las antorchas en desfiles nocturnos, corearon consignas y echaron libros en hogueras enormes. Esa noche quemaron más de 25.000 libros. Algunos eran obras de escritores judíos, como Albert Einstein y Sigmund Freud. La mayoría de los libros era de escritores no judíos, como los estadounidenses famosos Jack London, Ernest Hemingway y Sinclair Lewis, cuyas ideas los nazis consideraban diferentes de los suyos y por lo tanto no se debían leerlas.
“Los censores nazis también quemaron los libros de Helen Keller, que había superado su sordera y ceguera para hacerse una escritora respetada; informado de la quema de libros, ella respondió: ‘La tiranía no puede derrotar el poder de las ideas’”.
Hoy, en menos de una semana, el régimen de Trump y Pence se ha movilizado para borrar toda mención de la ciencia del clima y los datos climáticos del sitio web de la Agencia de Protección Ambiental. Esto se debe a que Trump y su “equipo” fascista consideran el cambio climático un “engaño” y que el pueblo estadounidense no debe ser “expuesto” a esta “ciencia basura”. Para estos fascistas, no importa que se trate de datos empíricos sobre el mundo concreto, resumido y sintetizado por medio del método científico.
Que lo reconozcamos por lo que es: ¡la quema de libros del siglo 21!
El sitio web del Museo del Holocausto continúa:
[En 1933...] “Cientos de miles de personas en Estados Unidos protestaron por la quema de libros, una clara violación de la libertad de expresión, en manifestaciones públicas en Nueva York, Filadelfia, Chicago y San Luis”.
Sin embargo, dentro la propia Alemania, no hubo manifestaciones contra esta quema de libros. (Véase Why Did The Heavens Not Darken [¿Por qué los cielos no se oscurecieron?] de Arno J. Mayer).
Algunos científicos han anunciado proyectos para ahorrar los datos climáticos cruciales en servidores no gubernamentales. Anticipan la destrucción, por parte de una administración Trump, de datos y del conocimiento científico acumulado sobre el cambio climático. Las fuerzas de Trump ya han amenazado con dejar de financiar el sistema de satélites administrado por Estados Unidos que recoge datos climáticos y de otro tipo para el mundo entero. Este conocimiento pertenece a la humanidad — no les incumbe a unos nazis en Estados Unidos destruirlo para imponer su dominio ciego, ignorante y salvaje. ¿Qué haremos nosotros aquí en Estados Unidos? Esto no se puede tolerar.
Una buena señal es la siguiente:
“Los empleados de más de una docena de organismos gubernamentales de Estados Unidos han establecido una red de cuentas no oficiales de Twitter en desafío de lo que ven como intentos del presidente Donald Trump de acallar la investigación federal sobre el cambio climático y otras ciencias”. (Reuters) (Vea en inglés “U.S. government scientists go ‘rogue’ in defiance of Trump“ [Científicos del gobierno de Estados Unidos salen de los canales oficiales en desafío de Trump]).
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