La siguiente declaración fue recibida del Grupo Comunista Revolucionario de Colombia.

¡FUERA PENCE! ¡Hay que parar el régimen de Trump/Pence!

14 de agosto de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El vicepresidente de Estados Unidos, el ultraconservador Mike Pence, estará en Colombia este 13 y 14 de agosto como parte de una gira que incluye a Argentina, Chile y Panamá.

Oficialmente, Pence sostendrá reuniones con líderes de los gobiernos y con empresarios para “la profundización de los lazos bilaterales de comercio e inversión en la región” y “continuar con el apoyo … a la cooperación en seguridad, a la participación empresarial, a la agricultura y al desarrollo de infraestructura”.

A lo que realmente viene Pence es a alinear sus huestes, en lo que despectivamente han considerado su “patio trasero”, al servicio de sus intereses imperialistas (lo que ellos llaman los “lazos” y el “apoyo”), pero en especial alrededor de los planes de “cambio de régimen” en Venezuela.

Como avanzada, hace unas semanas visitó a los presidentes de México y Colombia el director de la CIA Mike Pompeo, “ayudándoles a entender las cosas” de la “transición” en Venezuela, como él mismo señaló en un reciente foro en Aspen, Colorado.

Esto no es algo menor. El fundamentalista cristiano Mike Pence y el rabioso fascista Donald Trump comandan la maquinaria de dominación más poderosa del mundo junto con todo un equipo de supremacistas blancos, xenófobos, fundamentalistas y odia-mujeres.

El régimen de Trump/Pence además de un grave peligro para los inmigrantes, latinos y musulmanes, para el pueblo negro y para las mujeres en Estados Unidos y más allá, también representa un grave peligro para todo el planeta y un grave peligro para la verdad y el pensamiento crítico y científico en todas partes.

Si bien Trump funciona como el líder y testaferro de todo un régimen, Pence ha sido el mayor pilar y el principal agente tras bambalinas. Católico convertido al evangelismo, es “un cristiano, un conservador y un republicano, en ese orden”, según sus propias palabras. No hace ningún esfuerzo por esconder su apego a lo que considera los valores tradicionales de la familia ni su hostilidad hacia aborto y el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Cree que la homosexualidad es una enfermedad que puede “curarse”.

Un reaccionario a carta cabal. Para decirlo sin rodeos, Pence es la versión cristiana del Talibán en Afganistán, imponiendo un orden fundamentalista religioso. Lo escogieron para lograr que la elite del partido, los evangélicos y los ultraconservadores se tragaran el sapo que representaba Trump de quien desconfían pues en el pasado apoyó a demócratas, fue abierto en temas como el aborto y carga demasiados escándalos encima. Pence le aporta a Trump sus credenciales conservadoras y una experiencia política clave para apoyarse en el Congreso.

Pero, ¿qué es lo que quieren apuntalar por estos lares los imperialistas yanquis? En una gran extensión del mundo, el imperialismo yanqui está atascado en guerras por el imperio, está trabado en combates con las fuerzas históricamente anticuadas del yihadismo islámico, al mismo tiempo que se refuerzan mutuamente en una dinámica mortífera y opresiva para cientos de millones de personas.

Estados Unidos también confronta desafíos provenientes de China como una potencia económica y militar en ascenso, y una rivalidad inter-imperialista con Rusia y Europa.

Si bien en América Latina se ha venido reversando la “ola rosa” del llamado “socialismo del siglo xxi” con el regreso en Brasil y Argentina de los viejos patriarcas y la destorcida iniciada en Ecuador, para los yanquis es clave tener completamente bajo su férula su dizque “patio trasero”. De ahí que Estados Unidos y las clases dominantes tradicionales de la región tengan afán en dar el golpe de gracia al régimen chavista venezolano.

Hoy Venezuela está en una profunda crisis económica. Y el gobierno está llevando a cabo una dura represión. Entre la gente progresista hay mucha confusión sobre la manera de evaluar estos acontecimientos. Algunos se inclinan por apoyar al gobierno venezolano.

Pero la “revolución bolivariana” NO fue una auténtica revolución. A pesar de las mejoras durante un buen tiempo en la situación de sectores del pueblo, ese régimen actual no es socialista ni representa un modelo para la liberación, representa unas fuerzas nacionalistas burguesas.

Sin embargo, ni Estados Unidos ni Colombia tienen ningún derecho a interferir en los asuntos de Venezuela.

Hay que impedir que los imperialistas yanquis se salgan con la suya tanto en Venezuela como en el resto del mundo, incluyendo en Estados Unidos. Está en juego el futuro del mundo. Se requiere que apoyemos a las fuerzas en Estados Unidos que se están organizando para parar al régimen fascista de Trump/Pence, en especial a los comunistas revolucionarios allí.

Es cierto que la posibilidad de echar a Trump/Pence del poder es muy difícil pero también que existe una base material real para parar este régimen fascista. No hay garantía de que esto suceda, de lo que sí hay garantía es de que sin lucha eso no se conseguirá.

Esto no es algo que solo importa a la gente de Estados Unidos. Es necesario que haya una resistencia global a una amenaza global.

Frente a nosotros se plantea una vital cuestión: ¿De qué lado nos ponemos? ¡Tomemos partido por la humanidad y actuemos en consecuencia!

¡El régimen FASCISTA de Trump y Pence es un grave peligro para la humanidad y hay que pararlo! ¡FUERA YANQUIS! YANKEE GO HOME!

Grupo Comunista Revolucionario de Colombia | agosto de 2017

 

 

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