¡Una guerra de Estados Unidos contra Corea del Norte sería una GUERRA IMPERIALISTA TOTALMENTE INJUSTA, y una amenaza al mundo entero!
¡Expulsar al régimen de Trump y Pence ANTES de que incineren a la humanidad!
20 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Existe una amenaza muy real en este momento de que las agresivas amenazas de Estados Unidos contra Corea del Norte se conviertan en una horrorosa guerra de Estados Unidos, con el uso de armas nucleares.
En Washington, D.C., Trump amenazó a Corea del Norte al estilo del padrino: “Tienen que portarse bien”. Mientras tanto, en una visita a la zona “desmilitarizada” entre Corea del Norte y Corea del Sur, Mike Pence declaró que “la era de la paciencia estratégica ha terminado”.
¿Qué carajos significa eso?
Estados Unidos invadió a Corea en 1950 y emprendió una guerra de matanza en masa que dejó tres millones de muertos y redujo a cenizas casi todos los edificios del norte. Desde ese entonces Estados Unidos ha apostado 30.000 soldados en Corea del Sur. Trump habla abiertamente acerca de hacer que el líder norcoreano Kim Jong-un “desaparezca”. ¿Y este imperialista fascista ahora advierte a un pequeño país a que “se porte bien”?
Estados Unidos ya tiene severas sanciones contra Corea del Norte y amenaza con apretar el dogal. Han dado a entender que están librando una “guerra cibernética” contra Corea del Norte, lo que incluye contra su programa de misiles. Están creando “defensas” antimisiles en Corea del Sur que están provocativamente apuntadas a Corea del Norte y su principal respaldo, China. ¿Todo esto ha sido maldita “paciencia”?
¿Y ahora Estados Unidos, bajo el régimen fascista de Trump y Pence, intenta romper con su anterior conducta y “paciencia” con algo más súper-agresivo, con “todas las opciones en consideración”? ¿Qué significan las amenazas de “todas las opciones” de parte de un régimen encabezado por un hombre que ha preguntado: “Si tenemos armas nucleares, ¿por qué no podemos usarlas?”?
Una señal de lo serio que es todo esto: el gobierno de Japón dijo que trabaja en torno a planes para “evacuar” a 60.000 japoneses quienes ahora están en Corea del Sur en caso de que la crisis se intensifique. Y el ministro de relaciones exteriores de China planteó la posibilidad de que “una guerra estalle en la península”.
Si bien el rumbo de todo esto no puede predecirse con precisión, hay cierta “lógica” que está conduciendo las cosas en una dirección extremadamente peligrosa. El llamado “Haga que Estados Unidos vuelva a tener grandeza” de Trump concentra el objetivo, de aquellos que hoy gobiernan en Estados Unidos, de reforzar y fortalecer dramáticamente la dominación estadounidense sobre otras potencias y el mundo en su conjunto. Actúan para reconfigurar profunda y violentamente cómo han estado las cosas durante décadas. Están reescribiendo las reglas sobre el uso de la fuerza militar, incluida la guerra nuclear, y no si amenazar con utilizar armas nucleares, sino cómo abiertamente hacerlo.
Este es un régimen que ni siquiera puede darse el lujo de que se perciba una “debilidad” y “falta de decisión”. Ante la negativa de Corea del Norte a ceder a las demandas de Estados Unidos, quizá Trump y Pence decidan por un ataque “preventivo” o usen un incidente fabricado, como el “incidente del golfo de Tonkin” de 1964 para justificar la escalada de Estados Unidos en la guerra de Vietnam.
Si bien Kim Jong-un encabeza un régimen opresor, como fuente de opresión, represión y violencia en el mundo, inclusive como una amenaza nuclear a la humanidad, el impacto de Corea del Norte es microscópico en comparación con lo que los imperialistas estadounidenses han hecho durante décadas, y hoy de una manera muy realzada con el régimen de Trump y Pence. Dada la historia de la guerra de Corea y lo que Estados Unidos ha hecho hasta hoy, no es irracional que el régimen norcoreano piense que Estados Unidos iniciara una guerra de agresión enormemente destructiva. Y como han señalado, el Gadafi de Libia hizo un “trato” con Estados Unidos y otras potencias para suspender los programas de “armas de destrucción masiva”, pensando que eso iba a mantener su poder intacto, y no obstante bombardearon masivamente al país, derrocaron a su régimen y lo mandaron matar.
En esta intensa situación, alguna maniobra intencional, o hasta un error de cálculo, por parte de Estados Unidos o Corea del Norte rápidamente podría salirse de control y engullir a toda la península coreana en una guerra. Estados Unidos no sólo tiene decenas de miles de soldados en Corea del Sur, sino también tiene enormes fuerzas navales con armas nucleares en la zona y decenas de miles de otras tropas en Japón. Según informes, Corea del Norte tiene algunos misiles que podrían alcanzar a Corea del Sur y Japón, donde se encuentran muchas bases militares estadounidenses, así como un inmenso despliegue de artillería apuntado hacia el Sur. Una guerra estadounidense contra Corea del Norte podría causar la muerte de millones en la región y podría extenderse más allá de eso. Y si se deja salir de la botella el “genio” de las armas nucleares en Corea, ¿qué evitará su uso en otro lugar por Estados Unidos y otras potencias nucleares?
Cualquiera que sea la justificación de Estados Unidos, tal guerra sería una GUERRA IMPERIALISTA totalmente injusta, y amenazaría a toda la humanidad con la incineración nuclear.
Como comunistas, trabajamos por un mundo sin armas nucleares. Y cuando la revolución llegue al poder en Estados Unidos, el nuevo estado socialista desmantelaría las armas nucleares del arsenal imperialista y se negaría a producir o utilizar tales armas. (Para un proyecto visionario y concreto para esta sociedad socialista, conozca la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian y adoptada por el Comité Central del Partido Comunista Revolucionario.) Pero en el mundo de hoy, en que Estados Unidos está armado hasta el cogote con armas nucleares, las ha usado, se ha negado sistemáticamente a comprometerse a no usar esas armas de manera ofensiva, y ahora tiene a un presidente que abiertamente aspira a usarlas, Estados Unidos no tiene derecho en absoluto de exigir que nadie más se desarme.
La situación es sumamente urgente. La gente en todas partes debe oponerse a la agresión imperialista estadounidense en Corea. Pero hay una responsabilidad especialmente grande e histórica para las personas que viven en Estados Unidos. Un ataque militar por parte de Estados Unidos sería un horrible crimen de guerra cometido en nombre de la gente en Estados Unidos. La gente tiene que comenzar en este instante no sólo a negarse a aceptar las amenazas de Trump y Pence, sino a oponérseles activa y combativamente. El mejor desenlace posible para la humanidad sería la prevención de tal guerra y, en todo caso, la derrota de la injusta intimidación y amenazas de Estados Unidos.
No se puede permitir que los fascistas en el poder consoliden su dominio del poder. ¡EXPULSAR AL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE ANTES DE QUE EXTERMINEN A LA HUMANIDAD!
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