¡Una asesina pandilla se infiltra en las escuelas públicas de Chicago e incluso se apodera de algunas de ellas!

24 de agosto de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Todo el mundo sabe que cientos de personas mueren al año de la violencia armada en Chicago. Las autoridades tratan de echar la mayor culpa a conflictos entre diferentes pandillas. Ciertamente es un problema importante — sobre el cual el Club Revolución está trabajando para solucionarlo en la única manera en que se puede solucionarlo, organizando los jóvenes en la revolución.

¿Pero sabía usted que las secundarias públicas de Chicago lavan el coco abiertamente a miles de jóvenes y los organizan en la pandilla más brutal del planeta — una pandilla que asesina a miles de personas al año hasta en los tiempos relativamente “pacíficos”? ¿Sabía que los pandilleros más importantes —llamados oficiales— no sólo caminan abiertamente por los corredores sino que hasta dan clases y administran secundarias enteras, llevando los colores de su pandilla — y para rematar, la insignia que muestra cuántos de sus enemigos han matado?

Sí, estamos hablando de las fuerzas armadas estadounidenses y su infiltración y ocupación cancerosas de muchas escuelas públicas en Chicago. Este programa se inició bajo el alcalde Daley II en Chicago, con mucha de las personas que después participaron en la operación de Obama. Ya para 2008, cuando Obama fue elegido presidente, Chicago tenía el sistema educativo público más militarizado en Estados Unidos. Y eso sigue siendo cierto hoy, con más de 9.000 estudiantes que participan en programas de JROTC (entrenamiento militar) en 45 de las 104 secundarias del distrito. Más de 1.000 estudiantes están matriculados en una de las secundarias militares independientes que son administradas literalmente por el Ejército, la Marina, el Cuerpo de Marines y la Fuerza Aérea, y cientos más asisten nueve otras secundarias militares llamadas “escuelas dentro de una escuela”.

El ejército alista a usted – para que mate y muera por el imperialismo

Estos programas tienen dos propósitos. Primero, el ejército busca a cuerpos de raza negra y morena para matar y ser matado en el servicio del imperialismo. En Chicago, el 85 por ciento de los estudiantes de escuelas públicas y el 93 por ciento de los cadetes son negros o latinos. Las fuerzas armadas se aprovechan de los estudiantes que confrontan un futuro muy desolado. Literalmente reclutan en algunas escuelas comparando lo que pasa si uno muere en el ejército (recalcando el dinero que su familia supuestamente recibirá) con lo que pasa si uno muere en el combate pandillero (un memorial en la calle pero sin dinero). Así son las opciones que ofrecen a jóvenes negros y latinos en Estados Unidos — un hecho que en sí es motivo para hacer una revolución.

Entrenando a robots que se jactan de su obediencia

El otro propósito es lavarles el celebro a estos jóvenes. Escuchen lo que dice un estudiante de JROTC bien programado en un debate en línea con opositores a los programas de JROTC: “Ahora… cada joven está pensando en qué hacer con la vida. Si la economía está de la jodida… claro que tenemos que apoyarnos en los padres… las becas o las fuerzas armadas para hacer los sueños realidad.” Convencer a cadetes de JROTC a abogar por el lavado de cerebro de ese tipo se vuelve más fácil debido a la falta total de entrenamiento que reciben en el pensamiento crítico. Otro cadete dijo: “Cuando las personas ven que fuimos a una escuela militar, saben que somos obedientes, que seguimos las órdenes, que tenemos disciplina”. Efectivamente, así es — y eso NO es nada bueno. Ustedes son como borregos que los llevan a la matanza, con la excepción de que los borregos no se jactan de su obediencia.

El JROTC tiene otra atracción horripilante que recibe poca atención, que es particularmente relevante para Chicago. Alistar en el JROTC puede ayudar a que la policía no mate a uno. Un profesor que ha estudiado esta cuestión la describió así:

Los beneficios económicos no es la única atracción del programa de reserva juvenil. También permite a jóvenes de clase obrera y de minorías una oportunidad de disipar estereotipos negativos y evitar la etiquetación al asociarse con una de las instituciones más veneradas del país. Reconocen que es una manera de no salir inmediatamente sospechosos. En Chicago, es tan ubicuo. Usar uniforme realmente saca a uno de ese mecanismo de vigilancia.

Y toda esa mierda de “gracias por su servicio” que es tan dominante en la cultura tiene un impacto sobre los estudiantes en el JROTC, como explica el profesor:

Lejos de ser etiquetados, los cadetes de la reserva juvenil reciben una respuesta positiva del público. A algunos los confunden con personal militar y les dan gracias por su servicio. Para jóvenes que frecuentemente son vistos con recelo y hostilidad, esta oportunidad de “suscitar cierto respeto” actúa como un incentivo poderoso para alistarse en el programa de la reserva juvenil.

En otras palabras, y copiando las palabras del cadete citadas arriba, usar este uniforme vergonzoso marca a uno como “seguro y obediente” — a ojos de los opresores más asesinos del planeta.

Entrenando a estudiantes – ¡en mentiras descaradas!

Ese lavado de cerebro incluye mentiras descaradas sobre Estados Unidos que este programa les encaja. Los libros de historia del JROTC declaran que el “Incidente del Golfo de Tonkin” ocurrió de verdad, a pesar del hecho de que hace décadas se comprobó que todo el asunto fue inventado por el gobierno estadounidense para justificar una campaña masiva y asesina de bombardeos contra Vietnam del Norte en un vano intento de mantener la hegemonía del imperialismo yanqui en el sureste asiático. De igual manera, los materiales de JROTC declaran que antes del ataque estadounidense contra Irak en 2003, Saddam Hussein cooperaba con Osama bin Laden y que posiblemente tenía armas de destrucción masiva — declaraciones que han sido comprobadas de ser mentiras descaradas. Pero la mentira más grave es esta: que los oprimidos puedan superar su opresión alistándose y combatiendo en el ejército de su opresor y jodiendo a otra gente.

Ya que Trump anda escupiendo amenazas de guerra por todo el planeta y fomentado el culto de lo militar al mismo tiempo, es muy probable que impulsen más todo ese programa venenoso. Corresponde a toda persona que respete tantito a la verdad, el pensamiento crítico y la justicia básica, despertar a estos jóvenes este otoño. Y corresponde a los revolucionarios organizarlos a abandonar esa locura y hacer suya la lucha para REALMENTE eliminar la opresión — la revolución.

 

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