Otra vez, un asesino de uniforme azul sale impune, en esta ocasión en Milwaukee:
¿¡¿¡¿HASTA CUÁNDO?!?!?
25 de junio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Una vez más un asesino vestido de azul ha salido impune. Ayer el asesino uniformado que asesinó a Sylville Smith a sangre fría en Milwaukee, Wisconsin —mientras Smith permanecía indefenso en el suelo— salió impune, absuelto de cargos de homicidio imprudente.
El mes pasado, el policía que había asesinado a Terence Crutcher, un hombre negro que no llevaba arma, salió impune en Tulsa, Oklahoma. La semana pasada el cerdo policía que asesinó a Philando Castile salió impune en St. Paul, Minnesota. Como dijo la semana pasada Valerie Castile, la madre de Philando: “El sistema en este país continúa fallando a los negros y continuará fallándonos”.
Sylville Smith era un hombre negro de 23 años. El pasado 13 de agosto de 2016, no hacía nada cuando dos policías se le acercaron. Sylville se echó a correr. Las autoridades publicaron una foto que parece mostrar a Sylville lanzando sobre una cerca una pistola que había estado llevando. El cerdo policía Dominic Heaggan-Brown le disparó en el brazo. Sylville se cayó. Segundos después, Heaggan-Brown se paró sobre él y, a unos centímetros de distancia, disparó a Sylville en blanco en el pecho, asesinándolo. Smith estaba desarmado y en el suelo — “manos arriba, sin salida”, dijo el fiscal.
Más tarde esa noche, después de asesinar a Sylville Smith, Heaggan-Brown fue a un bar y “se jactó de poder hacer lo que” quisiera” “sin repercusiones”, y agredió sexualmente a un hombre, según informa el New York Times.
Pero aún así este sucio cerdo asesino, que en este caso era negro y llevaba una cámara corporal, ¡¡salió impune!! ¿Por qué? ¡Porque la policía es la fuerza armada de este sistema y todo el sistema está organizado para justificar y exonerar sus asesinatos! En Milwaukee, esos procedimientos policiales exigen que la policía considere que cualquier persona que tenga una pistola también tenga otra, y que “use una fuerza letal hasta que un sospechoso ya no sea una amenaza”, dijo el abogado del policía. En otras palabras, muerto.
Después del veredicto, la hermanastra de Sylville Smith valientemente dijo la verdad: “Siento que no importa lo que sea, estos policías en todo el mundo, pueden literalmente asesinar a uno... Siento que disparó descaradamente a Sylville. Siento que fue intencional”.
¡Ahora el régimen de Trump y Pence y su Procurador General Jeff “KKK” Sessions declaran que debe haber aún menos investigaciones o restricciones mínimas sobre estos asesinos de azul!
El año pasado, después del asesinato de Sylville estallaron rebeliones justas. Ahora mismo es urgente que la gente proteste por este escandaloso asesinato policial y absolución.
Como dijo Carl Dix después del asesinato de Sylville el año pasado:
Un sistema que le da su sello de aprobación al desenfrenado terror policial es absolutamente ilegítimo. Ha existido desde hace demasiado y es preciso eliminarlo por medio de la revolución. En una sociedad revolucionaria, como ha dicho Bob Avakian, líder del PCR, “...[H]abríamos preferido que un policía del pueblo diera la vida primero, antes de matar sin sentido a uno de las masas”.
Nosotros en el PCR venimos organizando ahora para una revolución concreta para deshacerse de este sistema y crear el tipo de sociedad en la que no existiría el tipo de brutalidad patrocinado por el estado que se inflige hoy.
El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura.
Bob Avakian, Lo BAsico 1:24
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