Peligro: Nuevas amenazas y provocaciones de los fascistas de Trump contra Irán... bajo el pretexto de detener “amenazas” y “provocaciones”

12 de febrero de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El viernes 3 de febrero, el régimen de Trump y Pence amenazó con una nueva y muy peligrosa intensificación de agresión contra Irán. Impuso nuevas sanciones económicas contra Irán, supuestamente porque Irán había llevado a cabo una prueba “provocadora” de un misil balístico que violó las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Trump y su Asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, también advirtieron que Estados Unidos ya no toleraría el apoyo de Irán al “terrorismo” y las “actividades violentas” que amenazaban a Estados Unidos y sus aliados. “Irán está jugando con fuego, no aprecian lo ‘gentil’ que fue el presidente Obama con ellos,” Trump tuiteó. “¡Yo no!”

Estas sanciones y amenazas ocurrieron unos días después de que Trump y Pence vetaron el ingreso a Estados Unidos a personas de Irán y otros seis países de mayoría musulmana porque, según ellos, los inmigrantes de esos países son peligrosos y podrían cometer actos de terrorismo.

¿Qué realmente está detrás de la agresión de Trump y Pence contra Irán?

El régimen fascista de Trump ha utilizado como pretexto la prueba del misil de Irán (que no violó el acuerdo nuclear que Estados Unidos e Irán firmaron en 2015* ni las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU) para adoptar una postura mucho más agresiva hacia Irán. Lo hacen para promover sus intereses imperialistas, no para detener el “terrorismo” o salvar vidas: ven Irán, una teocracia reaccionaria que está expandiendo su influencia regional, como un obstáculo cada vez más grave para el mantenimiento del dominio y control estadounidense en el Medio Oriente.

Para entender por qué esto suceda ahora, tenemos que comenzar con la llamada “guerra contra el terrorismo” lanzada por Estados Unidos hace más de 15 años. Esta guerra ha sido en realidad una guerra reaccionaria e injusta para fortalecer el poder y el dominio de Estados Unidos, centrada en el Medio Oriente. Aunque se ha dirigido a algunos yihadistas islámicos reaccionarios, esta guerra nunca se ha tratado fundamentalmente del terrorismo; de hecho, se ha llevado a cabo por medio del terror masivo y ha alentado ese terror.

La República Islámica de Irán (RII) ha sido uno de los principales blancos de esta “guerra contra el terror” desde el principio, no porque es una teocracia opresiva (al igual que Arabia Saudita, uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos) o porque lleva a cabo directamente o alienta ataques terroristas en Estados Unidos. Al contrario, los gobernantes de Estados Unidos consideran Irán un gran rival regional que ha alimentado el “islam radical” a nivel mundial, ha proporcionado apoyo material e ideológico a fuerzas y gobiernos anti-Estados Unidos, y ha desafiado aliados importantes de Estados Unidos en el Medio Oriente, especialmente Arabia Saudita. Sin embargo, en muchos sentidos esta “guerra contra el terror” se le ha salido por la culata y ha creado nuevos problemas para los gobernantes de Estados Unidos. Estados Unidos no ha estado capaz de pacificar y controlar Afganistán. No logró instalar un cliente pro-Estados Unidos estable en Irak. Sus guerras e invasiones no han estabilizado la región sino que han ayudado a desestabilizarlo. No han aplastado el yihadismo islámico sino que lo han alimentado. En lugar de debilitar a Irán, se ha debilitado el control de Estados Unidos sobre la región, mientras que la influencia de Irán se ha aumentado — en Irak, en Líbano y ahora en Siria y Yemen.

¿Por qué es importante el Medio Oriente? Porque el sistema económico capitalista-imperialista y el orden social opresivo de Estados Unidos se basan en la explotación de millones y millones de personas en todo el mundo y la dominación política, económica y militar del mundo. Y dominar el Medio Oriente, una encrucijada militar y comercial con vastas reservas de petróleo, ha sido un componente crucial del imperio global de los gobernantes de Estados Unidos durante siete décadas.

Cuando este sistema y sus portavoces hablan de los “intereses de Estados Unidos” o “nuestros intereses nacionales”, quieren decir lo siguiente: los intereses de la clase dominante capitalista-imperialista en mantener su sistema, no los intereses de la humanidad, incluida la gran mayoría de la gente que vive en Estados Unidos.

Ahora, los fascistas de Trump y Pence (y otros en la clase dominante, inclusive en el Partido Demócrata) piensan que Obama no actuó con la fuerza suficiente para afirmar el poder de Estados Unidos en el Medio Oriente durante su mandato. Así que ahora quieren forjar mediante la fuerza y la intimidación un nuevo orden mundial de aún más brutales dominación, explotación y opresión estadounidenses, amenazando con la guerra para hacerlo, comenzando en el Medio Oriente, Irán siendo uno de sus blancos principales (a pesar de que Irán y el Estado Islámico han sido enemigos mortales).

Un mundo de horrores... misiles y armas nucleares se ciernen como una guillotina sobre la humanidad

El Asesor de Seguridad Nacional, Flynn, dice que Irán “lleva a cabo y apoya actividades violentas que desestabilizan el Medio Oriente”. Hay un elemento de verdad aquí. La RII no es una fuerza “anti-imperialista”. Se opone a Estados Unidos de varias maneras, pero no para romper plenamente con el imperialismo global y crear un mundo libre de las relaciones de explotación económica y dominación política en que se basa el capitalismo-imperialismo, incluida la relación entre naciones opresoras como Estados Unidos y naciones oprimidas como Irán. Más bien, los gobernantes capitalistas teocráticos (la burguesía) de Irán chocan con Estados Unidos tanto para preservar su régimen como para aumentar su influencia y fuerza; es decir, para tener “un mayor voz y voto” en el mundo actual dominado por el imperialismo. Para lograrlo, la RII lucha y maniobra en varias frentes, como financiar a las fuerzas yihadistas reaccionarias y usarlas como moneda de cambio, y aliarse con regímenes regionales opresores como Siria así como con rivales estadounidenses como Rusia, China y otros países.

Por ejemplo, Irán y sus aliados han apoyado al gobernante sirio de Bashir al Assad en el baño de sangre que es la reaccionaria guerra civil en ese país, la que ha costado entre 400.000 y 500.000 vidas, cerca de 5 millones sirios obligados a huir de Siria como refugiados y más de 6 millones desplazados dentro de Siria — la mitad de los afectados siendo niños.

Pero lo que Flynn no menciona es que Estados Unidos y sus aliados también han alimentado directamente la carnicería en Siria, lo que incluye el apoyo a varias fuerzas islámicas obscurantistas. Flynn tampoco menciona el apoyo de Estados Unidos a la guerra de sustitutos que Arabia Saudita, en aras de Estados Unidos, libra con Irán por el predominio regional.

Flynn aludió a lo anterior cuando condenó a Irán porque “uno de los grupos terroristas [que lucha por Irán] atacó a un buque saudí en el mar Rojo”. Flynn se refiere a un ataque que según se informa llevó a cabo el movimiento houthi en Yemen. Yemen es uno de los países más empobrecidos de la Tierra y necesita desesperadamente la revolución y la emancipación de toda forma de opresión. Pero eso no es lo que ninguno de los combatientes en la guerra representan. Los houthis son un movimiento reaccionario, de base religiosa, dirigido por elementos de las clases dominantes tradicionales de Yemen. Ahora libran una guerra contra el aliado de Estados Unidos, Arabia Saudita, por el control del futuro de Yemen. Los houthis se alinean con Irán por lo menos en algunos sentidos (el alcance de esos lazos no está completamente claro), y los sauditas temen que cualquier victoria houthi fortalezca aún más Irán.

       

Por eso —y Flynn no lo mencionó— Arabia Saudita (uno de los estados fundamentalistas más opresivos en la faz de la Tierra) ha librado una masiva guerra de dos años contra los houthis y el pueblo de Yemen. Con el respaldo de Estados Unidos, aviones sauditas han lanzado bombas principalmente estadounidenses contra mercados, escuelas, edificios de departamentos, hasta hospitales, lo que ha resultado en la mayoría de los 10.000 bajos civiles en la guerra. Además Arabia Saudita ha efectuado un bloqueo de mar y tierra que le ha privado a Yemen de alimentos, agua y medicina esenciales y lo ha conducido al borde de la hambruna y la crisis humanitaria que según muchos expertos es peor que lo que ha pasado en Siria.

Y ahora el régimen de Trump y Pence ha desplegado un buque de guerra en el mar Rojo, amenazando con intensificar y tal vez participar directamente en la salvaje guerra de Arabia Saudita.

Mientras tanto, Estados Unidos ha librado una guerra contra Al Qaeda en Yemen. El domingo 29 de enero, en el primer ataque bajo Trump y Pence, el Pentágono informó que tropas yanquis había matado a 14 combatientes de Al Qaeda. Luego salió la noticia de que también había asesinado a 24 civiles, entre ellos un recién nacido y una niña estadounidense de 8 años (Nawar al-Awlaki, a cuyo padre Anwar al-Awlaki, un islamista nacido en Estados Unidos, lo asesinó un avión no tripulado de Estados Unidos en 2011). Durante la campaña electoral, Trump amenazó con matar a la familia de sospechosos “terroristas”, y ahora Trump ha dicho que esta masacre fue un “éxito”.

En otras palabras, elegir entre rivales regionales o mundiales, entre potencias grandes o pequeñas, no llegará a ninguna parte para la humanidad. La medidas y contramedidas de estas, sus guerras y guerras de sustitutos, se ciernen como una guillotina sobre la humanidad y hay un peligro concreto y creciente de la guerra, incluso la guerra nuclear.

¡Nosotros que vivimos en el país más poderoso y amenazador del mundo —el único país que ha usado armas nucleares y que sigue manteniendo un enorme arsenal nuclear y que repetidas veces ha amenazado con usarlo— tenemos una responsabilidad especial para oponerse a los crímenes y las amenazas de crímenes de parte de “nuestros” gobernantes!

Las mentiras descaradas, las amenazas repentinas, el grave peligro de una escalada

Las acusaciones y mentiras descaradas y las amenazas repentinas del régimen de Trump tienen el fin de enviar un mensaje a tanto los amigos como los enemigos: los nuevos gobernantes no se detendrán ante nada en busca de sus objetivos. Además, Trump y Pence dijo que no iban a rechazar nada como opción, lo que quiere decir la guerra, incluso la guerra nuclear.

Toda la dinámica con Irán puesta en marcha por este régimen fascista es sumamente peligrosa, y existe la posibilidad concreta de que las cosas se conduzcan a una guerra.

Todo lo anterior subraya la urgente necesidad de movilizar a millones de personas para BOTAR del poder a Trump y Pence, como parte de preparaciones para una revolución concreta que pueda comenzar a eliminar del planeta el sistema que repetidamente ha generado tales fuerzas fascistas, y un sinnúmero de otros horrores.

 


* Bajo un acuerdo que firmaron en 2015, Estados Unidos y otras potencias mundiales se acordaron a poner fin a la mayoría de las sanciones contra Irán, e Irán se acordó a restringir severamente su programa de enriquecimiento y desarrollo nucleares. Para más información, vea la cobertura en revcom.us, como “El acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán: Un gran paso para las potencias reaccionarias... nada bueno para la humanidad”. [regresa]

 

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