"Un día sin una mujer"
Actualizado el 16 de marzo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, mujeres y hombres de todo Estados Unidos marcharon y celebraron mítines, faltaron al trabajo, se vistieron de rojo en solidaridad y se manifestaron de otras maneras con motivo de “Un día sin una mujer”. Convocaron la acción los organizadores de la Marcha de Mujeres del 21 de enero, en la que millones de manifestantes se tomaron las calles a través de Estados Unidos y alrededor del mundo. Dijeron que en este día “las mujeres y nuestros aliados actuaremos juntos por la equidad, la justicia y los derechos humanos de las mujeres y todas las personas oprimidas debido al género” y que se inspiraron en “recientes acciones valientes como la 'huelga de las bodegas' de los propietarios de tiendas de inmigrantes yemeníes en la Ciudad de Nueva York y el Día Sin Inmigrantes en Estados Unidos”. Dicen que el día quería mostrar la fuerza económica y política de las mujeres y opinar en voz alta sobre muchos temas de la justicia social, como los derechos reproductivos, los derechos LGBTQIA, los derechos de los inmigrantes y la justicia ambiental. Y muchas de estas acciones sirvieron de oportunidad para que las mujeres denunciaran el gobierno de Trump y Pence. Como ocurrió con la Marcha de Mujeres y otras protestas recientes, muchas personas que formaban parte de “Un día sin una mujer” nunca habían protestado antes o no habían participado activamente durante muchos años. El New York Times dio dos ejemplos: En Lafayette, Indiana, “una enfermera jubilada, y manifestante por primera vez” que dijo que había participado en el día debido a “la injusticia que las mujeres enfrentan, como los trabajos, la vida cotidiana”; y en Denver, Colorado, una maestra “había conducido 90 minutos desde Colorado Springs para su primera marcha política, notando con orgullo que en su clase trabajaba un maestro sustituto varón”.
Todavía salen informes sobre el día: cuántas personas participaron de varias maneras como no ir al trabajo o de compras o vestirse de ropa roja en solidaridad con los demás que realiza acciones; y todos los lugares donde la gente entró en acción, en ciudades así como suburbios y ciudades más pequeñas. Hubo informes en la prensa de que varios distritos escolares tuvieron que cerrar porque tantas mujeres —y hombres—, maestros y personal no iban al trabajo ese día. Por ejemplo, en Maryland, las escuelas del condado de Prince George cerraron después de que unos 1.700 maestros y 30% de su personal de transporte solicitaron un día libre. Las escuelas públicas también cerraron en Alexandria, Virginia, a través del río Potomac de Washington, D.C., así como las escuelas de Chapel Hill-Carrboro en Carolina del Norte. En Providence, Rhode Island, la corte municipal había hecho planes para cerrar porque las manifestaciones habrían dejado la ciudad sin el personal suficiente en el palacio de justicia.
Se realizaron mítines y marchas en ciudades de todo Estados Unidos. Una multitud de unos 2.000 se reunieron en Los Ángeles. En Nueva York, más de mil manifestantes marcharon coreando “Hey, hey, ho, ho, Donald Trump se tiene que ir!” Se arrestaron a catorce mujeres en una acción de desobediencia civil frente al Hotel y Torre Internacional Trump. El titular del periódico San Jose Mercury dijo: “Un día sin una mujer atrae a miles de personas a mítines en el Área de la Bahía [de San Francisco] mientras que otros faltaron al trabajo en solidaridad”.
Entre las acciones en Washington, D.C., tuvo lugar una marcha de cientos de personas a la puerta de la cerca alrededor de la Casa Blanca en protesta en particular por los ataques del régimen de Trump contra el derecho de las mujeres al aborto — lo que incluye la "ley mordaza" mundial que amenaza a los proveedores de cuidado sanitario alrededor del mundo con cortarles los fondos si siquiera mencionan el aborto. Los manifestantes corearon, “A resistirse a Trump, detener la ley mordaza”.
Theresa Dudley, la presidenta de la Asociación de Educadores del Condado de Prince George (el sindicato de maestros), quien se vistió de rojo por el día, dijo a Revolución/revcom.us que la acción de cientos de maestros en el distrito escolar para ser parte de la huelga de un día “no fue una cosa orquestada en absoluto, simplemente se desarrolló por sí misma”. Ella dijo que cientos de maestros del distrito habían ido a Washington D.C. el 21 de enero para la Marcha de las Mujeres y “tal vez algo del espíritu de la Marcha jugó un gran papel en las decisiones de las personas de quedarse en casa el miércoles... Creo que muestra que las mujeres están realmente frustradas en este país — que se podría elegir a un presidente que no respete a las mujeres en absoluto, a menos que le permitan manosearlas y tratarlas cómo él quiera tratarlas, y sin derechos, en lo que respecta a la libertad reproductiva”.
Maestras y maestros de otros distritos escolares de todo Estados Unidos participaron en el día en varias formas. Una maestra jubilada que ayudó al Sindicato de Maestros de Chicago a organizar una protesta de maestros activos por “Un día sin una mujer” dijo al Los Angeles Times: “Estamos en peligro de perder tanto de lo que las mujeres han luchado tan duro para ganar. Me refiero al derecho al aborto. Me refiero a los logros que las mujeres han conseguido por medio del sindicalismo”. En la Escuela Secundaria de Palo Alto en el Área de la Bahía de San Francisco, unas 30 maestras tomaron el día libre y celebraron un “almuerzo femenino”, y otros maestros y muchos estudiantes se vestían de rojo. Una profesora de periodismo en la escuela dijo al Palo Alto Weekly que “ella tomó el día libre para hacer una declaración en protesta por la postura del presidente sobre las mujeres y los derechos de las mujeres, en particular su reciente oferta para mantener el financiamiento federal para Planned Parenthood/Planificación Familiar si dejaran de ofrecer abortos”.
Y en otros lugares de trabajo de muchos tipos, las mujeres y algunos hombres que las apoyaron tomaron el día libre o se vistieron de rojo en el trabajo con motivo del día. El New York Times informó que “el director ejecutivo de la agencia de publicidad 360i, dijo que cientos de los 600 empleados de la compañía en Nueva York participaron de alguna forma”. Varios periodistas de televisión se vistieron de rojo, y Slate.com informó sobre lo sucedido en varias empresas noticieras, entre ellas Verge y MTV News, donde los empleados que sí se presentaron “tuitearon fotos de oficinas casi vacías, demostrando el poder visual de ausentarse”.
Se realizaron mítines y marchas en ciudades de todo Estados Unidos. Una multitud de unos 2.000 se reunieron en Los Ángeles. En Nueva York, más de mil manifestantes marcharon coreando “¡Hey, hey, ho, ho, Donald Trump se tiene que ir!” Se arrestaron a catorce mujeres en una acción de desobediencia civil frente al Hotel y Torre Internacional Trump. El titular del periódico San Jose Mercury dijo: “Un día sin una mujer atrae a miles de personas a mítines en el Área de la Bahía [de San Francisco] mientras que otros faltaron al trabajo en solidaridad”.
En Santa Cruz, California, los manifestantes —entre ellos estudiantes de la Universidad de California en Santa Cruz— marcharon por las calles y bloquearon el tráfico. Cientos de ellos manifestaron en Denver, Colorado; Bostón; Filadelfia; y otras ciudades — y tuvieron lugar manifestaciones en ciudades más pequeñas.
Entre las acciones en Washington, D.C., tuvo lugar una marcha de cientos de personas a la puerta de la cerca alrededor de la Casa Blanca en protesta en particular por los ataques del régimen de Trump contra el derecho de las mujeres al aborto — lo que incluye la "ley mordaza" mundial que amenaza a los proveedores de cuidado sanitario alrededor del mundo con cortarles los fondos si siquiera mencionan el aborto. Los manifestantes corearon, “A resistirse a Trump, detener la ley mordaza”.
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