“#Stephon Clark. ¡Diga su nombre!”
¡Cerdos policías de Sacramento matan con seis tiros por la espalda a Stephon Clark no armado!

7 de abril de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Según una autopsia independiente dada a conocer en una conferencia de prensa el viernes 30 de marzo, Stephon Clark, de 22 años, y padre de dos hijos, fue acribillado repetidamente por la espalda en el patio de su abuela por cerdos policías de Sacramento. La autopsia fue solicitada por la familia de Stephon Clark y realizada por el Dr. Bennet Omalu —mejor conocido por sacar a la luz las heridas de concusión de los futbolistas— porque a la familia las autoridades le habían dicho que los resultados del informe oficial no se darían a conocer hasta que terminara el caso en el tribunal. ¡La autopsia demuestra que la versión de los policías es pura mentira! — la mentira de que la noche del 18 de marzo cuando le pegaron 20 tiros, Stephon se lanzaba contra ellos y que parecía que tenía una pistola. No encontraron ninguna pistola, solo un celular.

El viernes el Dr. Omalu dijo ante la prensa que Clark “no estaba mirando a los policías” cuando le mataron. “Durante todo el episodio les estaba dando la espalda a los policías”. Omalu dijo que la primera bala le impactó en un costado cuando “se volteaba hacia los policías”, causando que su cuerpo girara. Les estaba dando la espalda cuando le dispararon seis tiros más, impactándole en el cuello, la espalda, el muslo, quebrando huesos y perforando un pulmón. El impacto final en el frente de la pierna sucedió cuando ya estaba en el suelo o se estaba cayendo. Los impactos causaron que “sangrara masivamente”, aunque la “muerte no ocurrió por entre 3 y 10 minutos después”. O sea que después de acribillar a este joven negro por la espalda, estos cerdos se quedaron viéndolo morir, en vez de ayudarlo.

El abogado de la familia, Benjamín Crump, que previamente representó a la familia de Trayvon Martin, dijo: “Esta autopsia independiente confirma que Stephon no era un peligro para los policías y fue víctima de otro asesinato policial sin sentido bajo circunstancias cada vez más cuestionables”.

El asesinato policial de Stephon Clark ha despertado al pueblo de Sacramento como nunca antes. Ha habido protestas e interrupción de la vida rutinaria casi a diario, y numerosos enfrentamientos con la policía. Los iracundos manifestantes se han tomado las calles repetidas veces, marchando y bloqueando el tráfico a la hora pico; se apoderaron de la autopista interestatal 5 y bloquearon el tráfico de más de un kilómetro en ambos sentidos por varias horas; se tomaron control de una reunión en el ayuntamiento; ocuparon el barrio en el que vivía Stephon vivía —y murió— y en dos ocasiones bloquearon las entradas al partido de baloncesto de la NBA de los Kings de Sacramento, dejando el estadio casi vacío. La valentía y determinación del levantamiento cada vez más multinacional ha inspirado a numerosas protestas por todo Estados Unidos.

El jueves 29 de marzo, más de 500 personas asistieron al funeral de Stephon, que fue poderoso y conmovedor para todos presentes. El hermano de Stephon, Stevante, que ha estado en la vanguardia de las protestas, interrumpió el servicio para pedirles a todos “¡que nunca se olviden de Stephon!” Asistieron personas de toda nacionalidad, incluidos líderes cristianos, judíos y musulmanes. Uno de los ponentes, un imam musulmán, dijo: “En cierto momento uno tiene que preguntarse, ‘Si un sistema sigue cometiendo esos errores fatales, ¿cuándo sea descalificado el sistema? ¿Cuándo sea mal el sistema?’”

El sábado 31 de marzo, 400 manifestantes protestaron frente al Ayuntamiento, convocados por el ex jugador de baloncesto Matt Barnes. Esa noche, durante una vigilia, una manifestante de 61 años fue atropellada por un vehículo de la Patrulla de Carreteras, lanzándola al aire y fugándose. Desde el hospital ella dijo: “Si yo hubiera hecho tal cosa, me hubieran levantado cargos. Es falta de respeto por la vida humana”.

¿Cuántas veces más vamos a tener que escuchar a los cerdos —y al sistema entero que los respalda— “justificar” semejante depravación total hacia los jóvenes negros, latinos e indígenas con el cuento de que “pensamos que tenía un arma”? Esta vez, como tantas veces antes, no había ningún arma. Estos repetidos y repetidos asesinatos policiales no son accidentes. No son el resultado de “falta de capacitación”, o “malas políticas”. ¿Por qué es que, en casi todo caso, se salen con las suyas? Porque están cumpliendo con su deber como protectores armados del sistema que domina al pueblo.

¡Basta ya! ¡Se le acabó el tiempo a este sistema! ¡No más!

Alzan la voz alumnos negros de Parkland, Florida:

“La presencia de la policía en mi escuela no es agradable… Hemos invitado a que nos protejan los que están contagiados con el mal del prejuicio”.

El miércoles 28 de marzo, alumnos negros de la secundaria Marjory Stoneman Douglas (MSD) en Parkland, Florida celebraron una conferencia de prensa. Querían que el mundo supiera que a raíz de la matanza en su escuela, los medios de comunicación los han pasado por alto; que se sienten menos seguros con más policías en la escuela, y que la conversación sobre la violencia de las armas de fuego debe de incluir una conversación sobre el asesinato policial de gente negra.

A raíz del tiroteo masivo en su escuela, obligan a los alumnos de la MSD a portar mochilas transparentes, y elementos de la Patrulla de Carreteras de Florida patrullan el campus. Se les ha dicho que es por su seguridad. Pero estos alumnos negros han visto los asesinatos policiales de Michael Brown, Eric Garner, Alton Sterling y muchísimos otros. La presunción de que más policías equivale a más seguridad contradice totalmente la realidad.

El 11% de los 3000 alumnos de la MSD son afroamericanos, y el 39% son personas de color. “Los medios nos han pasado por alto”, dijo Tyah-Amoy Roberts, alumna de segundo año de la MSD, en la conferencia de prensa: “El movimiento Black Lives Matter / Las vidas negras importan ha prestado atención [a la violencia armada] desde el asesinato de Trayvon Martin en 2012, sin embargo, jamás hemos visto este tipo de apoyo para nuestra causa, y de ninguna manera pensamos que se valoren la vida y la voz de las minorías igual que las de la gente blanca. Y considerando la población en general, el dirigiéndose a y asesinato de hombres y mujeres negros y otros de piel oscura a manos de las fuerzas del orden es desproporcionado. Estos son hechos que no me permiten vivir tranquilo…. Es una cuestión tanto para los negros como para los blancos. Tenemos que incluir la brutalidad policial porque es violencia con armas de fuego…. Por donde yo vea, hay un guardia armado. Me siento como si fuera la penitenciaría Stoneman Douglas”. Roberts preguntó si quienes participaron en la protesta del 24 de marzo también participarán en protestas contra el asesinato policial de gente negra.

Kai Koerber, un alumno de 17 años, dijo: “La presencia de la policía en mi escuela no es agradable. Es intimidante.… Tenemos torres policiales a la entrada, puntos de entrada y salida tipo militar, y ahora hemos invitado a que nos protejan los que están contagiados con el mal del prejuicio…. Es el colmo que tengamos que regresar con mochilas transparentes. ¿Es necesario que también regresemos con las manos arriba?”

Koerber le dijo al canal CNN: “La policía hace sus propias reglas y está convirtiendo nuestras escuelas en un estado policial. Los alumnos de la MSD están perdiendo más libertad a diario. Los alumnos de color se han convertido en blancos, y los alumnos blancos en sospechosos…. Han impuesto el perfil racial a los alumnos de color, negros y latinos como yo, al mismo tiempo que estamos en alta alerta, temiendo que aparezca otro pistolero caucásico”.

Tiffany Burks, de la Alianza Broward de Black Lives Matter / Las vidas negras importan, que ayudó a organizar la conferencia de prensa, secundó esos sentimientos, al decir que la conversación sobre la violencia con armas de fuego significa ampliar el tema de los tiroteos en masa para que incluya los tiroteos policiales. Burks dijo que lo muy inquietante para los alumnos negros fue regresar a una escuela repleta de policías: “Estaban consternados. Parecía que estaba presente un millar de policías. Y eso se sentía que la escuela era una prisión…. ¿Es la solución a la violencia armada más armas, las que lleven nombres de policías?”

Los alumnos negros de la MSD están alzando la voz al mismo tiempo que continúan las protestas contra el asesinato policial de Stephon Clark en Sacramento, California y a través del país, y apenas días después de que el sistema rehusó acusar de asesinato a los policías que mataron a Alton Sterling. Estos alumnos señalan la hipocresía de la conversación sobre el “control de armas” que excluye el hecho de que las armas en manos de la policía asesinan a personas no armadas todo el tiempo, especialmente a negros y otras personas de color.

 

 

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