Trump sobre Corea

“Consideramos que saldrán muy bien los juegos olímpicos, y después de eso, ¿quién sabe?”

14 de febrero de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Los Juegos Olímpicos de Invierno ya están en marcha en PyeongChang, Corea del Sur. Durante dos semanas atletas de todo el planeta participan en este espectáculo de elegancia, resistencia, habilidad, y fortaleza. Los ojos del mundo están puestos sobre PyeongChang.

Desde hace meses se ha intensificado la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte. Y el vicepresidente Mike Pence, el más alto funcionario de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos, asistió para hacerle saber al mundo quién es que lleva la batuta. Ya antes de llegar a los Juegos Olímpicos, advirtió que “todas las opciones… están sobre la mesa” (jerga imperialista que quiere decir que Estados Unidos no renuncia la posibilidad de usar armas nucleares) en su conflicto con Corea del Norte.

Preparándose, colocando una fuerza de ataque

Mientras los ojos del mundo estaban clavados sobre los Juego Olímpicos, Estados Unidos le estaba amenazando a Corea del Norte con más que la mirada glacial de Pence durante la ceremonia de apertura. Antes de iniciarse los Juegos Olímpicos, Estados Unidos desplegó “por lo menos un portaaviones más [además de los dos que ya están ahí]…a esa región”. Cada portaaviones tiene 60 aviones de guerra y helicópteros, así como miles de marineros, infantes de la marina, y pilotos. A los portaaviones los acompañan “grupos de ataque de portaaviones” que incluyen destructores armados con misiles y submarinos “stealth” o furtivos. El apoyo anfibio incluye naves de invasión porta-tropas y aviones caza.

A fines de enero, la Fuerza Aérea de Estados Unidos trasladó, desde Misuri a la isla de Guam en el Pacífico, tres bombarderos B-2 “stealth” y 200 efectivos de mantenimiento, desde donde fácilmente pueden alcanzar a Corea. Un artículo de Associated Press del 11 de febrero dice que el B-2 es “el bombardero más avanzado que tiene la Fuerza Aérea… capaz de cargar armas nucleares. Es también el único avión capacitado para descargar la bomba más grande de la Fuerza Aérea, la GBU-57 que se llama la Massive Ordinance Penetrator (“MOP”, bomba masiva para penetrar) y pesa 14.000 kilogramos. La MOP es capaz de perforar profundamente en el suelo y destruir los túneles y búnkeres reforzados, y fue diseñada específicamente con Corea del Norte en mente”.

Quizás aún más ominoso, el Pentágono anunció que una vez concluidos los Juegos Olímpicos y los Paralímpicos, Estados Unidos y Corea del Sur realizarán enormes “ejercicios de guerra” por mar, tierra y aire. A fines de enero, el secretario de “Defensa” James Mattis les dijo a unos reporteros: “Podríamos combatir esta noche, hombro a hombro con… los surcoreanos, si fueran atacados. Un ataque [de Corea del Norte]… será rechazado severamente si lo intentan”. Como hemos mencionado en otras ocasiones, Estados Unidos ha intensificado los preparativos militares en la península de Corea y sus alrededores a tal punto que una guerra enorme podría resultar de un “error” como la falsa alarma de un ataque de un misil balístico en Hawai’i hace unas semanas, y aún una que empiece por “accidente”, podría extenderse rápidamente y escalar hasta un conflicto mundial con armas nucleares, químicas y biológicas.

Corea del Norte no tiene nada de socialista ni liberador. Y los líderes políticos y militares de Estados Unidos saben que las pocas armas nucleares que tiene Corea del Norte no representan ninguna amenaza de “primer golpe” contra Estados Unidos. Pero también piensan que parar el programa nuclear de Corea del Norte es indispensable para eliminar un obstáculo a su dominio desenfrenado del este de Asia, y de hecho a todo su poderío global. 

La amenaza es real… el futuro no está escrito

Mientras que se quejaba del desfile militar de Corea del Norte en su capital y de unos atletas norcoreanos en los Juegos Olímpicos, Estados Unidos estaba mandando al otro lado del Pacífico armas capaces de matar a decenas de millones de seres humanos, y preparando fuerzas para acciones militares mayores, y apretándole la llave estranguladora económica a Corea del Norte.

Miren lo que estos belicosos están haciendo. Escuchen lo que dice su fascista en jefe.

A principios de febrero, cuando le preguntaron a Donald Trump si anticipaba una guerra con Corea del Norte pronto, contestó: “Creemos que las Olimpiadas pasarán de forma agradable. Después, ¿quién sabe?”.

¡No se debe aceptar esto bajo ningunas circunstancias! Lo que se necesita de urgencia son protestas políticas y una masiva oposición en las calles de Estados Unidos en contra de la agresión contra Corea del Norte. Hay que sacar del poder este régimen fascista antes de que le inflija daños irreparables al pueblo de Corea, y a toda la humanidad.

 

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