Mitin del Club Revolución en el Barrio Sur de Chicago

EL ESTABLECIMIENTO DE TÉRMINOS DIFERENTES

24 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 20 de mayo, entrada la tarde en el Barrio Sur de Chicago, más de una docena de miembros del Club Revolución marchaban en formación compacta, lo que estableció el tono para la siguiente hora — una hora de discursos y cultura en que las escenas y los sonidos de la revolución caracterizaban lo que pasaba en este cruce concurrido en contienda en el barrio South Shore.

Cuando se terminó la hora, estaban escuchando atentamente unas 40 personas, y otras personas observaban desde la acera al otro lado de la calle — permanecían allí y no participaban “oficialmente” en el mitin, pero escuchaban lo que se decía… y lo que se representaba en esa calle. Unas familias de las víctimas del asesinato policial... unos activistas en la lucha contra la opresión del pueblo negro... un actor prominente... así como la gente del rumbo hicieron acto de presencia para escuchar y mostrar su apoyo.

Lo que escucharon fue un reto — un reto contra lo que demasiados jóvenes viven ahora... y un reto para que le entraran a la revolución y vivieran de manera distinta. Desde el escenario, los maestros de ceremonia presentaron los Puntos de Atención del Club Revolución y leyeron la declaración que llama a la gente a dejar de lado sus conflictos para poder escuchar el mensaje del día. Joey Johnson habló poderosamente sobre lo que las familias de las víctimas del asesinato policial habían soportado y cómo habían respondido con lucha, y enumeró los nombres de algunas de las víctimas.

Joe Veale hizo que la gente se detuviera en seco con su profunda historia personal acerca de la necesidad de romper con la venganza y de entrarle a la revolución. Se podía oír el vuelo de una mosca en ese cruce concurrido. La venganza es una enorme cuestión entre los habitantes de Chicago porque entre los oprimidos parece que casi todos han perdido a alguien por la violencia y el código es que “tienes que tomar represalias”. Luego, una persona testificó sobre qué tan importante que lo era que Joe hubiera hablado de eso, de que le ayudó a lidiar con algo ahí mismo en su propia vida. Un miembro del Club Revolución habló de lo que significa ponerse la playera “Revolución” —de la política y la moral que uno representa al ponérsela— y retó a la gente a hacerla suya... y para el fin del día nuevas personas ya la tenían puesta. La conocida artista de Chicago, Maggie Brown, leyó y cantó el conmovedor e inspirador poema de su difunto padre, Oscar Brown, Jr.: “The Children of Children” [Los hijos de los niños].

Luego, Carl Dix se subió al escenario para hablar por el Partido Comunista Revolucionario. Comenzó por exponer la dolorosa realidad de Chicago: se aproxima el verano, pero en lugar de esperar un momento en que los niños puedan jugar, a los padres les da pavor, temen que sus hijos sean baleados — y los retienen dentro del hogar.

“Le parte el corazón a uno”, dijo, “la manera en que tantos jóvenes nuestros están metidos en la matanza de unos a otros”. Además, hizo una promesa: “Esto tiene que terminar y la revolución declara que va a terminarlo este verano al ofrecerles a nuestros jóvenes algo por lo que vale la pena vivir y luchar”.

De ahí, explicó por qué la gente se mete en la mentalidad de las represalias y trató lo que la gente necesita para salir de ella. Habló de lo que la revolución haría para acabar con la opresión de hoy, y la manera en que se lucharía por la revolución. Y habló sobre la dirección de Bob Avakian — el trabajo que ha hecho, la dirección que ha dado, para una etapa completamente nueva de la revolución comunista.

Además, habló de lo que plantea la gente en respuesta al reto de la revolución.

“Algunos de ustedes nos dicen que esta gente aquí no va a hacer nada, que son un caso perdido. Pero Bob Avakian ha examinado esa cuestión y he aquí lo que dice: ‘Aquellos que el sistema ha desechado, aquellos que el sistema ha tratado como menos que humanos, podrían constituir la columna vertebral y la fuerza motriz de una lucha para eliminar su propia opresión y además eliminar por fin toda opresión y emancipar a toda la humanidad’. Se refiere a ustedes, y se refiere a ustedes, a la gente como ustedes en todo Chicago, a la gente como ustedes en todo Estados Unidos, a la gente que ha estado metida en la violencia, en el narcotráfico, que ha estado viviendo en comunidades rodeadas por todo esto. Ustedes pueden salir de eso, pueden salir de la manera de pensar del sistema que los mantiene enredados en eso. Ustedes pueden convertirse en una parte de la columna vertebral de una revolución que emancipe a toda la humanidad... el Partido está aquí para entrenarlos, guiarlos y prepararlos para hacer eso, para hacer que sea posible que ustedes sean parte de esa revolución y jueguen su papel en ella”.

Durante el discurso, el Club se plantaba fuerte de cara al público, enviando un mensaje de que este era su mensaje. Amigo, enemigo e indeciso, por igual, prestaron atención.

Una de los maestros de ceremonia terminó el mitin con su propio mensaje poderoso: “Antes de que todos se vayan, he aquí algo sumamente importante en lo que Carl decía: cambiar realmente lo que este verano es, y lo que este verano es en la mente de la mayoría de la gente por acá. Un verano que, como dijo Carl, la gente creía que iba a ser un baño de sangre, una carnicería, y lo que estábamos tratando de hacer, de realmente transformar este verano en un verano de la emancipación para toda la humanidad. Ahora todos los presentes tienen que considerar ahora no sólo si pueden unirse sino que apoyar a la revolución. Correr la voz sobre ella, dejar que otros sepan lo que ustedes escucharon hoy. Visitar al sitio web que está impreso al pie de todas estas playeras, revcom.us. Seguir lo que está sucediendo, a fin de entender todas las dinámicas, los cambios en este demente sistema encabezado por los fascistas, aprender sobre Bob Avakian y entrarle. Y sobre todo, descubrir cómo afiliarse al Club Revolución y formar parte, y comenzar el proceso de afiliarse. Esto puede ser el primer día del resto de su vida. Y ustedes pueden hacerlo el primer día de la vida de otros al contribuir dinero a esta revolución porque unas personas lo han dejado todo para estar presentes en las primeras filas aquí en Chicago para realmente hacer que esto suceda, y debido a esta situación en que todos conocen la ciudad pero no por nada bueno. Así que súmense a nosotros y éntrenle al Comunismo Nuevo”.

Aquella noche, más de dos docenas de personas —algunos del mitin y otros que llegaron tarde y perdieron el mitin— abarrotaron el centro de organización, vieron videos de Bob Avakian, compraron y se pusieron su nueva playera ¡Revolución, y Nada Menos!, y forcejearon sobre distintas cosas hasta muy noche.

Esto fue un comienzo. Un paso, con mucho que está por explorar y solucionar y transformar, y está lejos del salto que incluso en el período inmediato, urge y se puede dar. Pero es un paso —un paso importante— hacia dar ese salto.

 

       

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