Los demócratas amarran tratos con el fascista Trump

“Todos estamos en EL mismo equipo”
— Obama sobre Trump

17 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 6 de septiembre, el día después de que el régimen fascista de Trump y Pence puso fin a DACA y puso en peligro la vida de 800.000 Dreamers y millones de inmigrantes, los demócratas, liderados por Chuck Schumer y Nancy Piglosi (o sea Puercalosi, también conocida como Pelosi), gustosamente amarraron un trato con Trump, quien dejó a un lado a los republicanos del Congreso, para continuar financiando el gobierno y mandar una miseria en ayuda al Houston destrozado por las inundaciones.

Luego, el jueves 14 de septiembre, los demócratas Schumer y Piglosi cenaron y amararon otro trato con Trump para proteger a los que se benefician de DACA.

Esto no se trataba de un Trump que se haya transformado en “bipartidista” o “normal”.

Y no, Peter Baker del New York Times se equivocó al decir que Trump es “el primer independiente en ocupar la presidencia desde el inicio del sistema actual de dos partidos cuando la guerra de Secesión”. Es el primer presidente fascista, con Trump haciendo añicos las normas tradicionales de gobierno, concentrando el poder en el ejecutivo frente a ambos partidos, y tratando de imponer nuevas normas fascistas — con los demócratas ayudando, respaldando, normalizando y sonriendo en todo el camino.

En cuanto a proteger a los Dreamers, no se ha llegado a ningún acuerdo y no hay garantía alguna de que vaya a hacerlo, y Trump dejó en claro que cualquier acuerdo no incluiría la amnistía ni un camino hacia la ciudadanía. Y eso no es lo peor. Trump insistió —y los demócratas aceptaron— en que haya “un aumento masivo de la seguridad fronteriza”, lo que significa más Migra, más patrullas fronterizas, más justicieros, y más golpizas, arrestos y muertes a lo largo de la frontera con México. El secretario de prensa de Trump también dejó en claro el viernes que el “trato” también resultará en una intensificación de “hacer cumplir la ley dentro de Estados Unidos” — es decir, más redadas de ICE, más familias separadas, más inmigrantes aterrorizados.

Mientras tanto, Schumer se ocupa en dar consejos a Trump sobre cómo tener éxito, y dijo con entusiasmo: “Nosotros le caemos bien; yo le caigo bien al menos”.

La colaboración de los demócratas va mucho más allá de lo vergonzoso y repugnante: es criminal. Y revela mucho sobre por qué no se puede confiar en los demócratas para detener y revertir la monstruosidad que es el régimen fascista de Trump y Pence.

Los acontecimientos de la semana pasada —Trump tratando a los demócratas directamente y socavando a los congresistas republicanos— señalan el continuo tumulto y la lucha aguda dentro de las filas de la clase dominante mientras el régimen de Trump y Pence avanza agresivamente para consolidar el fascismo. Estas batallas ni son sin importancia ni irrelevantes, al comprenderlas y actuar desde el punto de vista de cómo se relacionan con las oportunidades y cómo pueden crear las oportunidades para la lucha de masas “desde abajo” y —lo más importante— para movilizar a la gente para expulsar a todo este régimen fascista, el que constituye una grave amenaza existencial para la humanidad.

 

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