¡Retiren los monumentos de la Confederación, y callen a los fascistas supremacistas blancos!

31 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Unos 100 racistas se reunieron en Charlottesville, Virginia, la noche del sábado, 13 de mayo. Se burlaron de los planes de la ciudad de retirar de un parque público una estatua del general confederado Robert E. Lee, quien dirigió una guerra para defender y expandir la esclavitud de la gente negra. La multitud llevaba antorchas que evocaban a una turba de linchamiento del KKK, y corearon “A nosotros [los blancos] no nos reemplazarán” y “Sangre y suelo” (un eslogan del régimen alemán nazi que llevó a cabo la matanza genocida de seis millones de judíos y millones de otros a mediados del siglo 20).

 

Saturday, May 13, racists rally in Charlottesville, Virginia
Sábado, 13 de mayo, los racistas celebran un mitin en Charlottesville, Virginia frente a una estatua del general confederado Robert E. Lee. La multitud llevaba antorchas que evocaban a una turba de linchamiento del KKK y coreó, “A nosotros [los blancos] no nos reemplazarán” y “Sangre y suelo” (un eslogan del régimen alemán nazi que llevó a cabo la matanza genocida de seis millones de judíos y millones de otros a mediados del siglo 20). Foto: AP

El líder neonazi de la “derecha alternativa”, Richard Spencer, desempeñó un papel prominente. Spencer es un gran partidario de Trump. El noviembre pasado encabezó una celebración en Washington, D.C. de la elección de Trump en la que la gente coreó “Viva Trump” mientras daba el saludo nazi. En Charlottesville, Spencer dijo: “No nos reemplazarán en este mundo. Los blancos tenemos un futuro. Tenemos un futuro de poder, de belleza, de expresión”. Habló de la “fraternidad común” de la gente blanca “desde Portugal hasta Siberia, y... América del Norte”.

En otros lugares se han movilizado grupos similares para defender los símbolos confederados, entre otras acciones aquellas recientes en Pikeville, Kentucky, y en Nueva Orleans donde los racistas, según la prensa, llegaron armados y / o vestidos “listos para el combate”. (También es importante reconocer que en cada incidente, un número significativo de fuerzas antirracistas se han movilizado para desafiar y denunciar estas acciones).

Esta defensa, teñida de violencia, de los dueños de esclavos y regímenes genocidas del pasado no tiene que ver solamente con “la historia”, sino que es el terrorismo FLAGRANTE dirigido específicamente contra el pueblo negro, y más ampliamente contra todos los grupos bajo ataque por el régimen de Trump y Pence: los inmigrantes, los musulmanes, las personas LGBTQ, y cualquiera que los apoye. ¡Y observe que Trump, Pence y toda su gente han mantenido un silencio total con relación a este terrorismo!

Hay cuatro puntos que tienen que quedar claro acerca de este asunto:

1. Sería muy bueno que, en lugar de retirar estos monumentos en plena noche como hicieron en Nueva Orleans, hubiera celebrada ceremonias públicas en las que las masas populares pudieran hablar de la historia de la esclavitud y sus consecuencias hasta hoy en día; y si la gente se moviliza para derribar las estatuas y otros monumentos que representan la esclavitud, hay que defenderla. Y se debería aprovechar el debate y controversia que se suscitarían para educar profundamente a la gente sobre la verdadera historia de Estados Unidos, de manera que un número cada vez mayor de personas —inclusive las personas blancas— llegue a odiar y despreciar todo lo que representan estos monumentos.

2. El hecho de que esto no está pasando ahora —y encima, que los racistas reaccionarios están tratando de IMPEDIR que se retiran estas estatuas, y llegan con antorchas y “listos para el combate”— demuestra que incluso el concepto de que la esclavitud era malo, con todas sus implicaciones para la humanidad, el tratamiento y hasta el derecho a vivir del pueblo negro, está lejos de resolverse en estos tiempos. De hecho, los medios de comunicación lo tratan como un tema legítimo para “discutir”. Y cuando la ciudad de Charlottesville intentó vender la estatua de Lee, un juez lo retrasó por seis meses.

3. Ni Trump ni Pence —ni, huelga decir, el notorio supremacista blanco y Procurador General Jeff Sessions— han pronunciado una palabra para condenar esto o para apretarles las riendas a estas turbas. Esto indica tanto su necesidad de alentar y desencadenar un movimiento fascista violento para hacer cumplir todo su programa como el hecho de que este programa fascista incluye un fuerte componente genocida dirigido específicamente a los negros y ataques virulentos contra los latinos, inmigrantes, musulmanes y otros.

4. ¡A desechar las ilusiones — a prepararse para la lucha! Envalentonar y desatar a las turbas reaccionarias organizadas ha sido y es una característica integrante del régimen fascista de Trump y Pence. Están acumulando tropas de choque para atacar y suprimir a las masas, para contrarrestar a los opositores del régimen dentro de la clase dominante, y potencialmente para llevar a cabo ataques genocidas contra el pueblo negro. Deja claro que este régimen, y las fuerzas sociales reaccionarias que se han cohesionado alrededor del régimen, no se largarán sin una lucha total. No se puede tolerar a Spencer y el resto de los monstruos KKK / nazis. Hay que pararlos dondequiera que aparezcan, como un componente clave de una lucha de millones de personas que se levanten para expulsar al régimen de Trump y Pence.

 

       

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