Las Islas Vírgenes de los Estados Unidos: Un nivel criminalmente inadecuado de ayuda para la gente devastada por los huracanes

9 de octubre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Las Islas Vírgenes de los Estados Unidos—St. Thomas, St. John, and St. Croix—son unas de las islas caribeñas devastadas primero por el Huracán Irma y luego dos semanas más tarde por el Huracán María. Ambas tormentas eran de Categoría 5 cuando cayeron sobre las islas, y la mayoría de los 100.000 habitantes de las islas siguen batallando para conseguir lo más básico, casi dos semanas después de María, pero apenas ya llegado un hilito de ayuda, y lo poquito que llega nunca se les entrega a muchos.

Los dos huracanes dejaron a las tres islas sin suministro de electricidad. St. John sigue sin luz, mientras en St. Thomas han restablecido sólo el 15 por ciento y en St. Croix sólo el 10 por ciento. Sólo han restablecido una tercera parte del servicio telefónico celular, por lo que muchas personas ni siquiera pueden averiguar si sus seres queridos están a salvo o necesitan ayuda, ni cuándo y dónde se reparten los suministros de socorro.

La devastación ha sido catastrófica. Los dos hospitales principales (en St. Thomas y St. Croix) fueron destruidos, y no se sabe cuándo serán reconstruidos, si es que lo sean. Muchos caminos siguen atascados de desechos, y los autos quedan tapados o destruidos. “Tantas escuelas públicas fueron dañadas en las tres islas que los estudiantes no pueden regresar a clases”, según New York Times. “Y el viento arrancó a los árboles todas las hojas, y los bosques tropicales una vez frondosos ahora parecen como si se les hubiera prendido fuego con napalm”.

Muchas personas quedaron sin casa ya que éstas fueron anegadas o dañadas. Otras tratan de vivir en sus casas dañadas, algunas les falte techo, y las personas batallan para encontrar materiales básicos como lonas para protegerse de la humedad. La mayoría de los empleos es estas islas, que dependen principalmente del turismo, se han desvanecidos, y muchas personas están quedando sin dinero, imposibilitadas para comprar incluso cosas básicas como productos de limpieza para lavar la ropa o quitar el moho dañino. La situación es especialmente grave para los enfermos, los ancianos, y para niños pequeños en esta región subtropical con altas temperaturas y una humedad sofocante.

Un informe del 30 de septiembre publicado en BuzzFeed dio un vistazo gráfico de las condiciones en St. Thomas: “Akoya Emmanuel dijo que tenía dos opciones el viernes por la mañana: ella podría hacer el viaje al pueblo para buscar blanqueador para quitar el mojo de las paredes descubiertas de su casa, o hacer cola durante horas para asegurarse de que sus dos hijas tuvieran algo de comer ese día… ‘No tengo nada. Si apenas comemos es por esas salchichas, si es que lo consigamos. Esa es nuestra esperanza para hoy’.” Aparte de las salchichas, la única comida que distribuye el gobierno son papitas y barras de chocolate.

Estas islas son colonias de Estado Unidos, y la dominación y la explotación estadounidenses agravan todo ese sufrimiento y devastación. El capital financiero estadounidense las ha sumido gravemente a la deuda, y el gobierno local apenas tiene fondos para funcionar tres días. El desempleo aquí es el doble del promedio estadounidense. Más de una tercera parte de los niños viven en familias por debajo del umbral de pobreza, la mayoría de ellas recipientes de vales de comida. Pero las tiendas no pueden aceptar sus tarjetas de pago porque tendrían que procesarlas electrónicamente, y por lo general no hay luz. La gente está sufriendo grandes necesidades, y se plasma un profundo descontento. Las autoridades siguen imponiendo un toque de queda en partes de St. Thomas y St. John.

 

Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.