El férreo embate de los republicanos contra el cuidado de salud… y la VERDADERA respuesta a esos ataques

3 de julio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 22 de junio, se divulgó el proyecto de ley de cuidado de salud fraguado por un núcleo dirigente de los republi-fascistas en el Senado. Se proponía forzar el voto sobre el mismo dentro de una semana, pero tropezó con agudos conflictos al interior de la clase dominante. Al cierre de esta edición (28 de junio), los republicanos suspendieron el voto pero proyectan otro voto en julio. La posibilidad de que estos ataques asesinos entren en vigor está lejos de ser una cuestión muerta.

La versión del Senado del proyecto de ley de salud de Trump y Pence le quitaría la cobertura de cuidado de salud a 22 millones de pobres y oprimidos adicionales durante la próxima década, y aumentarían los costos, se recortaría la cobertura, eliminaría servicios vitales, haría trizas el Medicaid, le quitaría fondos a Planificación Familiar y mataría a aún más personas de las que ya se están muriendo debido al sistema de cuidado de saludo del capitalismo. A la vez, eliminaría al menos un millón de millones de dólares de impuestos para las corporaciones y la gente más rica.

El meollo del proyecto de ley de los senadores republicanos son los fuertes recortes de Medicaid. Las prestaciones de Medicaid cubren un 20% de todos los ciudadanos y residentes legal; un 40% de todos los niños; la mitad de los partos; y al 64% de todos los pacientes en residencias para la tercera edad y convalecientes. Este proyecto de ley amenaza la vida de amplios sectores de los pobres de todas las nacionalidades; los enfermos con condiciones preexistentes, niños y adultos incapacitados, mujeres, y una creciente población de adultos mayores.

Además, este proyecto de ley tiene el sello odia mujeres de los fascistas cristianos. Bloquearán los pagos de Medicaid por servicios que provee Planificación Familiar, poniendo en riesgo la vida de millones de mujeres que dependen de Medicaid y Planificación Familiar para pruebas de cáncer que pueden salvarles la vida, cuidado de maternidad y control de la natalidad.

Todo eso afectará de manera más dura a los negros, los latinos, los indígenas y otros oprimidos.

Durante años, los ataques al Obamacare han sido un grito de batalla de la agenda fascista que hoy está concentrada en la forma del régimen de Trump y Pence. Este embate se basa en un punto de vista según el que la sociedad y el gobierno no tienen ninguna responsabilidad de nada concerniente al bienestar de la gente; es un vil individualismo que va especial contra los pobres y las minorías, así como un odio venenoso y demente por Obama, y por la gente negra en general, que estos republicanos aprovechan y azuzan. Los fascistas avivan un sentimiento entre sus partidarios de que con Obama en la presidencia, Estados Unidos ya no es “suyo” y que tienen que “retomarlo” a los “parásitos” (negros e inmigrantes) con venias casi abiertas al privilegio de los hombres blancos.

Esta demencia es una interpretación completamente errónea de “quién alimenta a quién” en Estados Unidos. Como dice Bob Avakian: “No habría ningún Estados Unidos como lo conocemos sin la esclavitud. Esa es una verdad sencilla y básica” (Lo BAsico 1:1). Por 250 años existió el horror de la explotación de los esclavos en condiciones bajo un infierno indecible… seguido de un siglo de súper-explotación que apuntaló a la industria de Estados Unidos, en la que los trabajadores negros estaban obligados a hacer los trabajos más peligrosos, peor pagados y más sucios, eran los primeros despedidos y últimos contratados… hasta la fecha, pues el pueblo negro sigue siendo golpeado por la discriminación y la opresión, como en el empleo y el crédito.

Además, millones de inmigrantes han sido y son explotados sin piedad, primero en los países de donde salieron, y ahora en Estados Unidos, por el capitalismo-imperialismo. Los inmigrantes indocumentados no tienen derecho al welfare, los cupones para alimentos, el Medicaid y la mayoría de las otras prestaciones públicas, a la vez que pagan miles de millones de dólares del impuesto sobre las ventas y del Seguro Social para prestaciones de jubilación que jamás recibirán.

El estatus quo no es ninguna respuesta, pero hay una respuesta

Trump y el proyecto de ley de "salud" de los republicanos es un horror. Frente a este ataque asesino contra el tipo más básico de cuidado de salud, lo que se necesita urgentemente es una resistencia implacable que dice que ¡este régimen fascista de Trump y Pence tiene que irse!

Al mismo tiempo, la respuesta no es la de defender el estatus quo. Obamacare reflejaba un consenso entre unos poderosos sectores de la clase capitalista de que era necesario hacer algo importante para limitar los costos de la atención médica y ampliar la cobertura, en parte para mantener la estabilidad social en la sociedad. Pero estas reformas se vieron limitadas por la realidad de que bajo el capitalismo, el cuidado de salud, al igual que lo demás, es una mercancía que se vende con fines de lucro y está sujeta a las necesidades generales de un sistema basado en la explotación y la opresión.

Incluso con Obamacare, millones de personas han permanecido sin cobertura y millones más reciben atención que es inadecuada, a menudo ineficaz y muy a menudo humillante. Mientras tanto, las masivas crisis de salud pública, como la epidemia del SIDA sin freno entre los hombres gays y bisexuales negros y latinos, la epidemia de adicción a los opioides, la epidemia de diabetes (predominantemente centrada entre los oprimidos), el cáncer de cuello uterino, o de plano se ignoran, o el tratamiento para estos males se distorsiona y deforma debido a las exigencias del capital y sus sesgos supremacistas blancos y patriarcales.

Sin embargo, existe la base para dar un enorme salto adelante en la salud y el bienestar de las masas de personas en Estados Unidos, y esto se puede hacer de una manera que beneficie a la humanidad en todas partes. Este indica los hechos de que a) no es necesario todo este horror y la degradación, y la trampa de una batalla para impedir que se escala a nuevas alturas, y b) que nosotros podríamos hacerlo de manera mucho mejor. Lea el Artículo 1, Sección 2, punto H de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte sobre lo que dice sobre el cuidado de salud. Un mundo diferente, mucho mejor, en realidad es posible... si estamos dispuestos a luchar por él.

Lea más información sobre el análisis de Obamacare en “El cierre del gobierno, la confrontación, y la urgente necesidad de una repolarización... para la revolución” en www.revcom.us.

 

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