Corea: Por cada instante que el régimen de Trump y Pence siga en el poder, se agudiza el peligro de una guerra
2 de diciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Los medios de comunicación informan que Corea del Norte realizó una prueba de misil el 28 de noviembre que demostró su capacidad para ataques de largo alcance, potencialmente alcanzando el territorio continental estadounidense. Podrían, en el futuro, cargar estos misiles con cabezas nucleares, haciéndolos letales y devastadores. Se está utilizando esto para avivar el miedo a que esté en peligro la vida de los estadounidenses, y para propagar aún más la lógica y la retórica para una guerra contra Corea del Norte.
Trump dijo de modo ominoso que “lidiaría con esto”, y el senador Lindsey Graham, una figura central en la esfera de la seguridad nacional de Estados Unidos, dijo que “estamos en camino a la guerra si las cosas no cambian”. Desde el verano, Trump ha estado intensificando la retórica de guerra contra Corea del Norte, amenazando con llover “fuego y furia” y “destruir totalmente” Corea del Norte
Esto es peligroso para el pueblo del mundo, para el pueblo en la península de Corea y la región. La península de Corea está fuertemente militarizada y densamente poblada, y la muerte y la destrucción de una guerra nuclear serían catastróficas. Se calculan que las pérdidas de vidas de tal guerra serían entre cientos de miles y millones. Algunos expertos calculan que son posibles un millón de muertes en solo el primer día.
Las bases que se sientan en la opinión pública y la lógica que se presenta son que es inaceptable que un régimen como Corea del Norte tenga misiles que pueden atacar a Estados Unidos con armas nucleares, y que puede ser necesario y aceptable ir a la guerra para evitar tal posibilidad, aunque sean catastróficas las consecuencias. Al articular esto anteriormente, Joseph Dunford, presidente del Estado Mayor Conjunto, declaró que la acción militar estadounidense contra Corea del Norte no es “inimaginable”, a pesar de que “nadie que haya vivido desde la Segunda Guerra Mundial nunca ha visto la pérdida de vidas que podría ocurrir si hay un conflicto en la península coreana”. Sin embargo, lo que según Dunford sí es inimaginable es “permitir una capacidad que permita que un arma nuclear llegue a Denver, Colorado”.
Si bien este escenario es “inimaginable” según Dunford, Estados Unidos, por otro lado, tiene el poder destructivo mucho mayor —por órdenes de magnitud— en su capacidad para atacar a Corea del Norte con armas nucleares. Esta asimetría se justifica en el marco del chauvinismo estadounidense profundamente arraigado, sentado encima de un sistema imperialista.
Al avivar el miedo, la lógica subyacente que se propaga es la orientación de ¡incurrir en el precio de millones y millones de vidas de otros para mantener “a salvo” a Estados Unidos! — lo que se manifestó en la cita de Trump acerca de la situación que Lindsey Graham había mencionado anteriormente: “Si habrá una guerra para detener [a Kim Jong Un, líder del régimen de Corea del Norte], tendrá lugar por allí. Si miles mueren, morirán por allí. No morirán aquí. Y [Trump] me lo dijo en mi cara”. Graham continuó, “Puede que sea provocador, pero no realmente. Cuando eres presidente de Estados Unidos, ¿dónde reside tu lealtad? Con la gente de Estados Unidos”.
¡NO, la vida de los estadounidenses no es más importante que la de otras personas!
Como punto básico de orientación, NO hay justificación alguna para la acción militar o la guerra preventiva contra Corea del Norte, ni para el primer uso de armas nucleares. Sin embargo, según la ley, doctrina y política de Estados Unidos, Trump tiene el poder ejecutivo para lanzar ataques nucleares, con pocos controles y equilibrios.
Las maniobras nucleares como estas están cargadas de situaciones de gatillo sensible con el potencial tremendo de que alguien malinterprete acontecimientos y situaciones, e intensifican el papel del accidente en desatar una guerra catastrófica, incluso nuclear. Un acontecimiento así podría ser tan simple como una interpretación defectuosa de radar o incluso una prueba de radar.
Todo esto aumenta enormemente el peligro y la posibilidad de una guerra, y hay que oponer una feroz resistencia a toda medida en esa dirección — ¡por la humanidad y en el nombre de la humanidad!
Cada momento que este régimen fascista esté en el poder, la amenaza y la inminencia de una guerra se intensifican.... HAY QUE EXPULSAR DEL PODER A ESTE RÉGIMEN LO MÁS PRONTO POSIBLE.
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