Entra en vigor la prohibición a los musulmanes de Trump y Pence:
Estados Unidos fomenta histórica crisis de refugiados… y luego les cierra la puerta a patadas
5 de julio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
La semana pasada, Estados Unidos cerró las puertas a patadas a los niños que huían de la violencia de las pandillas en Centroamérica, a las familias que huían de la matanza en Siria, a las personas que sufren hambre y cólera en Yemen, a los afganis que languidecen en el exilio o en los campamentos de refugiados, y a muchísimas personas más.
Después de que la Corte Suprema readmitió grandes secciones de la prohibición a los musulmanes de Trump, Estados Unidos prohibió durante 120 días la entrada de todos los refugiados que huían de la violencia y la persecución, y durante 90 días a cualquiera de los países de mayoría musulmana de Irán, Siria, Yemen, Libia, Sudán y Somalia, a menos que puedan comprobar una “relación” de “buena fe” con una familia, negocio o escuela en Estados Unidos según lo determine el Departamento de Seguridad Nacional.
Esto significa que una familia, como la de Sudán que había huido de la violencia de las milicias reaccionarias y después de 10 años de “escrutinio extremo”, logró restablecerse en Estados Unidos, ahora sería bloqueada porque no tienen parientes en Estados Unidos. Esto significa que los niños, que a menudo viajan a solas como parte del torrente de centroamericanos que escapan de la violencia, el asesinato y la indigencia (388.000 tan sólo en 2016), no tendrán ninguna oportunidad.
Trump y Pence están cerrando a patadas las fronteras estadounidenses durante la mayor crisis global de desplazamiento desde la Segunda Guerra Mundial, tal vez nunca. Más de 65 millones de personas, entre ellas millones de niños, se han visto obligadas a huir de las guerras, la violencia y la persecución; o sea, 24 personas cada minuto en promedio. Millones más se ven obligados a abandonar sus hogares cada año debido al cambio climático, o sea, las sequías, las inundaciones o la escasez de alimentos y agua. Un estudio estima que para el año 2100 ¡ya habrá dos mil millones de refugiados por el clima!
El régimen de Trump y Pence dice que hay que tratar a los refugiados y los inmigrantes como terroristas o criminales hasta que se demuestre lo contrario. Pero ¿qué ha impelido a millones a cruzar desiertos abrasadores; embarcarse en un viaje con el riesgo de la violación, robo o esclavitud; o arriesgarse en el mar, donde, como informa la ONU, un “número pasmoso de refugiados y migrantes se están muriendo cada año”, para llegar a Europa, Estados Unidos u otros países? Masivamente, el sistema del capitalismo-imperialismo, encabezado por Estados Unidos
¿POR QUÉ viene gente a Estados Unidos de todo el mundo?
Como Bob Avakian dijo en Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es:
Ahora ya puedo escuchar estos reaccionarios idiotas diciendo: “Ok, Bob, responde a esto: Si este país es tan terrible, ¿por qué gente de todo el mundo viene aquí? ¿Por qué hay tanta gente tratando de meterse en vez de salirse?...”. ¿Por qué? Yo te voy a decir por qué. Porque han cagado al mundo aún peor que lo han cagado a este país. En el proceso de adquirir su riqueza y poder, ellos lo han hecho imposible para mucha gente poder vivir en sus propios países. (Lo BAsico 1:14)
Bajo Obama, Estados Unidos admitía a sólo 110.000, de los 22 millones de refugiados del mundo, al año. Ahora el régimen de Trump y Pence ha cortado esa cifra a la mitad y está eviscerando el núcleo de las leyes internacionales sobre los refugiados: “La premisa de las leyes sobre los refugiados y las leyes sobre el asilo es que deberíamos aceptar precisamente a aquellas personas que quizá carezcan de las pruebas de ‘buena fe’ establecidas por la corte”, señala la abogada y activista Diala Shamas en el Washington Post. “Aquellos que tiene los menores vínculos, y por lo tanto probablemente sean los más vulnerables”.
Es un crimen perverso contra la humanidad satanizar y prohibir a las víctimas de la dominación y las guerras del imperialismo en todo el mundo, lo que equivale a rechazar la entrada a los judíos y otros que escapaban de la Alemania nazi, lo que ¡Estados Unidos sí hizo durante la Segunda Guerra Mundial! ¡Hay que oponérsele implacablemente!
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