¿Estás en el “mismo equipo” que Trump?

¿Quieres encontrar “formas de trabajar junto” con él mientras implanta el fascismo?

Aquí es lo que los demócratas de peso dicen, y por qué.

11 de enero de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El día después de que se eligió como presidente a Trump , Barack Obama dijo que él y Trump eran miembros del “mismo equipo”. Dijo que estaban corredores en una “carrera de relevos”, y que las elecciones fueron una “competición intramuros” para ver quién podía representar mejor ese equipo. Y ya que Trump ha ganado, “todos alentamos a que él tenga éxito”.

¿Por qué Obama dijo esto? ¿Y por qué los líderes del Partido Demócrata como Schumer, Pelosi y “Santo Bernie” Sanders, así como los “sabores del mes” como Doug Jones, siguen diciendo que están dispuestos a trabajar con Trump?

Porque están en el mismo equipo. Dicen la verdad al respecto. Es uno de los casos raros en que sí dicen la verdad. Así que la gente necesita reconocer lo que esto significa, y sus implicaciones para la sociedad.

En primer lugar, ¿cuál es el equipo a que se refieren? Es el “Equipo Estados Unidos”. Es el equipo formado por aquellos que gobiernan y representan el sistema capitalista-imperialista de Estados Unidos. No olvidemos que “Equipo Estados Unidos” se fundó sobre la base del genocidio de los pueblos indígenas y la esclavización de millones de personas negras. Hasta la actualidad el Equipo Estados Unidos tiene integrado en su mismo meollo la supremacía blanca, la supremacía masculina y la supremacía global estadounidense; es un sistema capitalista-imperialista que no puede prescindir de ninguna de ellas.

¿Y qué tipo de “trabajo” es el que piensan hacer juntos? Asegurarse de que su “equipo” y su sistema asesino y opresivo “tengan éxito en el mundo de hoy”.

Los demócratas más importantes tienen diferencias agudas con Trump y los republicanos, pero no sobre cómo servir de la manera mejor a los intereses de la humanidad, sino sobre cómo manejar de la manera mejor a su imperio y mantener la estabilidad y cohesión de su sociedad opresiva en casa.

Eso significa que, no importa la intensidad de las diferencias que tengan los demócratas con esta o aquella política de Trump, esas diferencias existen dentro de ese marco, por lo que uno de los objetivos centrales de los demócratas es hacer que las personas se queden leales al “equipo” —su sistema— y que trabajen mediante los canales sociales y políticos de ese sistema.

Por eso lo único que se puede “confiar” en que hagan estos demócratas es hacer que la lucha se mantenga dentro de los límites más estrechos posibles y usar la credibilidad que se les preste para reprimir a las personas que SÍ toman en serio esta amenaza fascista, personas que NO se sienten como si estuvieran en el “mismo equipo” que las personas que tratan de restaurar la supremacía blanca abierta, que amenazan directamente con la destrucción nuclear, que se jactan descaradamente del abuso y agresión sexual.

¿Usted no lo cree?

  • Pues, ¿por qué, en abril pasado, los demócratas aplaudieron cuando Trump lanzó 59 misiles de crucero contra Siria? El senador Chuck Schumer lo llamó “lo correcto”. La senadora “militante” Elizabeth Warren estuvo de acuerdo: el “régimen sirio debe rendir cuentas”. El “radical” Bernie Sanders criticó levemente al criminal de guerra Trump por no consultar primero al Congreso. Lo anterior normaliza la agresión estadounidense en todo el mundo, normaliza el fascismo de Trump y capacita a la gente no solo para tolerar pasivamente los crímenes yanquis en todo el mundo, sino para apoyar al “equipo” imperialista sin importar quién esté a cargo.
  • ¿Por qué el líder demócrata Schumer estuvo de acuerdo con Trump en trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén (un sello de aprobación estadounidense para la limpieza étnica de Israel sobre el pueblo palestino), pero también criticó la “indecisión” de Trump porque no dijo cuándo se mudaría la embajada y no dijo que reconocería el control total de Israel sobre toda Jerusalén (Jerusalén Este sigue siendo el hogar de más de 400.000 palestinos, casi la mitad de la población de la ciudad entera, y ha sido vista como una potencial capital palestina en cualquier solución de “dos estados”.) Una vez más, Schumer normaliza a Trump, y considera a quienes se oponen al genocidio de Israel como intolerables.
  • Durante casi tres años, Arabia Saudita ha librado una guerra reaccionaria y salvaje contra el vecino Yemen. Con las bombas y el apoyo militar estadounidenses, Arabia Saudita ha atacado a amplios sectores del pueblo yemení, ha matado a miles de personas y ha puesto a millones de personas en las garras de la hambruna y el cólera. Algunos demócratas han expresado su preocupación de que las acciones de Arabia Saudita puedan debilitar tanto ese país como el poder de Estados Unidos en la región. Pero no han pedido que se rompan los lazos con la monarquía saudita fundamentalista y sedienta de sangre ni que se ponga fin a la ayuda militar a ella, ni la han condenado por cometer crímenes de guerra. Esto adoctrina vergonzosamente a la gente de Estados Unidos con la idea de que las únicas vidas que les deben importar son las de estadounidenses, y que deben permanecer en silencio frente al genocidio masivo y los crímenes de lesa humanidad.
  • Trump amenaza repetidamente con “destruir” a Corea del Norte con “fuego y furia” nuclear y muchos expertos temen que una guerra yanqui contra Corea del Norte sea una posibilidad real y amenazante. Este es un peligro enorme y catastrófico que exige determinadas protestas masivas y la resistencia de millones para impedirlo. Sin embargo, los demócratas luchan para que la gente limite sus acciones a llamar al Congreso, alentarse por unos discursos o resoluciones demócratas y esperar hasta las elecciones de 2018 (lo que no cambiará nada fundamental).

¿Y qué del racismo y la supremacía blanca? Los demócratas hablan de la inclusión y de la igualdad de derechos, pero en Alabama, Doug Jones no denunció los desvaríos de Roy Moore a favor de la esclavitud. Movilizó a los votantes negros calladamente, mientras se conectaba con la base fascista de Trump. Enfrentar y desafiar directamente el racismo y la supremacía blanca en el centro del fascismo de Trump tiene el potencial de movilizar a millones de personas a tomar parte en expulsar del poder a este régimen. Pero los demócratas se niegan a hacerlo porque entienden que la supremacía blanca está profundamente arraigada en el tejido de Estados Unidos y desatar a millones de personas para oponérsela podría amenazar o poner en tela de juicio todo su sistema.

¿#YoTambién y la opresión de la mujer? Los demócratas sacaron rápidamente a Al Franken del Senado después de que varias mujeres lo acusaron de acoso. Algunos demócratas han emitido declaraciones contra Trump por su depredación sexual, pero los demócratas se han negado a denunciar a las personas como el teocrático Roy Moore y toda la agenda misógina y fascista cristiana que es un elemento esencial del régimen de Trump y Pence que pretende despojar a las mujeres de sus derechos más básicos y reafirmar con saña el patriarcado abierto — ni mucho menos han movilizado los demócratas a las millones de personas despertadas por el movimiento de #YoTambien para enfrentarse a todo este régimen. Compare cómo los demócratas todavía toleran y solo mencionan de manera muy blanda e intermitente el abuso sexual de mujeres que Trump ha admitido con la lucha total librada por los republicanos sobre las tonterías de Bill Clinton.

El feo programa fascista de Trump ha sido claro desde el día en que comenzó su campaña y se ha vuelto más feo, y más evidente y peligroso desde entonces. Sin embargo, los demócratas continúan aconsejando paciencia y que la gente trabaje por medio de los mismos canales que llevaron a Trump al poder en primer lugar. Incluso amordazan el mencionar —sí, el mencionar— cosas como un juicio político, diciendo que será una “distracción” de las elecciones de 2018.

Teniendo en cuenta todo esto, ¿cómo, en buena conciencia, puede uno confiar en los Demócratas para DETENER este monstruo antes de que arrase al globo entero en llamas?

Así que la verdadera pregunta es, ¿en qué equipo quiere estar usted? Depende de lo que pretende hacer. Si quiere avanzar y mantener el capitalismo-imperialismo, haciendo algunas críticas a Trump cuando usted cree que está perjudicando los intereses imperialistas, pero usted no quiere denunciar o enfrentar el fascismo per se, entonces claro, el Partido Demócrata es para usted.

Sin embargo, si no solo quiere criticar y denunciar, no solo enfrentar, sino que pretende en serio impedir la consolidación del fascismo y EXPULSAR a este régimen fascista, entonces tiene que estar en un equipo diferente. No esté en el equipo de Trump; no sea un jugador en los partidos corteses contra Trump entre miembros del mismo equipo; esté en un equipo que está tratando en serio de DETENERLO.

¡Voten en las calles con los pies!

 

 

 

Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.