Leyes fascistas para proteger a conferencistas fascistas en las universidades
27 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
En los últimos meses, se han invitado a varios “intelectuales” extremadamente reaccionarios a dar presentaciones en universidades, entre ellos Ann Coulter, Milo Yiannopoulos y Charles Murray, personas que promueven las opiniones más racistas, reaccionarias y nazis. Estudiantes y otros han protestado por estos eventos, exigiendo que se cancelen, interrumpiendo a los conferencistas, y en algunos casos obligándoles a parar e irse. En la Universidad de California en Berkeley, cientos de supremacistas blancos de la “derecha alternativa”, neonazis, motociclistas y milicianos listos para pelear se presentaron para atacar a los manifestantes.
Estas protestas han sido una buena cosa, denunciando a estos reaccionarios y presentando una posición firme de que su veneno NO ES BIENVENIDO en el campus. Ann Coulter sugiere que se realizan azotes públicos a los jóvenes negros y dice que Estados Unidos debe vigilar a todos los árabes y transmitir torturas por televisión. Charles Murray sostiene que los negros, los latinos y los pueblos indígenas son por naturaleza inferiores en inteligencia. Y Milos Yiannopoulos fue un director principal de Breitbart News, la sede de Steve Bannon y su movimiento supremacista blanco, anti-semita y odiamujer de la “derecha alternativa”.
Estas protestas han creado una enorme controversia sobre la “libertad de expresión” en las universidades, y muchos estados han aprobado o están considerando legislación que tiene que ver con las protestas en el campus. Varios estados están considerando medidas que, en nombre de la “libertad de expresión”, en realidad protegerán a los conferencistas reaccionarios en el campus y limitarán y castigarán a los manifestantes. Muchos de estos proyectos de ley —como los que se consideran en Wisconsin, California y Carolina del Norte— se basan en un modelo formulado por el Goldwater Institute, un centro reaccionario de investigación. Este modelo impone sanciones a quienes interfieran con los conferencistas; exige que las universidades públicas sigan siendo “neutrales” en cuestiones políticas; y les impide retirar una invitación a un conferencista. Las propuestas de ley que se consideran en Wisconsin, Illinois, Luisiana y Michigan que asimismo siguen el modelo de Goldwater requieren que las universidades públicas suspendan o expulsen a los estudiantes que infrinjan dos veces los “derechos de libertad de expresión” de otros.
Christina Berchini, profesora de educación del maestro en la Universidad de Wisconsin, dijo acerca de la propuesta de ley estatal que incluye el requisito de que las universidades públicas permanezcan “neutrales”: “Yo doy clases sobre la supremacía blanca. ¿Cómo, exactamente, se maneja esos temas de una manera neutral?” De hecho, NO es neutral que las escuelas sean “neutrales” con relación a los fascistas que hablan en el campus. Invitar o permitir que estos fascistas hablen en el campus ESTÁ tomando un lado, dejándolos vomitar y promover su veneno.
Los manifestantes le dicen ¡NO! a Pence en una universidad cristiana en el oeste de Pensilvania
20 de mayo — Cuando Mike Pence pronunció su discurso en la ceremonia de graduación en la universidad cristiana evangélica Grove City College en el oeste de Pensilvania, unas 220 personas marcharon en protesta en la ciudad que rodea el campus. Organizó la acción el Slippery Rock Huddle, unas mujeres de la cercana Universidad de Slippery Rock, y se centró en oponerse a los ataques del régimen de Trump y Pence al medio ambiente, los derechos LGBT y el cuidado de salud. Los manifestantes llegaron de otras pequeñas ciudades de la zona y de Pittsburgh y otros lugares. La gente coreó “No prohibición, no muro, los inmigrantes son bienvenidos aquí” y otras consignas, y llevaron pancartas como “Rechazar las mentiras, Resistirse a la avaricia, Resistirse a la corrupción”, así como las pancartas de “¡NO!” de Rechazar el Fascismo.
Un joven manifestante dijo: “Me despierto por la mañana pensando que hay cosas que temer con este régimen, como un ataque nuclear total. [Trump] es un fascista y usa la fuerza cuando tiene que hacerlo. Soy de aquí, y estoy emocionado al ver tantas personas protestando en contra de Pence”. En un artículo de opinión en el New York Times el día antes de la ceremonia de graduación, un estudiante de Grove City College dijo que surgió la oposición en el campus a invitar a Pence porque eso “servirá como una aprobación” de Trump, y que “ex estudiantes y estudiantes inundaron a los administradores con mensajes de correo electrónico que protestaban contra la decisión”.
Para los estudiantes y otros que tratan de llegar a la verdad, son muy importantes el debate y el principio de que hay que escuchar a los más ardientes defensores de las ideas. Pero no se puede tratar esto como un “absoluto”. En un mundo dividido en clases antagónicas con profundas relaciones de opresión y explotación, no estamos jugando bajo condiciones de igualdad. Las ideas de los reaccionarios como Coulter tienen el respaldo de cientos de años de tradiciones opresivas, y del régimen fascista que ahora está en el poder en Washington. Muchas plataformas están disponibles a aquellos que vomitan estas necedades opresivas. En contraste, son los estudiantes y los otros que protestan contra los fascistas que requieren que sea protegido su derecho de expresión.
La Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos ordena la protección de los derechos del pueblo a expresarse y reunirse libre de la represión del gobierno — no el derecho de aquellos respaldados por el gobierno y vinculados al mismo a estar “protegidos” de la protesta. Pero la cuestión aquí NO es la “libertad de expresión”. El verdadero problema es el FASCISMO — y el derecho y la responsabilidad de las personas de oponerles resistencia y expulsar a los fascistas del poder en Estados Unidos antes de que sea demasiado tarde.
Trump ha incitado a la violencia contra los manifestantes y él y su camarilla fascista ahora están tratando de aplastar el derecho de la gente a denunciar y oponerles resistencia a los crímenes de este régimen fascista. El veneno de personas como Coulter, Yiannopoulos y Murray es una expresión extrema de las opiniones que el régimen fascista de Trump y Pence trata de imponer a toda la sociedad. Y estas ideas reaccionarias sirven para reforzar y alentar concretamente las políticas sociales dañinas.
Es buena cosa que las personas protesten y traten de parar a los reaccionarios cuando dan presentaciones en las universidades. Y mucho está en juego. El derecho de la gente de enfrentarse al fascismo está bajo ataque. Y si los fascistas logran imponer tal represión fascista en las universidades, contribuirá a consolidar el fascismo y a suprimir la oposición en todo Estados Unidos.
Urge una lucha decidida contra todo intento de suprimir las protestas contra los reaccionarios en el campus, y esta lucha tiene que ser parte de EXPULSAR al régimen fascista de Trump y Pence.
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