Calumnias burguesas contra el comunismo...

Una mezcla perfecta de ignorancia y arrogancia

Bob Avakian, Presidente del PCR,EU

Obrero Revolucionario #1084, 24 de diciembre, 2000, en rwor.org

¿Cómo respondemos a la matraquilla de la prensa grande y los "eruditos" burgueses de que "el comunismo fracasó"? Por un lado, hay que reconocer que hemos sufrido derrotas: la burguesía restauró el capitalismo y nuestra clase perdió el poder, primero en la Unión Soviética y después en China, y como consecuencia sufrimos reveses muy serios. Pero fundamentalmente, no hemos fracasado: logramos avances trascendentales y después sufrimos duras derrotas, pero volveremos a dar grandes saltos y lograr mayores avances porque hemos aprendido de los reveses y, sí, de las deficiencias y errores de nuestro movimiento.

Ese concepto burgués del "fracaso" es un ejemplo de "pragmatismo norteamericano", según el cual lo que responde a los intereses más estrechos, sobre todo de la clase dominante, es de por sí bueno y veraz. Dicen babosadas tales como: "El que gana, gana" (y lógicamente, el que pierde "fracasó"). Según esa lógica imperialista, los ganadores siempre tienen la razón y los perdedores no, lo cual les parece muy bien siempre y cuando todo vaya sobre ruedas y no tengan grandes problemas; pero, ¿a ver qué dicen cuando los hayamos tumbado y su clase va ya camino a la extinción?

Para dar un ejemplo de su metodología (y para contrastarla con nuestra metodología y cosmovisión, a fin de captarla más firmemente), quisiera mencionar una reseña de la biografía Karl Marx, a Life, de Francis Wheen, que salió en el New York Times. Es evidente que Wheen tiene una opinión favorable de Marx y que la reseñadora, Sylvia Nasar, está muy molesta por eso, pues esa opinión va contra la "onda de la intelectualidad" hoy por hoy; no encaja con las nociones y prejuicios que predominan en esas capas.

El siguiente pasaje de la reseña me llamó mucho la atención: "Wheen hace la muy cuestionable afirmación de que los críticos de Marx o no han leído Das Kapital o lo han malinterpretado. Luego ofrece un bosquejo tendencioso, selectivo y engañoso de la obra, y concluye que los argumentos económicos y políticos centrales de Marx se han comprobado. ¡Hágame el favor! ¿A poco el capitalismo se ha autodestruido? ¿Acaso salieron adelante las sociedades socialistas que descartaron el mercado y la democracia? ¡La apología de Wheen no podría ser más tonta!"

Tales comentarios ejemplifican la "erudición" de los círculos intelectuales burgueses en la actualidad, e ilustran perfectamente el método de esos círculos y el de la burguesía en general. Nasar critica a Wheen por decir que la mayoría de la gente que tiene una opinión negativa de Marx y que rechaza el marxismo jamás ha leído a Marx, y luego luego sale que ella misma jamás ha leído su obra o cuando menos no ha captado lo más elemental, pues dice: ¡Hágame el favor! ¿A poco el capitalismo se ha autodestruido?, pero cualquiera que sepa un tris de marxismo sabe que Marx jamás dijo que el capitalismo se autodestruiría.

De hecho, el Manifiesto comunista y otros escritos de Marx (y El capital en particular) son polémicas contra las nociones utopistas del socialismo y en especial contra el planteamiento que el capitalismo se iría a pique por sí solo, pues el punto central del marxismo es que habrá que tumbarlo. En realidad, Nasar acaba por confirmar lo que dice Wheen en vez de refutarlo, y de paso demuestra su ignorancia.

Además, la verdad es que las sociedades socialistas que eliminaron el mercado y la democracia burguesa lograron muchísimo... desde la óptica del proletariado y su misión revolucionaria. Atendieron las necesidades básicas de las masas--cosa que el capitalismo jamás ha podido hacer--, revolucionaron la sociedad, y avanzaron hacia la meta de abolir toda explotación y opresión. Sus logros fueron notables... hasta el momento en que los viejos y nuevos explotadores, los imperialistas y los revisionistas, las tumbaron.

Así que la reseña de Nasar es muy ilustrativa de la metodología burguesa. La gente de esa laya quiere acogotarnos con sus teorías, pero en realidad no tienen nada de peso. Todo eso (y en particular esa reseña) me recuerda una observación muy penetrante de Mark Twain (el autor de Huckleberry Finn y otras obras importantes). Si bien Twain tenía algunas deficiencias, fue muy consecuente y analizó muy acertadamente los rasgos de la sociedad estadounidense, como se ve en el siguiente comentario: "Para triunfar en Estados Unidos, se necesita UNA MEZCLA PERFECTA DE IGNORANCIA Y ARROGANCIA". Le cae como anillo al dedo a la burguesía estadounidense, ¿qué no?, pues describe muy bien la cosmovisión y el método de nuestro enemigo, los imperialistas yanquis.

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En cuanto a cómo analizar nuestras derrotas, quisiera hablar por medio de unas analogías. Por ejemplo, una mujer que sufre una violación múltiple, es decir, una bola de hombres la atacan, se defiende, lucha valientemente y hasta mata a unos de esos cabrones, pero los demás logran su propósito. Ahora, ¿qué pensaríamos de una persona que les echa porras, celebra cuando la abruman y para colmo declara que eso demuestra la superioridad moral de los violadores? Eso es precisamente lo que hace la burguesía con relación a la derrota del proletariado y la restauración del capitalismo en los países socialistas; o sea, festeja el hecho de que la burguesía internacional (el imperialismo) y las fuerzas burguesas de los países socialistas (los revisionistas en el seno del partido comunista y demás fuerzas burguesas) abrumaron al proletariado cuando tuvo el poder en los primeros países socialistas (la Unión Soviética y después China).

Otro ejemplo: los jóvenes que libraron una batalla enconada en defensa de la casa de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria cerca de los proyectos de Cabrini Green en Chicago como parte de la lucha por la vivienda pública lucharon valientemente; sin embargo, los sheriffs lograron desalojarlos. ¿Acaso fue incorrecto que libraran la batalla? ¿Acaso el hecho de que los sheriffs lograran desalojarlos demuestra que tengan superioridad moral o que representan un sistema superior?

O, hablemos de las masas de los proyectos Cabrini Green y Robert Taylor Homes que luchan contra la destrucción de la vivienda pública. Leí el OR y otros informes sobre la defensa de unos edificios de Robert Taylor Homes, donde las masas lograron avances muy importantes: a través de lucha desenvolvieron nuevas soluciones liberadoras y colectivas a los problemas, y se unieron y forjaron una firme resistencia. A fin de cuentas sufrieron un revés y tuvieron que replegarse pero, ¿acaso ese hecho comprueba la superioridad moral de la policía, el alcalde y el sistema que los desalojó, y que se emperra en acabar la vivienda pública? ¿Acaso demuestra la superioridad del sistema? ¡Para nada! Más bien subraya la opresión que le impone al pueblo y que tarde o temprano se ha de tumbar.

Otra analogía: en el proyecto Jordan Downs de Los Angeles, un cuate llamado "Chubby", con problemas mentales, estaba en un parque con un cuchillo; los vecinos trataron de quitárselo y en esas llegó la policía; le rogaron que no le disparara y, ¿qué hizo la policía? Como los lectores del OR saben, lo mataron a sangre fría y las masas no pudieron evitarlo. Pero no por eso vamos a decir que la policía estaba en su derecho ni que tenga superioridad moral. ¿Acaso el hecho de que logró matarlo implica que el sistema que representa es superior? ¡De ninguna manera!

De igual modo, hemos sufrido derrotas, como la restauración del capitalismo en los países que fueron socialistas. No logramos prevenirla y eso encierra lecciones muy dolorosas; debemos examinar a fondo esa experiencia y sacar las conclusiones que corresponden. ¡Pero jamás permitiremos que digan que esas derrotas comprueban la superioridad moral (ni ninguna superioridad) de este sistema caduco, podrido, reaccionario y moribundo!

Debemos tener muy presente la diferencia fundamental entre sufrir derrotas o reveses en el camino hacia nuestra meta y "fracasar", lo cual implicaría que es imposible alcanzarla o incluso que no vale la pena. Cuando la burguesía habla del "fracaso del comunismo" nos quiere engatusar. De igual modo, es preciso captar la diferencia fundamental entre el fenómeno de los últimos años en la Unión Soviética (a partir del gobierno de Gorbachov) cuando el revisionismo (el falso comunismo) se volvió abiertamente burgués y capitalista, por un lado, y la derrota del socialismo (la restauración del capitalismo que ocurrió décadas antes de que Gorbachov subiera al poder) por el otro. En un principio esa restauración se plasmó en capitalismo de estado (un capitalismo en que el estado seguía controlando la economía, pero conforme a principios capitalistas y con las ganancias al mando). Ese proceso empezó con el ascenso al poder de la camarilla revisionista encabezada por el falso comunista Jruschov a mediados de los años 50. Como Mao destacó: "El ascenso del revisionismo al Poder significa el ascenso de la burguesía al Poder". Cuando Jruschov subió al poder, la Unión Soviética dejó de ser un país socialista y se volvió una potencia capitalista/imperialista. Lo mismo pasó en China tras la muerte de Mao en 1976: líderes del partido, en particular Deng Xiaoping, a quienes Mao condenaba como traidores revisionistas por muchos años, dieron un golpe de estado y se lanzaron por el camino capitalista, precisamente como Mao había previsto que lo harían si lograban subir al poder.

Repito, en lo fundamental, no es que el comunismo "fracasó" sino que ha sufrido reveses muy duros en medio de una enconada lucha de clases entre los imperialistas, reaccionarios y revisionistas, por un lado, y las masas, bajo la dirección de su vanguardia proletaria revolucionaria, por el otro. Esa lucha se dará a lo largo de un período histórico muy largo, hasta que los derrotemos contundente y cabalmente, y extirpemos y barramos del todo su sistema.

A lo largo de este período, la necesidad de hacer la revolución proletaria se impondrá una y otra vez, a pesar de los reveses que suframos, hasta que finalmente superemos todos los obstáculos y reveses, y alcancemos la meta del comunismo mundial. Hasta entonces, en los países donde se restaure el capitalismo transitoriamente y mientras el sistema capitalista/imperialista domine el mundo, causará horrendo sufrimiento y destrucción para las vastas mayorías del planeta, cuya sangre se derramará en la barrera impenetrable que erige contra el avance de la humanidad. Sus devastadores efectos se volverán más y más grotescos hasta que se cumpla la revolución proletaria que resolverá esas profundas contradicciones, pues ofrece la única manera de resolverlas que beneficia a la gran mayoría de la humanidad y, en última instancia, a toda la humanidad.

Ningún revés puede borrar los logros histórico-mundiales de nuestra clase: los pasos agigantados y grandes saltos que hemos dado en cuanto a satisfacer las necesidades cotidianas de las masas de una forma muy superior a la de este sistema, además de transformar las relaciones y el modo de pensar de la gente. Esas transformaciones son fundamentales para eliminar completa y cabalmente toda explotación y opresión, pero antes de la conquista del poder por el proletariado ni siquiera se había intentado hacerlas, pues los representantes de la burguesía las odian y las calumnian, precisamente porque implican la abolición del sistema de esclavitud moderna y todos los horrores que impone a la humanidad.

Repito, ¡no permitiremos que tergiversen y calumnien nuestros grandes logros! Esos explotadores, opresores y atormentadores del pueblo lo hacen precisamente para evitar que las masas capten y abracen las grandes posibilidades que la revolución proletaria encierra, para evitar sobre todo que lo capten los que anhelan un mundo mejor, que anhelan acabar con las barbaridades que el pueblo de todo el planeta sufre en una escala masiva y monstruosa por la dinámica de este sistema.


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