200 agentes federales y policías armados aterrorizan a trabajadores inmigrantes en Ohio

13 de junio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 5 de junio, en la redada más grande en un puesto de trabajo en más de una década, 200 agentes de inmigración y otros policías fuertemente armados llevaron a cabo una redada terrorista contra más de 300 inmigrantes, la mayoría de México, en un centro de flores y viveros en Sandusky, Ohio. Algunos de los agentes y policías estaban armados con rifles automáticos AR-15, y algunos llevaban chalecos antibalas, y llegaron con unidades caninas así como un helicóptero que se cernía arriba. Al igual que los soldados de asalto nazis, agarraron, esposaron y registraron a todos presentes, finalmente llevándose a 114 trabajadores en autobuses a un centro de detención. A algunos les programaron para la deportación ese mismo día; a otros los amenazaron con múltiples delitos graves, incluidos el robo de identidad y la suplantación de personas estadounidenses.

Un mexicano que trabaja en el centro con su hija describió lo que pasó:

Estaban muy, muy rudos…. Un grupo de policías entró corriendo a los almacenes, apuntando con sus armas a la gente. Todos estaban asustados. Ataron las manos de todos con lazos plásticos negros. Incluso nosotros (mi hija y yo) fuimos atados a pesar de que somos ciudadanos de Estados Unidos.... Pero no importa dónde estés o quién seas o de dónde vengas. Se supone que deben tratarnos como humanos. No nos deberían tratar como animales. Todos corrían y lanzaban perros sobre las personas y les apuntaban con armas. Eso es ridículo. Eso es demasiado. (Énfasis añadido)

Dijo que cuando la gente intentaba tomar fotos y videos con sus teléfonos, la policía “comenzó a apuntarnos con sus armas nuevamente” y se llevó los teléfonos. Lo que más le asustó fue cuando él y su hija fueron separados; lo único le vino a la mente fue la joven mujer guatemalteca a que le dispararon en la cabeza un agente en el sur de Texas dos semanas antes. Docenas de niños de los detenidos quedaron varados en guarderías o con niñeras. El parque de casas rodantes donde cientos de familias de trabajadores mexicanos habían vivido por años pronto se convirtió en un pueblo fantasma, tantas familias habiendo huido. El régimen de Trump y Pence ha demostrado una vez más una depravación total hacia los seres humanos que demonizan como “delincuentes” y “animales”.

El director interino de ICE anunció el año pasado que 2018 vería de cuatro a cinco veces más redadas en lugares de trabajo que en el pasado. Comenzaron su ofensiva en enero realizando redadas en 98 tiendas 7-11 en todo Estados Unidos, arrestando a 21 personas. Otra redada muy publicitada se llevó a cabo hace dos meses en una planta procesadora de carne en Tennessee, con 97 arrestos. Estas redadas están diseñadas para enviar un mensaje a las empresas para que dejen de contratar trabajadores indocumentados. Y a los inmigrantes, les envían otro mensaje: Incluso su capacidad de trabajar para mantenerse a sí mismos y a sus familias, aquí y en su tierra natal, está bajo amenaza.

Día tras día, el régimen de Trump y Pence aumentan sus amenazas y terror hacia los inmigrantes. Su venenosa propaganda de que los inmigrantes son un peligro para el país tiene como objetivo avivar el odio que está poniendo a los inmigrantes en un peligro cada vez mayor, y aislándolos para que estos fascistas puedan cometer mayores crímenes en su contra sin una gran indignación. Existe un temor creciente entre los inmigrantes de que a sus hijos se les arrebaten mientras están en el trabajo o mientras sus hijos están en la escuela.

Estos viles ataques antiinmigrantes son un eslabón clave y un ariete en el impulso del régimen de Trump y Pence hacia la consolidación del gobierno fascista. “Hacer que Estados Unidos Vuelva a Ser Blanco”, el verdadero significado subyacente de “Hacer que Estados Unidos Vuelva a Tener Grandeza”, el grito de guerra para movilizar a decenas de millones de partidarios supremacistas blancos de Trump, va de la mano con su mensaje sobre los inmigrantes indocumentados, y en realidad, TODOS los inmigrantes de piel más oscura: “Ustedes NO son estadounidenses, no deben estar aquí, esta es la manera en que los vamos a tratar”. Es un programa de limpieza étnica: con el objetivo de deportar a los inmigrantes en números récord; crear una atmósfera tan fea que otros estarán convencidos de irse; e intensificar los peligros para aquellos que busquen entrar a Estados Unidos por la frontera sur.

Permanecer en silencio o confiar en que el sistema mismo haga lo correcto, mientras los fascistas avanzan marchando por este rumbo monstruoso, es complicidad en crímenes contra la humanidad. ¡Hay que DETENER a este régimen fascista, hay que EXPULSARLO, con la mira puesta en nada menos que un mundo que acoge a las personas independientemente de su lugar de nacimiento!

 

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