Promesas de monstruos genocidas para “proteger” a la gente del mundo

13 de agosto de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 9 de agosto, Donald Trump amenazó con descargar “fuego y furia” sobre Corea del Norte. El secretario de Defensa Mattis explicó lo que esto significaba, amenazando a Corea del Norte con “el fin de su régimen y la destrucción de su pueblo” (énfasis agregado) — en otras palabras, el genocidio.

En respuesta a las críticas a estas amenazas, Trump dijo: “Francamente, la gente que cuestionaba esa declaración, ¿era demasiado dura? Tal vez no fuera lo suficientemente dura. Han estado haciéndole esto a nuestro país por mucho tiempo, por muchos años, y ya es hora de que alguien defienda al pueblo de este país y al pueblo de otros países. Más bien, tal vez esa declaración no fuera lo suficientemente dura” (énfasis agregado). Y dijo: “Les pasarán cosas que nunca pensaron que fueran posibles, ¿ME ENTIENDEN? Él ha estado mangoneando al mundo por mucho tiempo”.

¡¿¡¿Qué carajos?!?!

Veamos a quién REALMENTE “ha estado mangoneando al mundo por mucho tiempo”, y lo sigue haciendo y ahora amenaza con emprender una guerra nuclear.

Veamos la verdadera historia, y no la mitología del “excepcionalismo estadounidense” (una visión que sostiene que Estados Unidos es una especial “fuerza por el bien” en el mundo) que es el mantra de todos los políticos de la clase dominante de Estados Unidos, y que Trump está llevando a niveles extremos. Veamos sólo una parte de lo que Estados Unidos ha hecho en el mundo durante los últimos 65 años1.

En 1950 Estados Unidos invadió a Corea del Norte y, según el general estadounidense Curtis LeMay, “redujo a cenizas todas las ciudades de Corea del Norte” en 1952. ¡Mató a un 30 por ciento de la población!

Invadió a Vietnam con medio millón de soldados, cometió violaciones en masa y masacres horribles, soltó siete millones de toneladas de bombas (el doble de la cantidad que se soltó sobre Europa y Asia en toda la Segunda Guerra Mundial), ahogó el suelo con napalm (químico que quema vivas a las personas) y “Agent Orange” [agente naranja] (que destruye cultivos y bosques). Tres millones de personas murieron.

Orquestó golpes de estado en Indonesia, Irán, Chile, Guatemala y muchos otros países. Tan solo en Indonesia, mataron a un millón de personas.

Invadió a la República Dominicana para reprimir un levantamiento popular, mató a miles de personas. Respaldó a la junta militar en la guerra civil de El Salvador, mató a 75.000 personas.

Estados Unidos invadió a Irak en 1991, destruyó gran parte de su infraestructura crucial (como sistemas de purificación de agua y fábricas farmacéuticas) y luego impuso sanciones durante una década, las que la entonces embajadora Madeleine Albright admitió que causaron la muerte de 500.000 niños (de lo que ella dijo en una entrevista televisada, “valía la pena”).

En 2003, Estados Unidos invadió de nuevo a Irak —so pretexto de que Irak poseyera armas de destrucción masiva y amenazara al mundo—, mató a decenas de miles de personas más y dio inicio a una guerra civil que prácticamente ha destruido a esa nación. Otros países de Oriente Medio han sido arrastrados al torbellino, y el número de muertos, heridos y personas desplazadas en la región ya llega a más de seis millones.

A lo largo de todo este período, Estados Unidos ha seguido desarrollando y blandiendo su enorme arsenal de miles de armas nucleares y se ha negado a renunciar al “primer uso” de esas armas de destrucción masiva, y ha llevado al mundo al borde del precipicio de una guerra nuclear durante la crisis de los misiles en Cuba de 1962.

Por horroroso que sea todo esto, en realidad sólo araña la superficie de los crímenes estadounidenses en todo el mundo, al mismo tiempo que los gobernantes imperialistas han continuado la opresión brutal en casa. De la esclavización, tortura y explotación despiadada de millones de esclavos africanos, a la masacre genocida de los pueblos indígenas, el robo violento de casi la mitad de México, y hasta hoy con las enormes desigualdades que destruyen la vida de decenas de millones de personas trabajadoras; la encarcelación en masa de millones de personas; la persecución de inmigrantes, musulmanes y personas LGBTQ; la intensificada degradación y deshumanización de las mujeres; y siempre, día tras día, el constante PUM... PUM... PUM... de los cerdos policías al matar a civiles, más de mil víctimas cada año, desproporcionadamente negros, latinos y otra gente de color.

Sí, el pueblo de Corea del Norte sufre bajo un régimen opresivo y, como la gente en todo el mundo, necesita desesperadamente una revolución real y un auténtico estado socialista. Pero es Estados Unidos el que ha sido durante siglos un azote que aflige y atormenta a la gente en Estados Unidos y en todo el mundo — y que ahora pone en peligro a todo el planeta.

 


1. Se describe y se documenta la mayoría de los incidentes enumerados aquí, y muchos otros a lo largo de la historia de Estados Unidos, en la serie Crimen Yanqui de revcom.us. [regresa]



 

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