Apoyen a la huelga de hambre de los presos de Folsom, California
29 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Los presos valientes de la Unidad de Segregación Administrativa B4 (ASU) de la Prisión Estatal de Folsom en California iniciaron una huelga de hambre el 25 de mayo. Una Declaración de los Presos emitida a través de sus familiares dijo que esta protesta se ha realizado “en respuesta al maltrato continuo, la deshumanización y las condiciones de vida insoportables”. Estas condiciones incluyen no recibir tazones y tener que comer de bolsas plásticas ziplock, ni recibir tazas y tener que beber agua de cartones viejos de leche, no suministros de limpieza para los inodoros y las celdas, ningún programa de rehabilitación o educación, no televisores ni ninguna propiedad, y la retención del correo hasta un mes o más sin dar ninguna razón.
La declaración en la que se pide apoyo dice en parte:
Las huelgas de hambre son un último recurso, una medida tomada por aquellos que realmente no tienen otra salida. A menudo conllevan altos riesgos y graves costos para los presos. Las personas encarceladas suelen padecer acciones disciplinarias, represalias por los funcionarios penitenciarios, abuso y más negación de sus derechos humanos básicos durante las huelgas de hambre — simplemente por ejercer su libre albedrío y oponer resistencia a sus malos tratos.
Los presos de California habían realizado varias valientes huelgas de hambre antes. Las autoridades habían prometido algunas mejoras en las condiciones a cambio de un fin de la lucha. La primera huelga de hambre comenzó en julio de 2011 y exigió el fin del aislamiento a largo plazo. La iniciaron y dirigieron presos en la infame Unidad de Viviendas Segregadas (SHU) de Pelican Bay en California. Durante esa primera huelga, se informó que, en un momento, participaron 6.600 presos; en la segunda en 2011 se informó que 12.000 presos participaron; y en la tercera en 2013 se informó que 30.000 participaron — cada huelga se extendió por todo el estado.
La declaración plantea el siguiente interrogante doloroso y condenatorio:
¿Por qué deben los presos de California continuar sacrificando la salud y la vida, involucrar a abogados y tribunales, para ser tratados como seres humanos?
Este interrogante expone las profundas injusticias y ultrajes que sufren los presos en California y en otros lugares: presos brutalizados, deshumanizados y enjaulados en este país de encarcelación en masa — y exige una respuesta.
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