Hay que ver:
Exhibición “Luego vinieron por mí”, Chicago
Carta de un lector
22 de noviembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Recientemente tuve la oportunidad de ver una exhibición en la Galería Alphawood en Chicago que me impactó fuertemente. La exhibición se llama “Luego vinieron por mi” e incluye una poderosa película, Luego vinieron por nosotros. Las dos tratan la encarcelación por la fuerza de 120.000 japoneses-americanos, primero en “centros de reubicación de la guerra” y luego en campos de internamiento en la primavera de 1942, pocos meses después del ataque de Japón a Pearl Harbor en Hawai’i. Si estás en Chicago, darte prisa para verlo ya que se cierra el 19 de noviembre.
Pensé que sabía mucho sobre el tema, pero por medio de la exposición me di cuenta de que rara vez se cuenta esta historia en todo su horror y atrocidad. También puedes obtener información sobre esta historia en la serie Crimen Yanqui en revcom.us. (Ver Caso #89).
Una de las razones por las que la exhibición es tan poderosa es porque te da un sentido visceral de la experiencia concreta de las personas en la “remoción” y lo brutal que era. Esto se revela a través de relatos personales y recuerdos de aquellos que lo vivieron, además de fotos muy impactantes ampliadas y exhibidas para que uno sienta que está allí.
Una pared al comienzo de la exposición tiene una asombrosa línea de tiempo de 1942: la Orden Ejecutiva 9066 se firmó en febrero; a mediados de abril, la primera “remoción” se llevó a cabo en San Francisco; a mediados de mayo, la mayoría de los japoneses-estadounidenses recibieron notificación para registrar inmediatamente a su familia, y una semana más tarde les dieron seis días para empacar solo lo que podían llevar y para vender sus casas y negocios a precios bajísimos. Entonces les metieron en trenes y camiones y los llevaron a cientos de kilómetros de distancia sin saber su destino hasta que llegaron. Se destaca una cita del internado James M. Omura: “¿Ha llegado la Gestapo a Estados Unidos? ¿No es que nos hemos levantado con justa ira por el maltrato de Hitler a los judíos? Entonces, ¿no es incongruente que ciudadanos estadounidenses de ascendencia japonesa sean maltratados y perseguidos de la misma manera?”.
Dorothea Lange fue una de varios fotógrafos que la Autoridad de Reubicación de Guerra contrató para fotografiar la remoción y mostrar lo “humanitario” y “bien ordenada” que era. Ella se indignó por lo que vio y resolvió resistirse por medio de documentar cada angustia y abuso de las personas encarceladas. Inicialmente les dijeron que no fotografiaran el alambre de púas y las torres de vigilancia que rodeaban los campamentos, pero estas cosas eran tan prominentes que salieron en las fotos. Muchas de las imágenes son tan perturbadoras y reveladoras que el gobierno las ocultó durante años.
Antes de la “remoción” de los japoneses-americanos, la prensa los pintó como villanos y partidarios del Japón Imperial con el fin de incitar la opinión pública en su contra como parte de crear el apoyo popular para la entrada de Estados Unidos en la guerra. La exhibición incluye una postal que se circuló en ese entonces que representa a dos estadounidenses blancos apuñalando una caricatura de un soldado del ejército de Japón. Al mirarla más de cerca, ves que está pintado en un tablero con agujeros recortados para las dos caras blancas, ¡para que los tontos sonrientes pudieran tomarse una foto como si ellos fueron los atacantes! ¡Esta es la “gran tradición estadounidense” que defienden Trump y sus seguidores!
Las personas que asistieron a la exhibición estudiaron cuidadosamente cada foto; algunas personas mayores se hablaron entre sí sobre su propia experiencia en los “campamentos”. En un libro de comentarios, varios musulmanes-estadounidenses y un mexicano-estadounidense comentaron cuánto parecía a lo que ellos mismos experimentan a diario ahora mismo.
Y esa es otra razón por la que esta exhibición es poderosa: su relevancia para lo que está pasando ahora en un Estados Unidos bajo una administración fascista. De esta exposición se puede sacar la clara lección de que la resistencia contra el internamiento de los japoneses-americanos tenía que ser mucho más amplia e inmediata, para impedirlo. Y millones de personas en la actualidad deben oponerse a las medidas similares en contra de los musulmanes, los latinos y otros, y hacer aún más para expulsar del poder a este régimen fascista.
La película Entonces vinieron por nosotros de los premiados cineastas de documentales Abby Ginzberg y Ken Schneider es importante por sí mismo. Incluye entrevistas a internos así como a musulmanes en los Estados Unidos de hoy que están recibiendo apoyo de algunos de estos ex internos. La película condena a Trump, incluye a varias personas que leen la cita de Niemöller de una manera muy artística, y entrevistas a tres japoneses-estadounidenses que, como hombres jóvenes, se resistieron a su traslado a los “campos”. A estos les metieron en prisión, pero su postura contribuyó a generar la resistencia entre los internos en los campos (ver también el artículo de revcom ya mencionado). La película se exhibe en todo Estados Unidos: busca el horario en línea. Se presentará en Seattle el 20 de noviembre, en Los Ángeles el 27 de noviembre y en San Francisco el 10 de diciembre.
Espero que esta exposición tan bellamente presentada llegue a otras ciudades. ¡Búscala! La exhibición en Chicago es GRATUITA, lo que es notable en sí. Accede a alphawoodgallery.org por el horario en varios lugares.
Nota de la redacción: Esta exhibición estará en la Ciudad de Nueva York, en el Museo ICP, Calle Bowery #250, desde el 26 de enero hasta el 6 de mayo de 2018.
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