La batalla por Berkeley: Milo callado, frente a frente con al fascismo… y los fascistas
27 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El domingo 24 de septiembre, Universidad de California-Berkeley (UCB). Ayer, el grupo de estudiantes Patriot de Berkeley anunció que tuvo que cancelar sus planes para invitar a una hueste de monstruos fascistas (de Steven Bannon y David Horowitz a Ann Coulter y Pamela Geller) al campus de la UCB. Pero hoy se vio que los fascistas siguen intentando asaltar a las universidades a fin de legitimar el racismo, la misoginia y la xenofobia en Estados Unidos y normalizar el fascismo.
Milo Yiannopoulos y una manada de sus secuaces fascistas aparecieron esta mañana en la plaza Sproul para regar su veneno fascista bajo el pretexto de la libertad de expresión. De nuevo, ¡los fascistas contaron con la colaboración, si no el apoyo directo, de la policía, y de la rectoría, que levantó barricadas alrededor de la plaza Sproul y adentro, con cordones de decenas de policías antidisturbios para asegurarse de que Yiannopoulos pudiera hablar, y luego lo escoltaron para entrar, a propósito de un evento no patrocinado, no aprobado el que él declaró en Facebook solamente ayer!
Pero Milo y sus secuaces fascistas fueron recibidos con la resistencia encabezada por Rechazar el Fascismo y el grupo BAMN (Por cualquier medio necesario). Antes de que Milo llegara a la plaza Sproul, la policía empezó a dejar entrar a la gente. Sunsara Taylor y otros miembros de Rechazar el Fascismo inmediatamente se pusieron de pie frente a la barricada en frente de los escalones, sostuvieron grandes carteles de Rechazar el Fascismo y comenzaron a corear: “¡No a Trump, No al Ku Klux Klan, No a un Estados Unidos fascista!” Escandalosamente, los cerdos policías singularizaron a Taylor, diciendo: “Usted queda expulsada”. Ella unió los brazos con otros dos, negándose a moverse y denunciando a la línea de policías antidisturbios que marchaban hacia ella y a la supremacía blanca y al fascismo que protegían. La policía agarró a ella y a otros, forzándolos violentamente al suelo, brutalizándolos, y luego arrastró a Sunsara Taylor y Rafael Kadaris fuera de la plaza. Al parecer, hay libertad de expresión para los fascistas, mientras suprimen la semana de resistencia anti-fascista. La tercera miembra de Rechazar el Fascismo, Xochitl Johnson, se negó a moverse aunque la policía se llevaba a rastras a los demás, así que cuando Milo fue escoltada a la plaza por una falange de policías, ella todavía estaba ahí. Gritó repetidamente durante toda la aparición truncada de Milo, justo en sus narices: “¡No a Trump, No al Ku Klux Klan, No a un Estados Unidos fascista!”, y ¡en la red se propagó una hermosa imagen en que Xochitl le da el dedo a Milo! Después de una breve aparición, Milo se fue, y más tarde sacó la mentira de que los manifestantes saltaran sobre la barricada y lo amenazaron.
Pero en muchos sentidos la salida de Milo era sólo el comienzo. Durante las siguientes dos horas, hubo tensos enfrentamientos e intercambios entre aproximadamente 100 a 125 personas que protestaban contra el fascismo y Milo, y un número casi igual de golpeadores fascistas organizados desde toda California, y sus partidarios y seguidores. Aquellos que salieron y se pusieron de pie, y debió haber estado muchos más, valiente y heroicamente se mantuvieron firmes ante el fascista hostigamiento, amenazas, videograbaciones y esfuerzos de intimidar.
Después de un intenso intercambio en la Telegraph y Bancroft, Rechazar el Fascismo llamó a la gente a marchar por las calles. Más de 100 lo hicieron, seguidos y a veces infiltrados por fascistas. Cada vez que parecía que iba a haber una lucha o provocación individual, la policía simplemente entrara en manada a la multitud de manifestantes justos, a golpes echaron a la gente al suelo y en algunos puntos dividieron la marcha. Pero los manifestantes se mantuvieron firmes, marchando durante mucho más de una hora por las calles alrededor de la avenida Telegraph, pasando por las residencias estudiantiles y adentro, invitando a los estudiantes a unírseles. Aun después, grupos de fascistas estaban merodeando por Berkeley buscando amenazar a la gente. En un par de puntos unos 20 llegaron a Libros Revolución, golpearon las ventanas, amenazaron a la librería. Una vez más, la gente se mantuvo firme y no se dejó intimidar y no los dejó entrar, de hecho, esto sólo puso en claro que estos golpeadores estaban ahí por el fascismo, y no la “libertad de expresión”.
Era sumamente importante que Rechazar el Fascismo y otros salieran y se enfrentaran a Milo. Esto no era una treta publicitaria. Esto fue parte de un ataque fascista serio y mortal a las universidades y no ha terminado. Varios eventos se están planeando en el campus en la semana que viene: protestas contra el odio, talleres de varios tipos donde Rechazar el Fascismo va a estar bregando con la gente en el campus, el cuerpo docente y los estudiantes sobre el hecho de que lo que está sucediendo no es una batalla por diferentes interpretaciones de la “libertad de expresión”, sino que es un embate fascista y parte de todo un impulso de un régimen fascista para consolidar el poder. Y la urgencia de expulsar a este régimen del poder a partir del 4 de noviembre y de poner ante todo la enorme amenaza que este régimen fascista plantea para toda la humanidad, y no tanto nuestra seguridad individual, o tener un ambiente pacífico y seguro en el campus como demasiados directivos y profesores les están diciendo.
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