Texas: El gobernador fascista cristiano aprieta las clavijas contra los inmigrantes

13 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 7 de mayo, el gobernador de Texas Greg Abbott, un fascista cristiano, firmó el brutal y anti-inmigrante Proyecto de Ley 4 del Senado (SB4), haciéndolo la ley oficial. Lo firmó el domingo por la noche en vivo en Facebook, sin ningún aviso previo ni siquiera para la prensa, a fin de evitar las protestas. Ambas cámaras de la legislatura de Texas, también dominadas por fascistas cristianos, ya habían aprobado por mayorías abrumadoras el SB4.

Prohibir las “ciudades santuario”

Poco después de su elección, Donald Trump emitió una orden ejecutiva que amenazaba con cortarles fondos federales a las ciudades santuario — ciudades que no cooperan con la Migra federal. Una decisión de un tribunal ha suspendido esa orden. SB4 es la primera ley que obliga a todos los organismos policiales de un estado a acatar las órdenes de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) — órdenes que estipulan que una persona encarcelada o detenida por cualquier motivo sea detenida hasta que las autoridades federales comprueben su estado migratorio. Inmediatamente después de firmar la ley, Abbot declaró, “Ahora Texas ha prohibido las ciudades santuario”.

¿A quiénes ha perseguido y amenazado con deportación el régimen de Trump y Pence durante los primeros 100 días? Personas como Sara Beltran-Hernandez, una madre de 26 años de edad a quien la policía le ató las manos y los pies y sacó del Hospital Huguley en Fort Worth, Texas cuando ella aguardaba la cirugía por un tumor cerebral. Personas como Jose Escobar, de 31 años de edad, arrestado cuando se presentó a funcionarios de inmigración en Houston para su revisión anual, deportado a Honduras, un país que él no había visto desde que su madre lo llevó a Estados Unidos cuando tenía 15 años.

Tanto Sara Beltran-Hernández como Jose Escobar llegaron a Estados Unidos de niños y ahora tienen sus propios hijos que son ciudadanos estadounidenses. Cada detención como estas y redada de ICE también devasta a innumerables otros. Los padres que se han esforzado durante años para mantener unida a su familia desaparecen en un instante. Los niños no comprenden por qué su padre o su madre han desaparecido repentinamente. Hermanos separados a la fuerza. Multiplíquelo por millones para captar una idea de la profundidad, y la envergadura, de la agonía que infligirán las medidas fascistas como el SB4.

Delitos terribles — en contra de los Inmigrantes

Abbott y los otros fascistas cristianos republicanos que dominan Texas dicen que el SB4 “ayudará a hacer más seguras las comunidades de Texas” y que tiene como blanco aquellos que cometen “delitos terribles”, lo que no sólo es una mentira sino una completa inversión de la verdad. De hecho, se cometen delitos terribles en contra de los inmigrantes.

Durante décadas, millones de personas en México y Centroamérica se han visto obligados a huir de su país natal debido a la devastación causada por el dominio yanqui. Se les han expulsado de sus tierras y sus aldeas rurales. Muchos han huido a las ciudades, y luego han quedado atrapados en un fuego cruzado entre las bandas criminales y la policía igualmente criminal. Millones de ellos se han empobrecido y privado de la capacidad de ganar la vida salvo la más precaria. Miles de inmigrantes y refugiados han muerto cruzando cientos de kilómetros de terreno duro. La semana pasada, el New York Times informó que desde 2009, en el condado de Brooks, Texas por sí solo, han encontrado los “cadáveres y restos” de más de 500 migrantes que habían cruzado la frontera. A millones de inmigrantes les han acorralado y deportado al infierno creado por Estados Unidos, del cual habían huido. A millones de ellos, incluidos los niños, los han separado de su familia. Todos estos inmigrantes que Trump y Abbott llaman “ilegales” viven bajo la amenaza constante de la deportación. Todo encuentro casual les podría poner la vida patas arriba en un instante.

Expulsar a los inmigrantes de Estados Unidos, y perseguir y satanizar a aquellos que de alguna manera permanecen, es central en la agenda del régimen fascista de Trump y Pence y sus cómplices como los fascistas cristianos en Texas. Las protestas contra SB4 han comenzado en Houston y Austin. Se ha programado otras, y se presentarán demandas ante el tribunal para detenerlo, todo lo que es positivo.

Pero el régimen de Trump y Pence y otros fascistas no detendrán su guerra contra los inmigrantes. Derrotar sus ataques crecientes y sistemáticos a los inmigrantes es fundamental para oponerse a toda su agenda fascista, y para expulsarlos del poder.

 

       

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