Se avecina el vencimiento de DACA,
1.8 millones de vidas en juego—
¡Hay que derrotar este horror fascista!
1º de marzo de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Mediodía el 26 de febrero. La Suprema Corte hoy se negó a dar vía libre al régimen de Trump para terminar el programa DACA el 5 de marzo y empezar a deportar inmediatamente a los jóvenes cuyo estado de DACA se ha vencido. Dos jueces federales distritales habían dictaminado que se debe permitir que los recipientes de DACA renueven su estado mientras se apela el orden de Trump de terminar DACA. La decisión de la Suprema Corte no tiene ningún impacto sobre los más de un millón de Dreamers (los Soñadores) que no han aplicado para DACA y están sujetos a la deportación ahora.
Este no es un momento para bajar la guardia. El régimen de Trump continúa su asalto multifacético contra los inmigrantes. No se ha cambiado para nada lo que esto significa para los 1.8 millones de jóvenes y para todos los inmigrantes. No se ha cambiado lo que está en juego en derrotar este asalto. Este es un momento para hacer que sean aún más poderosas las acciones del 1 de marzo.
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1.8 millones de jóvenes —los Soñadores— se verán en peligro de deportación desde el 5 de marzo.
700.000 jóvenes que se registraron bajo el programa DACA podrían volver a ser “ilegales”, juntos con más de un millón que no se registraron que también están en peligro. Cualquier policía los podría recoger, cualquier reaccionario racista que sospeche de ellos por su acento o su color podría delatarlos con las autoridades migratorias. Podrían terminar encerrados en centros de detención, abordados en aviones o autobuses y devueltos a países que no han visto desde su infancia. Muchos de ellos están en peligro de morir si regresan.
¿Quiénes son? Son personas cuyos padres tuvieron que abandonar sus países de origen por la desgarradora pobreza y violencia que Estados Unidos impone y perpetua en esos países. Cuyos padres se veían obligados a embarcarse en viajes traicioneros por montañas y desiertos esquivando los sensores, el alambre de púas, las patrullas de la migra. Cuyos padres sudaba la gota gorda en trabajos de miseria, siempre con el temor de posibles redadas migratorias, con tal de que sus hijos vivieran a salvo.
Son jóvenes cuyos padres los trajeron a Estados Unidos como infantes o niños. Jóvenes que han vivido la mayoría de sus vidas en Estados Unidos — donde han estudiado, han trabajado, se han enamorado, han mantenido a sus familias, han empezado a formar familias, han sido parte de sus barrios. Jóvenes que han tenido que luchar a diario para que un sistema que han cazado a ellos y a sus familias les reconozca su humanidad. Durante el año pasado, un régimen fascista los sataniza y los amenaza sin cesar.
Piensen en lo que confrontan ahora estas 1.8 millones de personas. Si las arrebataran a sus familias y las juntaran en plazas por todo Estados Unidos, si las esposaran y las subieran en autobuses penitenciarios y las mandaran a prisión o las sacaran de Estados Unidos, ¿eso sacudiría a usted? ¿Cómo confrontaría a esa injusticia enorme? Este es el tipo de horror que el régimen de Trump y Pence les deparará, aunque se lo cometiera seleccionándolas una por una.
Ningunas excusas, nada de hacerse de la vista gorda
“No podría ocurrir en Estados Unidos”.
“Es problema de aquellos, a mí no me incumbe”.
“No podemos hacer nada al respecto”.
No, y no, y no.
Los fascistas que detentan el poder están avanzando a toda prisa hacia un crimen verdaderamente horroroso y totalmente injusto de lesa humanidad. Cuentan con el personal, la maquinaria judicial, y la logística para realizarlo en Estados Unidos. Está ocurriendo en Estados Unidos.
Esto sí incumbe a toda persona en la sociedad que tenga una pizca de humanidad y compasión. Si uno sabe que este horror está ocurriendo y no hace nada para pararlo, sacrifica su propia humanidad.
Hay mucho que se puede hacer para detenerlo, tomando las calles en acciones no violentas de masas, decididas y desafiantes, así como otras expresiones no violentas de oposición.
Un ariete para la limpieza étnica
Las intenciones de Trump son claras. Apenas la semana pasada tildó a jóvenes inmigrantes de “animales y asesinos” que no matan a balazos a sus supuestos víctimas porque las armas de fuego “no son suficientemente violentas”. Prometió sacar a “delincuentes [inmigrantes] de nuestras calles y meterlos tras rejas por mucho, mucho tiempo, o sacarlos de nuestro país”.
Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco, deportando u obligando a salir a millones de inmigrantes entre otras cosas, es una piedra angular del programa fascista de Trump. Y esto está llegando a su punto crítico ahora. Si estos fascistas salgan con la suya deportando a los jóvenes DACA, habrán sentado las bases para atacar a todos los inmigrantes y dar un paso importante hacia la consolidación del fascismo. ¡No lo permitamos!
Hay que derrotar a este asalto fascista
Sin duda, se darán más maniobras e intentos de negociar un acuerdo entre los Republi-fascistas y dirigentes Demócratas en torno a DACA en el próximo período inmediata. Están negociando y regateando sobre las vidas y futuros de millones de personas. Pero, tres cosas quedan claras.
Una, el régimen de Trump y Pence seguirá lanzando asaltos masivos, con el objetivo final de deportar a millones, instituir una zona de guerra virtual en la frontera, y restringir severamente más inmigración de gente negra latina y otra gente de color de origen de lo que Trump llama países “pozos de mierda”.
Dos, el Partido Demócrata ha mostrado repetidamente que andan secundando a Trump y Pence en la normalización del fascismo. Cifrar nuestras esperanzas en ellos para defender DACA es suicida. Ya aprobaron asignar $25 mil millones para un muro fronteriza, a cambio de un “debate” sobre la inmigración que no llegó a nada en el senado. Los ataques venenosos del régimen de Trump y Pence contra los inmigrantes han estado volviéndose más descarados y ultrajantes desde el día que Trump se inauguró, y la dirigencia del Partido Demócrata se ha enfocado en hacer un “trato” con Trump, y en convocar a la gente a esperar para las elecciones, en 2018, 2020, y…
Tres, y la más importante, nos incumbe a nosotros, las masas del pueblo, cambiar esto. A votar con los pies, a votar en la calle. Urge una lucha lo más fuerte posible para derrotar a cualquier intento de socavar o eliminar DACA, y para detener todos los ataques contra inmigrantes y las deportaciones de inmigrantes. Hay que expulsar a este régimen fascista en conjunto, y la lucha contra los ataques a los inmigrantes tienen que contribuir a hacer eso. Las protestas planeadas por Rechazar el Fascismo y otros para el 1 de marzo deben ser lo más poderosas posible — y usted debe estar presente en una de ellas, u organizar su propia protesta, vestirse de negro, permanecer en silencio durante 11 minutos para 11 millones de inmigrantes indocumentados, y movilizar a los demás a participar. No permitamos que estos ataques sigan.
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