Fomenta la agenda fascista cristiana: El discurso de Sessions ante un poderoso grupo de odio anti-LGBTQ

26 de julio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 11 de julio, el Procurador General Jeff Sessions pronunció un discurso a puerta cerrada ante la Alliance Defending Freedom [Alianza Defensora de la Libertad], o ADF, el más grande y poderoso bufete cristiano fascista de abogados del que usted no haya oído hablar. En sus propias palabras, el programa legal reaccionario de la ADF es el de luchar en contra de: el “inventado” “‘derecho’ constitucional al aborto”; el “mito” de la “separación de la Iglesia y el Estado”; y las leyes que promueven “la aprobación social de la conducta homosexual”. Durante los últimos 20 años se han involucrado en los casos legales más prominentes que atacan la elección reproductiva, que difunden las leyes anti-LGBTQ por Estados Unidos e internacionalmente, y que en general imponen la religión en cada vez más ámbitos de la vida pública. (Ver la barra lateral).

La ADF no es simple o principalmente el producto de un movimiento popular de intolerantes fundamentalistas religiosos que odian y temen a las personas LGBTQ. Tiene un gran respaldo económico de multimillonarios como Richard y Helen DeVos (cuya nuera, Betsy DeVos, es secretaria de Educación) y otros peces capitalistas muy gordos. Más fundamentalmente, la ADF forma parte del programa de sectores de la clase dominante que ven una absoluta necesidad de cohesionar la sociedad de Estados Unidos bajo las draconianas normas y moral fundamentalistas cristianas, las que incluyen la demonización y la deshumanización de las personas LGBTQ. Estas fuerzas ya tienen a su gente en la Casa Blanca.

Discriminar contra la gente LGBTQ = los fascistas cristianos practicando su fe

Sessions abrió su discurso alabando a la ADF por la “importante labor” que hace “para defender y proteger el derecho a la libertad religiosa en este país”. Dio respaldo a las dementes tonterías de que los fascistas cristianos son víctimas: “Muchos estadounidenses han sentido que su libertad de practicar su fe ha estado bajo ataque. Tal sentimiento es comprensible”. Sessions no se refería a la muy real escalada de ataques terroristas contra musulmanes, ni al cierre e infiltración de lugares musulmanes de culto por parte de su régimen, ni a la prohibición de que las personas de la fe musulmana entren a Estados Unidos. Lo que hacía era respaldar la afirmación de la ADF de que impedirles discriminar a las personas LGBTQ es una violación de su derecho a la intolerancia religiosa otorgado por dios, lo que se asemeja a la lógica de los que argumentaban que las leyes de equidad de vivienda violaban las “creencias sinceras” de las personas que no querían vivir cerca de personas negras.

A continuación, Sessions prometió a la Alianza Defensora de la Libertad que tendrían el respaldo del Departamento de Justicia para imponer su ideología fascista cristiana en las leyes estatales y federales y en todos los aspectos de la vida pública:

En todo este litigio y debate, este Departamento de Justicia jamás permitirá que nuestro gobierno secular exija que se abandonen las creencias religiosas sinceras. No requeriremos que los ciudadanos estadounidenses den consentimiento intelectual a doctrinas contrarias a sus creencias religiosas. Y se les debe permitir ejercer esas creencias tal como garantiza la Primera Enmienda. Defenderemos la libertad de conciencia resueltamente. Eso es inalienable. Esa es nuestra herencia.

La esencia de la lógica de la declaración de Sessions es que las creencias religiosas deben tener prioridad sobre reclamos por la igualdad y los derechos civiles. Aquí el lenguaje de Sessions prácticamente repite los argumentos de la ADF en el próximo caso en Colorado en el que a un panadero le demandaron por negarse a hacer un pastel de bodas para una pareja gay.

Trump ordena al Departamento de Justicia que escriba una guía sobre cómo ayudar a la agenda fascista cristiana

Sesiones también prometió que el Departamento de Justicia iba a poner su posición por escrito, diciendo: “El presidente también me ha dirigido a emitir directrices sobre cómo aplicar las protecciones federales de la libertad religiosa.... El gobierno federal encontrará activamente formas de acomodar a las personas de todas las creencias. Las protecciones consagradas en la Constitución y nuestras leyes protegen a todos los estadounidenses, inclusive cuando trabajamos juntos, hablamos en la plaza pública, y cuando interactuamos con nuestro gobierno. No renunciamos a nuestros derechos constitucionales cuando participamos plenamente en la vida pública y la sociedad cívica”. (énfasis nuestro)

Lo que Sessions está diciendo es que el Departamento de Justicia pretende hacer todo lo posible para despejar el camino para que los fascistas cristianos puedan imponer su intolerancia religiosa y realizar su meta de un Estados Unidos fascista cristiana en todas las esferas de la vida pública. El discurso que Sessions dio a esta “Cumbre” de abogados fascistas cristianos representa una declaración del régimen de Trump y Pence de que pretende ayudar a avanzar no sólo su vil programa anti-LGBTQ, sino su meta general de un Estados Unidos fascista cristiana.

¿De dónde proviene este movimiento fascista cristiano?

Durante décadas, los capitalistas-imperialistas de Estados Unidos se han enfrentado a contradicciones muy agudas: atascados en guerras y ocupaciones, en contienda con otras grandes potencias, y en batalla con el yihadismo islámico anticuado internacionalmente; mientras que en este país se intensifica la opresión de los negros, latinos y otros de nacionalidades oprimidas, los inmigrantes y las mujeres, y se tensa el tejido social tradicional que cohesiona a esta sociedad. En este contexto, se ha desarrollado un movimiento fascista cristiano, respaldado por una parte importante de la clase dominante estadounidense, con el objetivo de nada menos que una sociedad teocrática cristiana gobernada por la ley y la moralidad bíblicas.

Como Bob Avakian (BA) ha analizado extensamente en La verdad sobre la conspiración derechista… y por qué Clinton y los demócratas no son la respuesta y otras obras, el fascismo en Estados Unidos es el resultado de dinámicas más grandes en este momento de la historia. BA ha analizado científicamente el surgimiento de este fascismo, sus causas subyacentes y sus impulsores, y sus expresiones específicamente estadounidenses como el fascismo cristiano —y qué hacer para la emancipación de la humanidad— y alentamos fuertemente a los lectores a estudiar estas obras. En La verdad sobre la conspiración de la derecha..., BA señaló:

[Estos fascistas cristianos son] líderes políticos y fuerzas que declaran que la “moral tradicional” del patriarcado y el patriotismo ciego —encarnada en el cristianismo fundamentalista— es la piedra angular que mantendrá la estabilidad y cohesión de la sociedad capitalista y la dominación del imperio yanqui en el mundo. Para ellos, América hoy —no solo el gobierno sino la sociedad en general— está en declive cultural y moral. Es más, corre el peligro de desintegración y destrucción.

La elección del régimen de Trump y Pence ha llevado este movimiento al poder. Trump se ha unido plenamente con los fascistas cristianos, con Mike Pence para comenzar, y de ahí con ellos que forman gran parte del gabinete. Y con este control del ejecutivo, del Congreso y de importantes gobiernos estatales —y el control de la Corte Suprema con solo uno o dos nombramientos más—, los obstáculos están desapareciendo para que el avance del programa fascista cristiano se convierta en la “ley del país”, impuesta con toda la violencia en las manos del estado estadounidense. No se puede exagerar la urgencia de movilizar a millones, y decenas de millones, de personas que odian los cada vez más crímenes perpetrados por este régimen para actuar sobre la base del conocimiento que este régimen es fascista, para ponerse de pie juntos y detenerlo.

 

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